La noche es de cabaret y santas mentiras

GUADALAJARA, JALISCO (05/NOV/2011).- Todo comenzó con un milagro. Corría la década de los noventa cuando, un buen día, el mismísimo cardenal paró su lujoso auto frente a un pequeño puesto junto a la carretera, llamado por la urgencia de la naturaleza. Trinidad –la fervorosa anciana que atendía el changarro—, lo invitó a hacer sus necesidades en la nopalera, apenas unos minutos antes de que el presbítero acudiera a su cita con la muerte en el aeropuerto de la ciudad.

De las santas heces que quedaron en el patio de Trini, comenzaron a crecer flores azules y blancas, y poco después brotó también una enorme papa milagrosa que llevó a la protagonista hasta el Vaticano, donde literalmente entró hasta la cocina del sumo pontífice de la Iglesia Católica.

La aventura de teatro cabaret La procesión de la Santa Mentira arranca con esta historia, narrada de viva voz por la propia Trinidad, personaje interpretado por el único actor, gestor y autor de esta obra, Copatzin Borbón, quien no necesita más que unos cuantos objetos de utilería y vestuario –y alguno que otro tequila—, para  divertir y hacer reflexionar al público durante cerca de dos horas.

Pero Trini no es la única que narra sus experiencias religiosas con la Santa Papita. Después de ella aparece el típico vendedor ambulante que, hablando a alta velocidad ofrece entre los espectadores las estampas y últimas novedades de la papa milagrosa. También hacen presencia un cura cínico, un borracho que sufre por tener un hijo homosexual, y hasta la diosa Tonantzin, quien convoca una reunión de deidades femeninas para intentar solucionar los problemas de violencia e impunidad en Guadalajara y México.

La interacción de los distintos personajes con el público es una constante a lo largo de la puesta escena, lo que provoca un ambiente relajado donde no faltan las risas –y hasta las carcajadas—a raíz de las bromas, el carisma y la gran capacidad de improvisación de Copatzin.

Hay que aclarar que no se trata de un espectáculo complaciente, sino que la diversión está mezclada con el tratamiento de temas tan serios como la homofobia, los excesos de la iglesia católica, la enorme corrupción de las autoridades gubernamentales y la extendida indiferencia de los ciudadanos hacia los asuntos públicos.

Todo esto sucede en un Teatro Estudio Diana adaptado para albergar una función de cabaret, donde en vez de las sillas tradicionales se han instalado cómodos sillones, desde los cuales se puede disfrutar de las bebidas del bar. El director invitado de este montaje es Tito Vasconcelos y la producción está a cargo de Laura Iveth López.


“La procesión de la Santa Mentira” se presenta los sábados a las 20:30 horas y los domingos a las 18:00 horas hasta el 13 de noviembre. El precio de entrada es de $100 para el público en general y $80 para maestros y estudiantes con credencial y personas de la tercera edad.