Paisajes en piedra en la Galería Vértice

GUADALAJARA, JALISCO.- El objetivo que persiguen las creaciones del artista plástico japonés Hiroyuki Okuruma es hacer brotar el lado estético de las piedras. Las esculturas de este creador avecindado en México desde hace poco más de dos décadas -actualmente vive en el estado de Veracruz- mantienen la firmeza y la fuerza original de los elementos empleados para su elaboración, pero están dotadas de esa dosis de belleza que les ha impreso la mano de su creador.

Okuruma, quien ha mezclado las técnicas y materiales originales de su país natal con las de México, ha hecho una selección de su trabajo para exponerlo en la Galería Vértice de Guadalajara como parte de las actividades de la edición correspondiente a 2009 del Festival Cultural de Mayo (FCM), que este año tiene como país invitado de honor a Japón.

La muestra de Okuruma consta de más de 20 esculturas elaboradas en los materiales característicos en la creación de este artista: cantera, roca volcánica, mármol y metal. En ellas, el escultor manipula las líneas naturales, la volumetría y la textura de las piedras hasta conseguir el concepto de verticalidad que actualmente le ocupa, característica que convierte al equilibrio visual en un punto clave de cada una de estas creaciones.

La escultura, según dice, "es una forma de dialogar con el material y me permite integrarme con la piedra, me sugiere ideas y formas. Proyecto mis esculturas como paisajes; se trata de dejar hablar a las rocas. Esta materia me da más de lo que yo puedo imaginar".

El trabajo de Okuruma parece ser dictado por la naturaleza. Una de las tantas particularidades esenciales en las esculturas es mantener esa conexión con lo primitivo que, por ende, las piedras salvaguardan en su constitución morfológica.

Okuruma asegura que su llegada a México cambió de manera radical su manera de trabajar, ya que ahora hay más espontaneidad en su trabajo, que define como "orgánico". Es la piedra la que marca la ruta de la creación, de acuerdo con él.

Hiroyuki Okuruma (1963) es originario de la ciudad japonesa de Kanazawa. En 1989 decidió instalarse en México atraído por el trabajo del escultor japonés Kiyoshi Takahashi, artista con quien colaboró en un proyecto monumental en la localidad de Nigata.

En lo sucesivo, la obra de Okuruma ocupará las salas de la Galería Vértice con otras creaciones realizadas por artistas de su misma nacionalidad. Al despuntar el mes de mayo, este espacio acogerá una muestra colectiva de arte japonés que servirá como un testimonio de lo que producen los creadores de aquellas latitudes.