Cultura | El control de la obsidiana fue un factor que llevó al desarrollo económico de la antigua ciudad Teotihuacán, un estado despótico y de cristal Con motivo de la conmemoración de un siglo de exploraciones en este sitio prehispánico, se celebrarán jornadas académicas del ciclo de conferencias magistrales que se desarrollan en el Museo Nacional de Antropología Por: NTX 18 de julio de 2009 - 11:48 hs CIUDAD DE MÉXICO.- En el espacio arquitectónico conocido como La Ciudadela, en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, investigadores han logrado la localización de 137 osamentas humanas con huellas de inmolación, dispuestas en forma simétrica en los cuatro costados del conjunto. Ello da cuenta de la sacralidad que tuvo este espacio para esta antigua civilización, toda vez que en la cosmovisión teotihuacana, de este punto partían los cuatro rumbos del universo. Con motivo de la conmemoración de un siglo de exploraciones en este sitio prehispánico, se celebrarán unas jornadas académicas del ciclo de conferencias magistrales que se desarrollan en el Museo Nacional de Antropología, y continuarán los próximos 23 y 30 de julio. El arqueólogo Rubén Cabrera detalló que en las distintas excavaciones arqueológicas efectuadas en esa área, de 1864 hasta 1989, han permitido profundizar sobre el conocimiento en torno al sistema funerario teotihuacano. En esta zona se han encontrado 17 fosas, que en conjunto suman un total de 137 osamentas pertenecientes a hombres, mujeres y un feto. Se trata de entierros dispuestos a modo de ofrenda para las diferentes etapas constructivas de este complejo arquitectónico, debido a que estaban ubicados de forma simétrica en los cuatro costados de esta estructura que consta de 400 metros por lado y una plaza interior. "Casi todos los restos, por la postura en que fueron hallados, denotan que estuvieron atados, algunos con lesiones físicas y la cabeza orientada hacia el Templo de Quetzalcóatl, lo que hace suponer que fueron ofrendados", abundó el especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), durante su ponencia Exploraciones en La Ciudadela y la Pirámide de la Serpiente Emplumada. Durante las exploraciones en La Ciudadela se pudo establecer que los entierros individuales o colectivos configuraron un sistema de enterramiento, refirió Rubén Cabrera, al precisar que los cuerpos fueron ubicados en grupos de en 4, 9 y 18 individuos. La indumentaria de los individuos inmolados era diferente en los de sexo masculino y femenino, los primeros portaban pectorales tallados en concha, imitando maxilares humanos o caninos; en tanto que las mujeres sólo portaban broches y orejeras de concha. Por la propia distribución de los entierros, el arqueólogo Cabrera Castro consideró que en La Ciudadela pudo haberse enterrado a un total de 260 individuos, lo que guardaría relación con el calendario ritual prehispánico ligado a la lluvia, la fertilidad, la tierra y el tiempo. "Con esta serie de hallazgos se puede considerar al Estado teotihuacano como despótico, por la practica del sacrificio a gran escala. Se creía que Teotihuacán era una sociedad eminentemente teocrática y pacifista, y ahora con la enorme cantidad de entierros ofrendados a los templos, consideramos que fue una entidad represiva", concluyó el también codirector del Proyecto Pirámide de La Luna. En lo que fue la tercera conferencia magistral de este ciclo organizado por el INAH, el especialista Alejandro Pastrana, de la Dirección de Estudios Arqueológicos del Instituto, aseveró que uno de los factores que llevaron al desarrollo económico y social de Teotihuacán fue el control sobre la producción de la obsidiana, a través de la intensificación de su explotación, talla, comercio y distribución. "Por los múltiples vestigios de objetos hechos con este material, hallados durante más de un siglo de exploraciones, se ha llegado a considerar a esta antigua ciudad como un Estado prístino", sostuvo el especialista del INAH. Tras destacar que la obsidiana es el material natural más eficiente para la elaboración de instrumentos de corte, como navajas, cuchillos o puntas de flecha, dijo que esta particularidad fue ampliamente aprovechada por los antiguos teotihuacanos en la elaboración de diversos instrumentos y herramientas como collares, orejeras, bezotes, cetros, cuchillos, flechas, navajas de agudos y raspadores, entre otros. En su ponencia titulada "La importancia de la obsidiana de Teotihuacán", Pastrana comentó que la presencia del mineral vítreo abarcó casi todos los ámbitos de la sociedad teotihuacana, desde la vida cotidiana en cocinas (raspadores), la religión, mediante ofrendas y sacrificios; el arte, con su representación en pintura mural. El militar con la elaboración de armas, y hasta el económico que abarcó un completo sistema que llevó al Estado teotihuacano a organizar la explotación de la obsidiana en gran escala, lo que redundó en la creación de talleres de transformación y rutas de distribución, concluyó. Temas Arqueología Patrimonio Teotihuacán Lee También Las leyendas más conocidas del Panteón de Belén en Guadalajara La última voz del n|uu: una bisabuela sudafricana lucha por salvar su lengua ¿Qué día es la Romería 2025 en Guadalajara? ¿Quién es la mujer que está a punto de descubrir la tumba de Cleopatra? Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones