José Fors a cuatro manos

GUADALAJARA, JALISCO (15/AGO/2011).- “Fors refresca el abstraccionismo en México”; “Él sabe a dónde llevar su pincel, no son garabatos ininteligibles, incluso puedes encontrar formas”; “Así como se encuentra un lenguaje, Fors ya encontró sus colores”; “Fors no es un artista cómodo, sino que se desafía constantemente”, estas y otras son algunas de las frases con que los críticos de arte Dolores Garnica y Arturo Camacho definen al artista plástico y músico José Fors, con base en la exposición Pinturas 2007-2011 que tiene montada en el ex convento del Carmen por estos días.

La charla entre los especialistas tuvo lugar en el mismo recinto de exposiciones, a propuesta de este diario. Ambos recorrieron la muestra y comentaron, señalaron sus gustos, recordaron al Fors de antes y advirtieron cómo se arriesga con esta nueva etapa de ruptura con lo que había hecho antes, lo que lo hace ser un artista pleno.

Arturo y Lolita (como la llama cariñosamente su interlocutor), recordaron las anteriores exposiciones de la nueva faceta abstracta de Fors: una en la galería Luis Tinajero en 2006, y otra en Casa Vallarta en 2008. De esta última, Dolores se acuerda de unas piezas que le gustaron mucho, donde Fors cortaba sus dibujos anteriores para rearmar un abstracto: “me parece como un manifiesto, como destruir lo que él tenía antes para mostrar algo diferente”, dice.

Mencionaron también que la selección de Pinturas 2007-2011, estuvo hace unos meses como atracción principal en el Museo Felguérez de Zacatecas, uno de los museos de arte abstracto más importantes del país.

Cambio de piel

“Esta exposición marca el momento en que Fors decidió que era muy aburrido ser académico, es decir, estar en el realismo expresionista” dice Arturo, “es un recuento de su incursión en otro tipo de lenguaje que no tiene que estar necesariamente anclado en lo figurativo, y tengo entendido que hay una selección aquí, porque no es todo lo que ha hecho, sino que se puede observar una curaduría ¿no?”, pregunta a Dolores.

“Claro” responde ella, “y se nota que hay piezas previas y otras más nuevas. A mi entender el último Fors, como de 2007 para acá, es un artista que está en constante búsqueda de una nueva visión y una nueva forma de expresión” dice Dolores, quien recordó que las piezas que se exhibieron en la Luis Tinajero no estaban todavía tan bien logradas como las de ahora: “Yo platiqué con él y tampoco estaba muy contento con ese trabajo”, afirma.

Para Arturo, es muy claro que Fors tiene muchos elementos que ha adquirido a lo largo de su trayectoria, y que se reflejan en estos cuadros aunque con un objetivo diferente: “Yo creo que en esta exposición de todas maneras se nota su bagaje, todo lo que él tiene como artista, pues además de ser un excelente dibujante –lo cual se puede ver también en los abstractos—es un artista muy completo porque es músico y también se encuentra ritmo en sus pinturas” comenta.

“A mí me gustaría que me explicaras un poco más cómo se nota la habilidad del dibujo aquí” le dice Dolores.

Arturo se levanta de la banca del museo y señala una de las piezas: “Mira, por ejemplo, en este cuadro, el rayoneo es aparentemente muy fácil, pero si tú te fijas hay una secuencia. Él sabe a dónde llevar su pincel, no son garabatos ininteligibles, incluso puedes encontrar formas. A mí no me parece desagradable”, opina.

- “No, es súper armónico”, responde Dolores.

- “Exacto, es muy armónico”.

Viaje sin escalas

Aquellos que están familiarizados con el anterior trabajo de Fors, forzosamente se preguntarán por qué un pintor como él decidió hacer un cambio tan radical en su obra, pasando del hiperrealismo a la pintura abstracta sin hacer escalas. Pues como bien dijo Garnica, es extraño que un pintor con su trayectoria dé un cambio así: “normalmente los artistas evolucionan, pero con la misma línea y estilo”.

Pero “Fors no es un artista cómodo, sino que se desafía constantemente” reflexiona Dolores, “todos sabemos que es un gran dibujante, y que le iba perfectamente bien con sus monas cuadradas. Pudo quedarse ahí toda la vida como muchos artistas lo han hecho, en lo que sabe hacer, en lo que vende y lo que le gusta a la gente. Pero en ese sentido es todavía más valioso porque no se conformó y buscó nuevos retos, y el abstracto para un artista figurativo y expresionista es un lenguaje súper complicado” continúa.

“Si, el abstracto exige más autenticidad porque no tienes un referente retórico literario y además está el  reto de la composición”, afirma Camacho, quien también reconoce el arrojo de Fors en el sentido de que un artista es el que está en permanente búsqueda y no el que se casa con una fórmula. “Creo que es lo que debemos agradecer de esta exposición” dice, “sobre todo la gente que ha conocido su trayectoria”.

Hablando de los referentes del artista, Dolores opina que una de las características de Fors es que ha sido muy autónomo y ha buscado su camino solo. “Yo no podría nombrar contemporáneos muy cercanos a su pintura, me parece que se ha formado en solitario” dice, aunque duda inmediatamente: “bueno, no sé si en solitario”.

