GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2016).- No se había dado otro partido en la administración de Jorge Vergara, que en un Clásico nacional el graderío estuviera pintado de rojo y blanco. La buena distribución de boletos con sus abonados, dio como resultado que el color amarillo se observara poco en la tribuna.Desde temprano en las afueras del estadio se observó a la afición rojiblanca respondiendo al llamado que hizo la directiva, cuerpo técnico y jugadores, días antes de este duelo trascendental. Camisas rojiblancas inundaron Fiesta Rebaño, donde aprovecharon para comer, así como participar en las diferentes activaciones que los patrocinadores realizan cotejo tras cotejo, en las afueras del inmueble.Dentro de las cosas a destacar, es que entre los aficionados con camiseta del América, se veían acompañantes del Guadalajara, en una comunión familiar, amigable y demostrando que el futbol en Guadalajara todavía es familiar. La afición del Águila pudo pasearse por las afueras del estadio o en su interior sin problema alguno.Para este encuentro, ni la porra de América estuvo completa en la parte alta del estadio, que fueron bien custodiados todo el tiempo por la policía de Zapopan, así como por gente de seguridad del inmueble rojiblanco.Para este duelo, en el operativo participaron mil 500 personas de seguridad, el club aportó 600, más la policía de Zapopan, seguridad privada. Personal de Fiscalía estuvo observando el antes, durante y después del encuentro, tanto pie a tierra como en una grúa y helicóptero.