* “Volado”

Finalmente... “siempre sí”.

A poco de que surgieron las primeras versiones sobre los acercamientos entre los dirigentes del Guadalajara y Jared Borgetti, hubo una declaración inspirada --salvo prueba en contrario-- en el afán de despistar a los reporteros: Jared --según esa declaración-- no cubría el perfil necesario para ingresar al selecto elenco del “Rebaño Sagrado”... y mucho menos para hacerlo con la etiqueta de “refuerzo”.

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Cuando se adujo la edad (36 años) como argumento para descalificarlo, algunos se apresuraron a recordar --en son de chunga, por supuesto-- que las “Chivas”, hace un año, tuvieron la ocurrencia, absolutamente mediática, de incluir en su plantel, a los setentaitantos años cumplidos, a una de las leyendas del “Campeonísimo”: Salvador Reyes. En ese orden de ideas, nada hubiera tenido de sensacional que contrataran a un jugador aún en activo, por más que la cancha --incapaz de encubrir ineficiencias-- deje en evidencia el ocaso de las facultades físicas del interfecto.

El palmarés de Borgetti es muy respetable. En casi 15 años de carrera, el sinaloense ha desfilado por seis equipos mexicanos (Atlas, Santos Laguna, Dorados de Culiacán, Pachuca, Cruz Azul y Monterrey) y dos extranjeros (Bolton Wanderers de Inglaterra y Al-Ittihad de Arabia). Dotado de condiciones innatas para el gol --en remates de cabeza, sobre todo-- y doctorado en la materia en la Escuela Libre de la Vida, su productividad con sus equipos en partidos de campeonato y con la Selección Nacional en encuentros oficiales y amistosos, anda al filo de los 300 goles de por vida.

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En un Guadalajara que para el Torneo de Clausura que mañana viernes arranca, acrecentó teóricamente su potencial merced al retorno de Luis Michel y de las contrataciones de Aarón Galindo, Amaury Ponce y Carlos Ochoa, se supone que incorporar a Borgetti al plantel incrementa las perspectivas del equipo más popular de México, de ser protagonista en la competencia doméstica y de hacer otro tanto en la Copa Libertadores, para la que aseguró el boleto el domingo, al dar la primera campanada sonora de la campaña mediante la conquista del Torneo Interliga.

Aunque parece improbable que Jared llegue con posibilidades de ser titular y de reverdecer laureles, el tiempo --“supremo juez...”-- dirá si cae águila o sello (es decir, si fue una genialidad o se resuelve en el ridículo) el “volado” que los dirigentes rayados, contratándolo, le juegan al destino.