Producciones tapatías viajan a la capital

GUADALAJARA, JALISCO (04/ENE/2011).- Las puestas en escena No tocar, dirigida por Luis Manuel Aguilar “Mosco”, y Perros hinchados a la orilla de la carretera, de Manuel Parra, tendrán una temporada en uno de los espacios capitalinos operados por la Coordinación Nacional de Teatro  del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Ambos trabajos de manufactura tapatía fueron elegidos para integrar la programación 2011, junto con otras 29 propuestas que resultaron seleccionadas después de participar en una convocatoria en todo el país.

El trabajo de los creadores locales fue elegido por el Consejo Asesor de Programación, integrado por los teatristas Luz Emilia Aguilar Zinser, Ángeles Castro, Luis Santillán, Sergio Ramírez Cárdenas y Juan Meliá, quienes analizan proyectos de todo el país para integrar la cartelera de diferentes espacios escénicos de la Ciudad de México.

El montaje No tocar llegará a la capital del país en la segunda semana de  de marzo para ofrecer una temporada, integrada por 10 funciones. Por otro lado, Perros hinchados a la orilla de la carretera se presentará en noviembre.

De las posibilidades y logros que representa esta selección, Luis Manuel Aguilar comenta que el grupo se encuentra muy contento porque esta historia será vista por otro tipo de público, así como fomentar la prevención  de abuso sexual en los niños.

“Mosco” agrega que el proyecto se presentará en la Sala Covarrubias, del Centro Cultural del Bosque. “Es un espacio muy socorrido y buscado por los teatreros porque en ese lugar se ha desarrollado un clima propicio para el arte escénico, la gente suele ir y espera ver espectáculos de calidad”, expresa el director, quien agrega que la decisión de participar en la convocatoria estuvo a cargo de Claudia Recinos, gestora de la puesta en escena que comenzó su trabajo hace dos años.
“Es tener la oportunidad de que nuestro trabajo se presente en el Distrito Federal porque ha reunido ciertas características de calidad, me parece muy importante para todos, en especial para los teatreros de la localidad porque eso implica que estemos creciendo, así que la conquista no es de los artistas de la escena de la capital hacia el interior, ahora se está mirando el mirado el trabajo de afuera y se está llevando al centro”, apunta “Mosco”.  

A Luis Manuel presentarse en la Ciudad de México le genera sentimientos encontrados, por una parte está contento y por  la otra lamenta la falta de apoyo de las dependencias culturales de Guadalajara y Jalisco. Afirma que es paradójico que las instituciones estatales no le presten atención a los grupos de teatro, pese al talento local que ha permitido que dos obras cuenten con temporada en la Ciudad de México.

“Me parece que dos grupos de Guadalajara, diría de Jalisco pero eso no es cierto, se trata del teatro hecho en el municipio de Guadalajara, es muy triste decir esto pero es una realidad, tenemos mayores oportunidades, pero no somos objeto de curiosidad para dependencias como la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco”, critica y añade  que la participación de los montajes tendría que ser un ejemplo para que las autoridades locales apoyen a los grupos de Jalisco.

Los beneficios

El director de la obra, basada en el texto del joven dramaturgo Enrique Olmos de Ita, comenta que recibirán 110 mil pesos para pagar 10 funciones, más gastos de transportes y viáticos durante el tiempo que el grupo de No tocar permanezca en la capital del país, que será a partir de la segunda semana de marzo hasta a mediados de abril.

Las funciones para el montaje están programadas para los días sábados y domingos, a las 13:00 horas en la Sala Covarrubias, del núcleo del Centro Cultural del Bosque.

“Mosco” destaca que el apoyo de la Coordinación Nacional de Teatro representa una posibilidad para encontrarse con otro tipo de público e incluso buscar algunas presentaciones adicionales en otros espacios de la capital del país. Recuerda que la producción de No tocar contó para su ejecución con 10 mil pesos de inversión, cantidad que limitó el proyecto que en un principio contemplaba proyecciones visuales como parte de la escenografía. 

La obra surgió a partir de la preocupación  que representa que Jalisco ocupa el primer lugar nacional en las estadísticas de abuso sexual a niños. “Con la obra cumplimos expectativas muy altas que teníamos, aún sin contar con apoyo institucional”.

No tocar se estrenó en el Teatro Guadalajara del IMSS y después presentó dos temporadas en el Teatro Experimental de Jalisco y participó en la Muestra Estatal de Teatro.

Para el director, la obra es un ejemplo de que el teatro “sí puede cumplir una función social importante, cuando se hace honestamente, cuando se hace estéticamente y con calidad, porque la puesta en escena llega con mucha más facilidad a los niños porque entramos por el canal de la sensibilidad y la emoción”.


Sobre el abuso

No tocar está basada en la obra de Enrique Olmos de Ita, quien aborda el tema del abuso sexual a partir de dos pequeñas amigas, que comparten un secreto y quieren saber cómo se siente una caricia. Los actores de la obra son Mario Montaño y Claudia Recinos, quienes están dirigidos por Luis Manuel Aguilar “Mosco”, autor también del diseño del espacio escénico, junto con José Reyes Montaño Mora y Francisco Mijangos.