Lunes, 02 de Diciembre 2024
Cultura | Política cultural

Funcionarios culturales en las redes sociales

A pesar de ser una orden presidencial, pocos miembros del sector utilizan estas herramientas

Por: SUN

Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, es la reina tuitera. EL UNIVERSAL  /

Consuelo Sáizar, presidenta del Conaculta, es la reina tuitera. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (10/AGO/2011).- El boom de Twitter en la política, según analistas, lo pudo originar Barak Obama durante su campaña presidencial en 2008; el uso que él le ha dado lo colocan como uno de los pocos líderes en el mundo que entiende la nueva era de la comunicación.

De acuerdo a un reporte de la empresa Sysomos, la red social Twitter está poblada por alrededor 13 millones de cuentas y Estados Unidos es el país que encabeza la lista de usuarios, con 50.88%. México ocupa la posición 11, con 1.11%.

A este escenario digital se ha tratado de subir a los funcionarios mexicanos. Desde abril pasado se anunció que, por instrucciones del presidente Felipe Calderón Hinojosa, los miembros del gabinete tendrían una cuenta en Twitter para mantener un mayor contacto con los ciudadanos.

Pocos meses han pasado y, con base en la actividad de su cuenta, Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, quien abrió su perfil antes de la indicación presidencial, podría coronarse como la reina en Twitter, ya que es una de las usuarias con más publicaciones; hasta ayer tenía 4 mil 826 mensajes, semanalmente escribe alrededor de 110 publicaciones.

Los funcionarios culturales a nivel federal y local, en comparación con Sáizar, han soslayado el uso de esta herramienta. Tan solo los directores del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Teresa Vicencio Álvarez, y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Alfonso de Maria y Campos, carecen de una cuenta.
Mientras que Elena Cepeda, secretaria de Cultura del Distrito Federal, no la usa desde mayo pasado.

Entre pleitos y ojos cerrados

La periodista Esther Vargas, columnista de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, experta en el uso de redes sociales para el periodismo, dice que el uso más común de los funcionarios es mezclar lo personal con lo profesional, discutir con usuarios e ignorar las quejas de los ciudadanos.

“Se ha creado la posibilidad de generar un diálogo horizontal con los funcionarios. Estamos en proceso de aprendizaje y hay errores en el camino. Nadie sabe, por ejemplo, qué hacer ante la violencia verbal que se genera”, dice vía telefónica desde Perú.

Vargas agrega que hay funcionarios que sienten necesidad de demostrar que son personas comunes y por eso difunden que se irán de día de campo. “Debe encontrarse un equilibrio sobre lo que la gente quiere saber y lo que ellos quieren dar a conocer”, refiere.

Respecto a los temas controversiales, la especialista comenta que los representantes del poder optan por desaparecer. “Se esfuman cuando hay temas calientes, pero deberían estar obligados a responder puntualmente”, dice.

Para el especialista Juan Faerman, autor del libro Faceboom, las redes sociales son una moda que terminará.
“No podemos olvidar que lo más importante de las redes son los usuarios, somos nosotros los que le damos vida. En este sentido, las cosas que hacemos de manera cotidiana, las publicamos en Twitter o Facebook. Y la relación que mantenemos con los políticos es también la misma, distante. Además, a la gente le da miedo decir lo que piensa”, sostiene el experto en el tema.

En Argentina, asegura, sólo hay un funcionario que ha aumentado su presencia en la vida pública a partir de su uso en redes. “Se ha dicho que a través de Internet se pueden hacer revoluciones, a mí me parece que se ha sobrevalorado su uso”, afirma Faerman.

Sáizar, a la cabeza en Twitter

No son pocas las veces en que la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se ha manifestado a favor del uso del Twitter, incluso lo ha sugerido a sus colaboradores.

De acuerdo con Esther Vargas, en Latinoamericana no hay otro funcionario de alto nivel en el ramo cultural que utilice las redes sociales, por lo que el caso de Sáizar es único.

Hasta ayer, Sáizar tenía en su cuenta de Twitter, 4 mil 828 publicaciones, 10 mil 92 seguidores y estaba incluida en 209 listas.

Ella sigue 139 cuentas, entre las que destacan las de periodistas como León Krauze y Joaquín López Dóriga; medios de comunicación como la revista Letras Libres, escritores como Jorge Volpi, funcionarios o representantes públicos como Alonso Lujambio; instituciones como el INAH; empresarios como Azcárraga Jean y Slim Helú.

Entre los pocos artistas que figuran en la lista de intereses están la directora de orquesta Alondra de la Parra y la actriz Patricia Reyes Spíndola.

Según sus publicaciones, los intereses de la funcionaria están vinculados, sobre todo, a la literatura, así como a la difusión de las actividades del propio Consejo y de otras instituciones como el INBA. Mientras que otras artes, como la danza, suelen ocupar su atención en casos excepcionales como la visita a México de figuras como los bailarines Isaac Hernández y Elisa Carrillo.

Si bien Sáizar dedica gran parte de sus tuits a la difusión, mantiene una amable comunicación con quienes celebran su desempeño, como con los pocos que se han atrevido a cuestionarla, llegando a tener discusiones con los usuarios, como la que se suscitó por la construcción del Centro Cultural Elena Garro, en Coyoacán; y la difusión del gasto de 27 millones 732 mil 36 pesos en la realización del Primer Congreso Internacional La Experiencia Intelectual de las Mujeres en el Siglo XXI, realizado en marzo.

Entre las actividades a las que Sáizar pone particular atención se encuentran las realizadas por la directora Alondra de la Parra, con quien mantiene una amistad, que suele comentar en sus tuits y en fotografías.

Nula participación tuitera

A diferencia de Consuelo Sáizar, son pocos los servidores públicos dedicados al ámbito cultural que mantienen activa una cuenta en Twitter.

Los titulares del INBA y del INAH no se han metido a esta dinámica de comunicación y la presencia de dichas dependencias es través de cuentas oficiales, dedicadas, mayoritariamente, a la difusión de eventos, limitándose de esta forma a ser una extensión de las carteleras que pueden ser consultadas en sus páginas oficiales.

Aunque también han propiciado algunas discusiones, sobre todo cuando los usuarios han señalado faltas de ortografía, el exceso de tuits para un mismo tema o el abuso de lo que se conoce como hashtag, a las que responden con hostilidad o indiferencia.

El ejemplo de los titulares de las dependencias es seguido por el resto de los funcionarios. En el caso del Conaculta, el poeta Eduardo Lizalde, director de la Biblioteca de México, posee una cuenta que sólo utilizó durante un mes. Mónica Nepote, directora del Programa Cultural Tierra Adentro, sí ha demostrado ser una gran usuario de Twitter, pero las reflexiones y los temas personales son su prioridad.

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