Enrique Patrón de Rueda ofreció portentoso 'Concierto Mexicano'

CIUDAD DE MÉXICO (21/NOV/2010).- El director concertador Enrique Patrón de Rueda guió de manera espléndida a un ramillete de voces prodigiosas, la víspera, durante el 'Concierto Mexicano', magno espectáculo que formó parte de los festejo por la reapertura de la Sala principal del Palacio de Bellas Artes (PBA).  

La gala logró reunir en un mismo escenario a Olivia Gorra y María Alejandres, sopranos; María Luisa Tamez y Encarnación Vázquez, mezzosopranos; José Luis Duval y Alan Pingarrón, tenores; Jorge Lagunes, barítono; Rosendo Flores, bajo; con la Orquesta de Cámara de Bellas Artes; el Coro de Madrigalistas y Solistas Ensamble.  

Ese catálogo de voces privilegiadas interpretó una bien cuidada selección de obras acurrucadas todas en el gusto popular.  

Tras la 'Obertura Revolución', vinieron 'Bésame mucho', 'Te he de querer', 'Flor de azalea', 'Despedida', 'Serenata huasteca', 'Granada', 'Sabor a mí', 'Guadalajara' y 'Alejandra'.  

Ni el insensible intermedio aplacó la emoción, el gusto y el júbilo de quienes abarrotaron el reluciente coloso de mármol, cuya sala principal reabrió luego de más de dos años de intensos trabajos de reacondicionamiento, que incluyeron nuevo sonido, iluminación, video y el cambio total de piso, butacas, cortinas y lámparas.  

De regreso a sus asientos, el público se dejó llevar por 'Popurrí de danzas', 'Camino de Guanajuato', 'Pompas ricas', 'Estrellita', 'Nunca digas', 'No niegues que me quisiste', 'Amanecí otra vez…', 'Paloma querida', 'Noche de ronda', 'La norteña de mis amores', 'Dime que sí' y como colofón 'Júrame'.  

Entre las mejoras al recinto destaca la acústica de la Sala principal del palacio, que los asistentes pudieron comprobar, pues la calidad del sonido está a la altura de los mejores escenarios del mundo. Para el respetable resultó una experiencia de carácter inolvidable estar frente a músicos y cantantes en esta nueva era.  

En opinión de los expertos, la Sala principal del Palacio tiene una reflexión excelente. Anoche se oyeron voces en el sentido de que 'se percibe una acústica maravillosa, amén de los arreglos que se hicieron con cantidades de madera en muchos lados de la sala, lo que ayuda a que refleje bien el sonido'.  

Otros, consideraron que el sonido se percibe de manera mucho más real, más envolvente hacia el público. El consenso fue directamente que tras las obras que requirieron 700 millones de pesos, se ganó mucho en la sonoridad, para goce de ésta y las futuras generaciones de asistentes a la sala.  

Como se sabe, después de dos años y medio de trabajos de remodelación, la Sala principal del Palacio de las Bellas Artes se coloca entre las mejores de espectáculos del mundo, con una acústica renovada y equipamiento digital de última generación. También se cambió toda la mecánica teatral del recinto.  

Por eso, las orquestas más complejas y numerosas, todas las compañías de ópera, los espectáculos multimedia, las funciones de teatro y de danza, e incluso las conferencias o lecturas en voz alta, tendrán a partir de ahora el mejor foro disponible en México y muchas naciones alrededor del mundo.  

La tarea fue titánica. Sus equipos databan de hace un siglo, pues muchos fueron habilitados desde 1908. La mayoría, funcionaron sin parar desde 1934, año de apertura del Palacio de Bellas Artes. En síntesis, el concierto de anoche lució por los ejecutantes, los cantantes y las modernas instalaciones del PBA.