''Capello'' quiere debutar como ganador

CIUDAD DE MÉXICO (15/SEP/2012).- Mario Carrillo quiere un debut triunfal en el banquillo de Pumas de la UNAM cuando los capitalinos reciban a San Luis, en uno de los tres partidos con los que cierra la fecha ocho del Torneo Apertura 2012 de la Nueva Liga MX.

Este cotejo se desarrollará sobre la cancha del estadio Olímpico Universitario cuando el reloj marque las 12:00 horas, con José Alfredo Peñaloza como el encargado de llevar a buen final las acciones.

Los universitarios ganaron un partido muy importante en la visita que hicieron a Morelia, donde bajo el mando de Antonio Torres Servín sacaron tres puntos que han llenado de confianza a este grupo que inicia una nueva era con el "Capello".

La capacidad como estratega de Carrillo no está en discusión, el problema es su personalidad, la cual para muchos puede llegar a ser polémica, más si llega acompañado de su "bruja", esa misma que tantos problemas le trajo en su última aventura en Puebla.

Por plantel no se puede quejar, porque sin duda cuenta con jugadores de mucha calidad, sobre todo de medio campo al frente, por lo que sólo es cuestión de ponerlos a jugar donde deben para que empiecen a dar resultados.

La escuadra "auriazul", que acumula diez unidades, ha recibido en nueve ocasiones a su rival en turno, el cual tiene excelentes números en Ciudad Universitaria, con cinco empates, tres triunfos y solo una derrota.

A su vez, los "Reales" no cambiaron prácticamente nada con la salida de José Luis Trejo, al menos esa fue la cara que dieron ante León, partido en el cual no tuvieron la capacidad para merecer si quiera la igualada.

La situación para el cuadro "potosino" ya es crítica, pues de no ser Querétaro "la tabla" de salvación de prácticamente todos los involucrados en el descenso, este equipo estaría ya sumido en el sótano, algo que de seguir así no sería raro ver.

San Luis, que acumula dos puntos en el penúltimo peldaño de la tabla, ha ganado seis de los últimos 10 partidos disputados en cualquier campo ante los del Pedregal, a cambio de tres "descalabros" y una igualada.