“No, es lo que te iba a comentar”, dice Arturo, porque él surge en un momento en los ochentas, cuando la figuración cobra un auge y un reconocimiento, y en especial en aquellas personas que poseen cierto virtuosismo”. Recuerda a Lucía Maya, a Javier Campos Cabello y a Martha Pacheco, todos ellos poseedores de una innegable habilidad por el dibujo. “Esa gente sabe, y en concreto Fors, que –como decía el doctor Torreblanca— no  pueden desdibujar si no saben dibujar, y como conocen muy bien su herramienta y su instrumento, pueden hacer este tipo de cosas en donde no les vamos a hallar defectos de color o composición. Fors tiene la habilidad y no es un pintor conformista, supo evolucionar”, declara Arturo, “y arriesgar constantemente, eso es el arte”.  

¿Monedita de oro?

Seguramente hay muchas personas en esta ciudad que no entiendan o no estén de acuerdo con el trabajo de Fors, tanto en el ámbito de la pintura como en el de la música. Sin duda hay otros a los que les encanta. Lo que es un hecho es que, el también fundador de las banda de rock Cuca y Forseps, se ha mantenido lo suficientemente activo como para no pasar desapercibido en la escena local.

Por eso, se preguntó si el conjunto de cuadros que los rodean son valiosos por sí mismos como obra de arte, o si su valor corresponde más bien a la trayectoria de más de 30 años del cubano radicado en Guadalajara desde temprana edad.    

“Pues es que son las dos cosas”, dice Dolores, “depende de lo que te guste y lo que no. A mí hay unas que me gustan más, sobre todo las últimas piezas, las monocromáticas; hay unas muy bien logradas, muy armónicas, muy expresivas” afirma.

“A mí también me gustan” responde Arturo, “aunque hay unos que me recuerdan a pintores ya muy reconocidos en el ámbito del abstracto, por ejemplo  Rothko, como aquella pieza, pero tiene el elemento también de Fors, que es  el uso de colores”.

“Si, en la paleta de colores es súper claro” coincide Lolita, quien afirma que se puede reconocer un Fors por los tonos: “es como los artistas que creen haber encontrado su lenguaje, a lo mejor Fors ya encontró sus colores”.

“Ándale, si”, dice Arturo por toda respuesta.

Aire fresco

Es claro pues, que José Fors es una figura reconocida en Guadalajara, porque además, como dice Arturo, tiene varios públicos: uno como cantante de rock, otro como artista plástico, “otro como maestro de pintura con las señoras de providencia” dice Arturo. Pero, ¿qué podemos decir de él en el ámbito nacional? ¿Tiene alguna importancia en esta escala?

“Es que habría que ponerse a pensar en el nivel de la pintura allá en México, ¿no? Porque cada vez hay menos pintores reconocidos, es decir, cada vez se utilizan más otros soportes” opina Dolores.

“Sí, y también es muy difícil por el centralismo en el país” responde Arturo, y continua: Si vas al DF y haces un recorrido por las galerías vas a ver modas. Por ejemplo, todo mundo tratando los ídolos populares, luego los dramas existenciales, o los objetos”, dice. “Esto yo lo inscribiría en una línea donde está Gilberto Aceves Navarro, o sea en un abstraccionismo mexicano que, a lo mejor es exagerado porque soy habitante de la ciudad donde vive Fors, pero creo que refresca el abstraccionismo en México”.

Camacho concluye que el pintor es valioso dentro de la escena artística mexicana, sobre todo ahora que lo que más se hace en México son instalaciones, performances y cosas extra pictóricas.


''Pudo quedarse ahí toda la vida, como muchos artistas lo han hecho, en lo que sabe hacer, en lo que vende y lo que le gusta a la gente. Pero en ese sentido es todavía más valioso porque no se conformó.''
Dolores Garnica, crítica de arte.

Perfiles

José Fors (La Habana, 1958)

Pintor, grabador, músico, escritor, guionista y cineasta en ciernes. A los 9 años llega a  Guadalajara pero pronto se va a la Ciudad de México, donde estudia dibujo comercial mientras ejerce su primer trabajo como cantante en un café. En 1975 hace una carrera corta de dibujo en una escuela pública de Miami, Florida y toma clases de dibujo anatómico con el Maestro Roberto Martínez por más de tres años, en los cuales comienza a pintar al oleo. En 1980 Regresa a Guadalajara Jalisco donde comienza ganándose la vida dando clases de dibujo de manera independiente. En 1982 monta la que él considera su verdadera primera exposición, titulada Nosotros los Cobardes con la cual su carrera toma vuelo, echando raíz en esta ciudad y en 1996 es nacionalizado mexicano. En 2004 La Universidad de Guadalajara edita el libro José Fors 25 Años, acompañada de una magna exposición retrospectiva en el Museo de las Artes de la misma Universidad. Actualmente Fors realiza su obra pictórica cotidianamente en Zapopan, Jalisco donde vive.

Dolores Garnica  (1976)

Periodista y crítica de arte. Colabora para las revistas Magis, del ITESO, y Luvina, de la Universidad de Guadalajara. Licenciada en Letras Hispánicas por la Universidad de Guadalajara. En 1998 formó parte del Diplomado en Historia del Arte impartido por la SOGEM. En 2005 formó parte del Seminario de Historia y Arte Mexicanos, impartido por Domingo Coss y León, y Mauricio Nehbli, en el Museo Regional de la Ciudad.

Arturo Camacho  (1955)

Doctor en Historia del Arte por la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde 1993, es profesor investigador en El Colegio de Jalisco y profesor de Historia del Arte en Jalisco en la Universidad de Guadalajara desde 2000.
En la imagen, Arturo Camacho y Dolores Garnica frente a la obra de José Fors.