Cultura | Uno de sus objetivos, indicó, es demostrar que existen más lectores audaces y participativos de lo que se piensa México tiene gran literatura, faltan lectores: Ignacio Padilla El escritor integrante de la llamada generación crack aseguró que mientras no haya un cambio de actitud en la sociedad y que preocupe por su educación Por: NTX 2 de octubre de 2009 - 13:34 hs CIUDAD DE MÉXICO.- La Literatura mexicana atraviesa por un momento excepcional, pues nunca como ahora había tenido tan serios y audaces escritores, aseguró la víspera Ignacio Padilla, para quien el problema está más bien en la enorme carencia de lectores susceptibles a estas grandes generaciones de autores. Entrevistado con motivo de la aparición de "La vida íntima de los encendedores. Animismo en la sociedad moderna" , el integrante de la llamada generación del "crack" aseveró que la situación no mejorará en tanto no haya un cambio de actitud y la educación pública se preocupe por crear gustosos lectores. Hace falta, expuso, un mínimo de interés por parte del magisterio en enseñar a los jóvenes como apreciar y disfrutar de la lectura, además de apelar a los padres de familia para dar la cara por la preparación de sus hijos, a fin de generar esos potenciales lectores que vayan a la par del desarrollo de la literatura. Inquirido sobre si la digitalización de materiales contribuirá a expandir el hábito de la lectura, Padilla consideró que no por sí misma. La digitalización, expuso, es para festejar tanto como la permanencia del libro como objeto; la digitalización de bibliotecas clásicas para que éstas lleguen a un mayor número de lectores es aplaudible. "Lo que no creo es que tenga repercusiones en países donde no se lee, donde la educación pública no demuestra un mínimo atisbo docente por formar un niño lector" , señaló. En ese sentido, el ganador del Premio Málaga de Ensayo 2008 dijo que reconocimientos como el obtenido por su obra "La vida íntima de los encendedores" cobran mayor trascendencia en un país que como México carece de lectores, porque estimulan al autor y contribuyen a la calidad de la obra que se realiza, aunque haya sectores en los que despierten suspicacias. Y es que aunque en los últimos años Padilla ha obtenido diversos premios dentro y fuera del país, él no los minimiza ni se siente acostumbrado, por el contrario, destacó, cada uno ha representado algo especial, sobre todo aquellos que se dieron en ámbitos en los que no figuraba de manera pública, como la dramaturgia. Sobre esa versatilidad con la que lo mismo escribe novela, cuento que ensayo, el autor de "La gruta del Toscano" aclaró que esencialmente él es un cuenta cuentos, "un corredor de 100 metros" , cuyas historias a veces por sí mismas piden crecer o cambiar de género. Y tampoco es que escriba una cosa tras otra, más bien, expuso, es un escritor lento, de ahí que casi todos los libros que han surgido en los últimos años han sido escritos casi siempre simultáneamente en un espacio de 15 años, y poco a poco pidieron su forma final. Lo que es un hecho, agregó, es que no concibe ninguno de sus libros que no haya sido fruto de sus obsesiones, en este caso, dijo, la idea de los encendedores lo persiguió siempre, desde las colecciones caseras hasta como fumador, y por otro lado, la idea de la vida de los objetos también ha sido una constante en él. Pudo haber sido cualquier objeto el que utilizara para hablar de la vitalidad de las cosas, pero su presencia en el cine, su vinculación con la guerra, e incluso su vínculo personal como fumador, lo hicieron tomar a los encendedores como pretexto para reflexionar sobre ese animismo añejo y a la vez actual. Y es que para Padilla, en la sociedad contemporánea "necesitamos darle vida a las cosas, jugar el juego de creer que somos capaces de darles vida aunque no sea cierto, porque de otra manera no podríamos sobrevivir a la soledad en un mundo en el que hemos matado a Dios". El animismo, se ha dicho, es una pulsión natural del niño, innata al hombre preliterario, de ahí que la idea del autor sea demostrar que no es algo privativo del pasado, sino que está presente en esta sociedad ultramoderna, sin que ello quiera decir que estamos regresando en la evolución, "sino más bien que seguimos manteniendo vivo al cavernícola que siempre hemos llevado dentro". Por otra parte, respecto a la existencia del llamado "Crack" , movimiento del que es fundador, Padilla sostuvo que desde luego que está vivo, tal como lo concibieron sus miembros, para quienes es una experiencia de amistad literaria, más allá de lo que consideren los demás. Para Padilla, actualmente hay muchos "crakcs" , el que se inventó la prensa, el de Carlos Fuentes, el de la crítica, y los que se estudian en Europa o Estados Unidos. En mi experiencia personal, dijo, es una historia feliz de amistad y respeto intelectual por sus colegas, que pugna por recuperar la ambición y la seriedad de las propuestas literarias; la novela polifónica y, sobre todo, por el respeto al lector inteligente. Uno de sus objetivos, indicó, es demostrar que existen más lectores audaces y participativos de lo que se piensa, recuperar la tradición nacional y cosmopolita de la literatura, defender la novela difícil, pues en su opinión, ésta debe ser lo bastante intrincada para que incite a la participación del lector. Temas Literatura Escritores Ignacio Padilla Lee También FIL Guadalajara celebra la literatura del continente "Lo que no quería era ser nadie": Premio Nobel de Literatura Mariana Etchegaray escribe “Hasta donde suene mi voz” László Krasznahorkai: Libros para adentrarse al mundo del nuevo Nobel de Literatura Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones