GUADALAJARA, JALISCO (26/AGO/2016).- En la década de los sesenta el Campeonísimo Guadalajara no tenía rivales y eso incluía al América. En los setenta el Guadalajara no era rival para nadie, y menos para el América.Fue hasta la década de los ochenta que la rivalidad que ya existía entre capitalinos y jaliscienses detonó para convertirse en lo que es ahora. Para ello, influyó el choque de dos equipos de nivel parejo conformados casi exclusivamente por jugadores surgidos de sus respectivas canteras. “Por lo menos se volvió más interesante”, afirma de entrada Javier “Zully” Ledesma, portero de ese Rebaño de los ochenta. “Antes era muy marcado el dominio de uno o de otro y en los ochenta se volvió muy parejo”.De entre todos los partidos memorables en esa época que incluyó una Final jugada por ambos y ganada por las Águilas, hay un par de capítulos que reflejan lo que era la rivalidad entre los dos equipos más populares del país: las broncas de 1983 y 1986, protagonizadas casi por los mismos actores en ambos casos.“Antes la rivalidad existía, creo en mucho porque uno era de México y otro de Guadalajara, pero en los ochenta, con dos equipos que tenían casi puros jugadores de cantera, eso detonó y, aunque no está bien, esas broncas hicieran que el Clásico pasara a otro nivel”, consideró Demetrio Madero, zaguero de las Chivas en ese par de acontecimientos.“Ahora veo esas escenas y me dan risa. Una vez las vi con mi nieto y me preguntaba ‘abuelo, ¿ése eres tú?’, y me daba pena que me viera así, (risas). Son cosas que no deben pasar, pero que eran el reflejo de la gran rivalidad que había entre los dos equipos”, considera el ex volante del América Eduardo Bacas, quien también fuera protagonista de ambas broncas.Saber perder, saber ganarEn las Semifinales de la Temporada 1982-1983 confluyeron el América y el Guadalajara. Las Águilas dirigidas por Carlos Reinoso habían roto todos los récords del futbol mexicano: mayor cantidad de puntos, de goles anotados y tenían al máximo cañonero de la Liga, Norberto Outes.Guadalajara había entrado de última hora a la Liguilla, 21 puntos detrás del América. En la ida, los capitalinos ganaron 2-1 en el Jalisco y la mesa estaba puesta para su pase a la Final. Pero en el regreso las Chivas le dieron la vuelta al marcador y vencieron 3-0 al América para dejarlo fuera de su torneo de ensueño.Las burlas del utilero Gabriel Zapién y del volante Roberto Gómez Junco desataron una batalla en la cancha del Estadio Azteca. “Tuvo mucho que ver el hecho de que ellos hubieran hecho una gran temporada, se sentían superiores y cuando vieron que nosotros los echamos, más las burlas de Gómez Junco, eso desató la bronca”, recuerda Demetrio Madero.“Ya ahí no sabes ni a quién le das, sólo te fijabas que fuera amarillo o también había que ir en auxilio de algún compañero. Se encendió la mecha pero fue generalizado, eso también influyó, eran muy pocos los que querían poner paz y muchos los que querían pelear”, completa el ex zaguero.“Volaban los golpes, las patadas y todo era un descontrol. Son cosas que no deben pasar, pero en aquél entonces los jugadores de ambos equipos sentíamos con todo la camiseta”, recuerda Lalo Bacas.Al final, un Guadalajara diezmado por las suspensiones posteriores, pierde la Final en penaltis ante el Puebla.Amarga despedidaEl primer Clásico de la temporada 1986-1987 fue elegido por la Comisión de Arbitraje para que el silbante Antonio Ramírez Márquez pitara su último partido como nazareno profesional.En un duelo que había sido hasta cierto punto limpio y con escasas emociones, todo se trastornó al minuto 72 cuando salieron expulsados en una jugada sin trascendencia Fernando Quirarte y Carlos Hermosillo.El atacante del América pateó en la cara al defensa de las Chivas cuando pasó a su lado y eso degeneró en una batalla campal de proporciones históricas, pues Antonio R. Márquez decidió expulsar a los 22 futbolistas que estaban en la cancha y por ende suspender el juego.“Una patada de Hermosillo en la cara de Quirarte fue lo que detonó en esa bronca. Nos expulsaron a los 22 y la verdad es que a nadie se nos hizo raro”, recordó el “Zully” Ledesma, quien agregó. “No es un ejemplo eso que pasó, no es para enorgullecerse ni mucho menos, pero fueron circunstancias que se generaban por la misma pasión que había por nuestros colores”.“Seguíamos los mismos en ambos equipos, con pocos cambios y créeme que eso era como una bomba de tiempo que detonó ese día”, recordó Madero.Por su parte, Luis Roberto Alves también recordó el incidente. “Yo recién había llegado a México y cuando empezó todo no supe qué hacer. Recuerdo que “Chepo” de la Torre y yo éramos los novatos del Clásico, pero yo a “Chepo” sí lo vi repartiendo con todo y yo no sabía qué estaba pasando. Con el tiempo entendí lo que era esa rivalidad, sobre todo de esos dos grupos de futbolistas”, dijo el máximo goleador de la historia del América.NUMERALIA61 puntos hizo el América en la campaña 1982-1983 para imponer un récord; Chivas hizo 407 suspendidos tuvo Chivas para los dos partidos de la Final ante Puebla en 1983, entre ellos: Javier Cárdenas, “Zully”, el “Pelón” Gutiérrez, “Yayo” de la Torre y Roberto Gómez Junco22 jugadores fueron expulsados por el árbitro Antonio R. Márquez en la bronca de 198612 juegos de suspensión le dieron a Carlos Hermosillo tras la bronca de 1986; cuatro a Quirarte y cuatro a Alfredo Tena.