* Era clave...

Aunque hubo consenso en que la Selección Mexicana debió haber anotado cuando menos otro par de goles para reflejar cabalmente la diferencia de capacidades con respecto al adversario y para alcanzar el 10 de calificación en el partido del sábado ante Costa Rica, no es el caso de decir que el “Tri” quedó a deber...

México ganó esta vez con más claridad en la cancha que en el marcador. Lo mejor del resultado, en esas condiciones, consiste en que el margen de eficacia en el aspecto ofensivo fue considerablemente mayor que el alcanzado en compromisos anteriores, ya con Sven-Goran Eriksson como timonel... y no se diga en la era de Hugo Sánchez, que se significó por la escandalosa inoperancia de los atacantes para traducir en goles el dominio que ejercían y las abundantes llegadas a la zona de definición que generaban.

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El partido del sábado era clave en dos aspectos...

En primer lugar, era la oportunidad de que el equipo nacional, sus dirigentes y los aficionados recuperaran la confianza en las posibilidades de aquél. En otras palabras, de que se tomara la derrota ante Estados Unidos, en el arranque del hexagonal previo al Mundial de Sudáfrica, con naturalidad; no como un atentado de lesa lógica, sino —mal que nos pese, porque en los tiempos en que se amarraba a los perros con longaniza, en la barriada de la Concacaf no había quien osara toserle a México en la nariz—, precisamente, todo lo contrario.

El otro aspecto tenía que ver con la continuidad de Eriksson como técnico nacional. Y no precisamente porque el sueco tenga el rango de un Fabio Capello o un José Mourinho —por citar a dos de los indiscutidos “cracks” en la materia— y fuera una desgracia que dejara al equipo nacional al garete, sino porque ciertamente no sería lo más recomendable cambiar de caballo a la mitad del río.

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Hay que anticipar que el compromiso del miércoles próximo —ante Honduras, en San Pedro Sula— tiene un grado de dificultad mayor que el del sábado. De hecho, por su peligrosidad, quizás ocupe el segundo lugar, después del que ya se perdió, en la primera batalla correspondiente a la guerra de la zona norte, centroamericana y del Caribe por los boletos para el Mundial del 2010.

Hay que decirlo claramente, para que se le vaya midiendo la zanca al pollo.