Belo Horizonte, el búnker de Lionel Messi

BELO HORIZONTE, BRASIL (11/JUN/2014).- En la humilde localidad de  Vespasiano, en las afueras de Belo Horizonte, un grupo de periodistas intenta  divisar desde lo alto de un morro lo que está pasando abajo a unos 500 metros  de distancia: bienvenidos a Cidade do Galo, el búnker de la Argentina de Lionel  Messi para Brasil 2014.

El centro de entrenamiento del Atlético Mineiro de Ronaldinho, amigo de la  estrella del Barcelona, es una referencia mundial en la materia y está situado  en una zona de sierras y montañas entre la capital de Minas Gerais  (centro-este) y el aeropuerto Tancredo Neves al que llegó el plantel de  Argentina el lunes por la noche.

En el portal de entrada se puede leer "Bienvenidos" en español y portugués,  con el escudo de la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y el logo del Mundial  a cada uno de los lados de los portones negros.

Este cartel fue objeto de una polémica, ya que hasta el sábado por la noche  había uno que rezaba "Esta es la villa donde reina la alegría y el sí,  bienvenidos futuros campeones", una frase considerada de mal augurio por la  delegación argentina y que se ordenó cambiar antes de la llegada de Messi y  compañía.

El mensaje en la entrada es más bien retórico: apenas bajaron del avión que  los trajo desde Buenos Aires, los jugadores fueron trasladados directamente al  búnker y aislados de todo contacto con el exterior hasta el multitudinario  entrenamiento abierto del miércoles por la tarde en el estadio Independencia  del América.

Por eso, la prensa argentina sube al famoso morro, cuya vista privilegiada  animó a un propietario codicioso a proponer "alquilar" su terraza al mejor  postor.

En la primera práctica del martes, el entrenador Alejandro Sabella tomó  unos binoculares y sonrió observando a quienes "espiaban" para conseguir una  foto de Messi o saber los dibujos tácticos que ensaya el discípulo de Carlos  Bilardo, último técnico que sacó campeón a Argentina en México 1986.
 
Messi con Agüero en la habitación 18
 
Entre los tuits de los jugadores y los de la cuenta de la selección  argentina, trascendieron algunos detalles, como que Messi comparte la  habitación 18 con Sergio 'Kun' Agüero; que Fernando Gago estará sólo en la 20;  y que los cuartos 13 y 17 quedaron vacíos por cuestiones de cábala, ya que son  considerados de mala suerte.

Si Sabella tiene el aislamiento que buscaba, Cidade do Galo ofrece mucho  más que intimidad y calma.

Para empezar, cuenta con cuatro campos de juego de tamaño oficial (110 x 75  metros) con césped diferente para imitar todas las condiciones climáticas; un  hotel cinco estrellas con 20 suites, sala de juegos, restaurante, auditorio y  una terraza de madera con vista panorámica; centro de fisiología; departamento  médico y odontológico; gimnasio; piscina climatizada y tanques de hielo.

"Lo importante no es ser, tener o parecer; lo importante es hacer,  construir, desarrollar", decía el expresidente del Mineiro, Elías Kalil, que en  la década de 1980 dio el puntapié inicial para la creación de la "Ciudad del  Gallo", un predio que ha crecido con el tiempo hasta sus 250 mil metros cuadrados actuales.

En un torneo corto de máxima exigencia, un punto fuerte es su avanzada área  de fisiología, inaugurada en 2010 y que cuenta con una serie de equipamientos  de última generación para monitorear de manera permanente a los jugadores.

Argentina tiene a su disposición por ejemplo un aparato de pruebas  isocinéticas para detectar posibles desequilibrios musculares y un "Reflotron",  un analizador de parámetros bioquímicos del desgaste causado por los partidos y  entrenamientos que permite un mayor control en la prevención de lesiones.
 
Las razones de Sabella

La elección de Belo Horizonte y Cidade de Lago como base por parte de la  AFA respondió al menos a tres razones.

La primera es la situación geográfica central en Brasil de la capital de  Minas Gerais, donde Argentina jugará el segundo partido del Grupo F el 21 de  junio ante Irán y desde la cual podrá moverse para el resto de sus encuentros  en un radio de no más de mil km con excepción de Porto Alegre, cierre de la  primera fase frente a Nigeria el 25/6.

La segunda es la indiscutida jerarquía de las instalaciones de Cidade do  Galo, que en 2010 fue elegido el mejor centro de entrenamiento de Brasil.

La tercera, y menos científica, como con la cuestión de las habitaciones,  es la cábala, toda una institución en el mundo del futbol para algunos.

Fue en este predio que el entrenador Alejandro Sabella se alojó con el  plantel de Estudiantes de la Plata para la final de la Copa Libertadores 2009  en el estadio Mineirao en la que el equipo argentino derrotó 2-1 al Cruzeiro.