GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2013).- El Museo de la Ciudad y el Grupo Imágenes Históricas de Guadalajara participaron en un recorrido por la ciudad para visitar parte de la obra del reconocido arquitecto tapatío Luis Barragán Morfín. Como parte de un programa que se realiza desde hace tiempo, en el que se pretende dar a conocer diversos lugares, anécdotas y personajes que forman parte del legado histórico y artístico de la Perla Tapatía, se celebró este domingo una charla en el Museo de la Ciudad a cargo de Eduardo Mario Rodríguez Díaz y posteriormente un recorrido dirigido por la arquitecta y directora de dicho recinto, Mónica del Arenal; quienes llevaron a cerca de 60 personas en un viaje para adentrarse en la vida y obra de quien fuera el arquitecto mexicano más importante del siglo XX. Rodríguez Díaz dio inicio a este recorrido, brindando a los oyentes una plática amena, en la que describió el legado arquitectónico que Barragán aportó al mundo entero como un ‘descubrimiento asombroso’ habló además sobre los viajes del artista, específicamente por Europa, donde observó detalles y los fue adoptando para sus construcciones, creando una ‘arquitectura paisajista’; otra de las anécdotas fue su encuentro con el libro ‘Los Jardínes Encantados’ de Ferdinand Bac, que lo inspiro a crear una arquitectura basada en la búsqueda de la luz, la combinación perfecta entre la intimidad y los exteriores, y las tonalidades del color. Barragán Morfín, un maestro de la intuición, un ser imaginativo, que no diseñaba haciendo dibujos, sino que lo hacía basado en un entorno, un hombre sumamente religioso, amante de los libros, él reflejaba en cada una de sus obras su manera de vivir, su minimalismo, elegancia y distinción, propia de la clase alta a la que pertenecía, era sumamente social, disfrutaba de sus grandes amigos, entre ellos Rufino Tamayo y Octavio Paz, pero al mismo tiempo gozaba de sus momentos de soledad, donde aprovechaba para crear. Sus influencias árabes y moriscas, además de su minimalismo, se ven reflejadas en la mayoría de sus creaciones, joyas arquitectónicas que se encuentran en todo del país, como la Casa Chapala, las iglesias de Amatitán y El Arenal, las Torres de Satélite en la Ciudad de México, la Torre de Comercio de Nuevo León, entre muchas otras, dejando un enorme legado. La ruta continuó al mando de la arquitecta Mónica del Arenal, quien invitó a los presentes a iniciar un trayecto a pie, para conocer parte de las 20 casas hechas por Barragán que se localizan dentro de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), el camino tenía como fin presenciar el quehacer artístico de su autor y compartir entre los asistentes detalles de las construcciones. La audiencia se levantó de sus asientos entusiasmada y siguió a Mónica rumbo a lo que sería la primera parada: El parque de la Revolución, conocido popularmente como ‘El parque rojo’, y que también fue construido por Barragán. Cerca de la mitad de los oyentes de la charla participaron en la caminata, dirigidos por la arquitecta, iban en caravana, pararon en una de las características bancas de material del parque, con las que innovó Luis Barragán, las cuales se encuentran en su color original, siguió explicando las características de la luminaria sintética y describiendo las lámparas en forma de esfera, además del quiosco que se encuentra en el centro del arbolado. El paseo siguió con las casas construidas alrededor del parque, entre el año 1935 y 1936, para después seguir con la Casa Luis Barragán y la Casa José Clemente Orozco, que se encuentra en la calle López Cotilla número 814 y construida en el año 1934, con un estilo totalmente ‘purista’, es decir liso sin molduras, ni detalles de color, usando planos en relieves y niveles diferentes; después siguieron dos casas con más ornamentación, las localizadas en la calle Rayón, números 121 y 129, pertenecientes a la familia Harper Garibi, una de ellas se encuentra remodelada y la otra está abandonada y en venta. De esas construcciones, el paseo se dirigió hacia las Casas Robles Castillo, localizadas sobre la Avenida Vallarta y pertenecientes a la etapa regionalista, dos viviendas unidas solamente por un arco, pero totalmente independientes; de ahí visitaron la Casa Cristo, del año 1929, que se localiza en la calle Pedro Moreno número 1612 y en donde se encuentra el Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco, la cual se encuentra totalmente restaurada y representa una recreación de los ‘Jardínes Encantados’, fuente de inspiración de Barragán, llena de enjarres y texturas en sus muros, y diseñada con arcos hiperbólicos y nichos sin imágenes religiosas. Para finalizar el tour, dos casas: la Casa Franco, construida en 1929 y localizada en Simón Bolívar esquina con Avenida La Paz en la Colonia Lafayette; y la segunda y última del recorrido, además de ser la más importante y denominada ‘casa estrella’, la Casa González Luna ITESO Clavigero hecha en 1928 y declarada, junto con la Casa Cristo, Monumento Artístico de la Nación, reconocimiento a nivel federal otorgado por CONACULTA y el Instituto Nacional de Bellas Artes. El dato Luis Barragán (1902-1988) es el arquitecto más reconocido que ha producido no sólo la ciudad de Guadalajara, sino México entero.Saltó a la fama internacionalmente al recibir el Premio Pritzker de Arquitectura en 1980.Su obra abarcó desde el regionalismo, hasta la modernidad.Nunca obtuvo el título de arquitecto, sólo el de ingeniero civil.Su primera obra en forma, fue la remodelación de la casa del Lic. Emiliano Robles León, ubicada en la esquina de las calles Pavo y Madero, en el centro histórico de la ciudad. EL INFORMADOR / ERICA DONAJÍ