Deportes | A propósito por Jaime García Elías * Malinchismo A propósito por Jaime García Elías Por: EL INFORMADOR 7 de abril de 2010 - 05:42 hs Ecos --cada vez más distantes, quizá, pero no por ello menos dignos de consideración-- de la jornada más reciente del Torneo Bicentenario: en contraste con la conquista del boleto para la “liguilla” por parte del Guadalajara, la virtual condena a Atlas y Estudiantes a quedarse “nomás milando”, a través de la ventana, sin opción siquiera a recoger las migajas que caen de la mesa de los ricos, a los felices participantes en la llamada “fiesta grande” del futbol mexicano. * Por supuesto, hubiera sido ilusorio conceder a los dos equipos zapopanos el status de protagonistas del certamen. Por más que alguna de sus tareas mereciera, ocasionalmente, estrellita en la frente, ambos han sido --“fieles a su espejo diario”, diría López Velarde-- más “extras” que actores sobresalientes de la película en cuestión. Ahora, a cuatro jornadas del cerrojazo de la etapa clasificatoria, uno y otro parecen resignados a que se cumpla en ellos la maldición de los mediocres (aquello de que “El que nace pa’ maceta, del corredor no pasa”)... y a ver como Guadalajara y Toluca, en un caso, y Santos Laguna, Cruz Azul y Pumas, en el otro, pasan, en sus respectivos grupos, del rango de los llamados, que son muchos, al de los escogidos, que son bastantes menos. * En el caso del Atlas, muy particularmente, limitarse a empatar, con las angustias que forman parte de su estilo, un partido (el del sábado con el Atlante) que tenía que haberse ganado, dejó virtualmente muertas y sepultadas sus esperanzas de conseguir la nota aprobatoria --aunque sea “de panzazo”--, que en México significa entrar a la “liguilla”. Para la generalidad de los observadores, entre la crisis que la semana pasada se resolvió con el cese abrupto de cuatro jugadores --Zepeda, Méndez, Pérez y Trujillo-- y el mediocre resultado que le cortó las alas al equipo, hay una obvia relación de causa a efecto. Y hay, además, un síntoma inequívoco de que los dueños del juguete siguen casados con la idea de que su filosofía malinchista, consistente en poner su destino en manos de los extranjeros --técnico y jugadores--, por el simple hecho de serlo, algún día les dará los resultados apetecidos. * Hay que reconocerles un mérito: que son más pacientes y porfiados que el bíblico patriarca Job. Ya llevan 59 años acumulando frustraciones... y aún no pierden la esperanza. Temas A propósito Jaime García Elías Lee También Desamparados Cartucho Sociales: Dulce espera para Andrea Barba Detienen en Guadalajara a presunto extorsionador; operaba en Jalisco y Puebla Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones