BELO HORIZONTE, BRASIL (10/NOV/2016).- El 8 de julio de 2014 Brasil cayó al vacío. La humillación ante Alemania en el Mundial descubrió a una Selección aterrorizada, que perdió la luz y el alma hasta que Adenor Leonardo Bacchi “Tite” la rescató. Ahora vuelve al Mineirao para enfrentarse a Argentina dispuesta a enterrar a sus fantasmas.La Fecha 11 de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial Rusia 2018 será mucho más que eso para ambas selecciones. Será la del clásico de mayor rivalidad del futbol sudamericano, la que enfrente a Messi y a Neymar, y la que podría despertar en la albiceleste la pesadilla de 1970.Aquel fue el último año en el que Argentina quedó fuera de una Copa del Mundo y ya hay quien alerta de que si la bicampeona no endereza pronto el rumbo, la recta final hacia Rusia 2018 puede convertirse en un calvario.“No me gusta ser hipócrita. Para la clasificación, el partido vale los mismos tres puntos, pero la dimensión que trae el clásico, la historia extraordinaria de los dos equipos le dan un componente diferente”, confesó “Tite”, el técnico brasileño.Por su parte, el técnico de la Selección argentina, Edgardo Bauza, consideró que las posibilidades de vencer a Brasil en el clásico de hoy siguen “intactas”, pese a los malos resultados firmados por la albiceleste en las últimas fechas de las eliminatorias.“Va a ser un partido duro y parejo. Esperamos hacer un buen partido y las posibilidades de ganar las tenemos intactas”.Pero este apretado premundial es una montaña rusa. En sólo tres meses, Edgardo Bauza pasó de lograr la vuelta de Messi a la Selección, y de debutar poniéndola líder, a conducirla a la sexta plaza, fuera de los puestos para la próxima Copa.Mientras, por el carril contrario, Brasil escapaba a toda velocidad de sus dos años en el infierno lanzada por los cuatro triunfos con los que comenzó la era “Tite”.Neymar y MessiDespués de volar juntos desde España, los dos astros —Lionel Messi y Neymar— interrumpirán durante 90 minutos una amistad tan poco probable como consolidada, pero imposible cuando el balón rueda a este lado del Atlántico.Las cartas se levantarán finalmente hoy cuando ambas selecciones salten al gramado del Mineirao: Argentina con su futuro en juego y Brasil con su pasado enfrente.