* ''Borrón...''

En el entendido de que para los tres equipos de Guadalajara el actual Torneo de Apertura ha sido de triste memoria --para no decir, con todas sus letras, que “pa’ los perros”--, se supone que los tres, a estas alturas, más que en dar alas a quienes insisten en que las “Chivas” aún tienen derecho a soñar en que en las dos últimas jornadas (ante los dos mejores equipos del certamen, por cierto) aún pueden salvar una campaña a la que sistemáticamente dieron al traste durante las quince fechas precedentes, deberían estar buscando la fórmula que les permita aplicar, en el próximo Torneo de Clausura, el proverbial “borrón... y cuenta nueva”.

*

Los tres, hasta donde se infiere, tienen a sus actuales técnicos “en capilla”...
De José Luis Real, con las “Chivas”, hay versiones de que podría volver a su nivel de competencia --las fuerzas básicas--, después del “canto del cisne” que fue llegar, circunstancialmente, a la final de la Copa Libertadores.
En el Atlas circula la versión de que sus dirigentes no están convencidos de que al equipo le baste un buen técnico --como quizá lo sea Benjamín Galindo-- sino que exige un hacedor de milagros, de plano, y por eso se ha puesto el ojo en “Chelís” Sánchez Solá, de quien se tiene la idea, a partir de sus antecedentes con el Puebla, de que es uno de los pocos mortales que ejercen en el mundillo del futbol, capaces de hacer guisado de liebre... con carne de gato.
Con los “Estudiantes Tecos” también hay serias dudas, a la vista de los resultados (y de que el equipo, que tenía gripe, ahora está en terapia intensiva..., con pulmonía), sobre la idoneidad de Eduardo Acevedo para el cargo.

*

En los tres casos, además, hay la convicción de que la solución a sus problemas no se limita a conseguir a un incauto, a un iluso o a un vendedor de versos --de los que pululan en el medio-- para instalarlo en el puente de mando...http://admin.informador.com.mx/articulos/alta_editarArticulo.php
Los tres han dado claras señales de que la modestia (para decirlo amablemente) de sus cosechas es la consecuencia lógica de las limitaciones de sus planteles, en los que no han encontrado a los hombres capaces de echarse el equipo al hombro --como ahora se dice--, por falta de calidad y de talento. Nada más.