En el olvido, obras emblemáticas

GUADALAJARA, JALISCO (08/AGO/2015).- Desde la década de los sesenta, Fernando González Gortázar dejó en la Zona Metropolitana de Guadalajara al menos 12 piezas urbanas, de las cuales sólo dos se encuentran en buen estado.

De la obra urbana de este arquitecto y escultor, a quien la Universidad de Guadalajara (UdeG) le entregó, en noviembre de 2013, el Doctorado Honoris Causa, por su trayectoria en el arte y en la arquitectura, sólo se encuentran en buen estado la Torre de los Cubos (1972) y El Resplandor (1995), que forma parte de la colección permanente del Museo de las Artes de la UdeG.

El pasado 25 de julio, debido a las obras de la Línea 3 del Tren Ligero, comenzó el desmantelamiento de la Puerta de Zapopan (1984), ubicada en los cruces de Ávila Camacho y Patria. El retiro de la estructura, según el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), tardará tres semanas. Los trabajadores retirarán el puente pieza por pieza y las entregarán al Ayuntamiento de Zapopan, que desconoce aún el lugar en el que se reubicará.

Ante esta situación, Fernando González Gortázar afirma que, a pesar de la buena voluntad del Ayuntamiento y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para colocar la Puerta de Zapopan sobre Avenida Américas, a la misma altura en la que se ubicaba, hay demasiados cabos sueltos que dejan el proyecto “en el aire”.

“Pido cortésmente que se respete la palabra empeñada, que todos los acuerdos verbales a los que hemos llegado se formalicen, que ante la opinión pública se exponga el calendario de la obra, que se sepa cuándo va a estar reconstruido. En el momento en que todo eso suceda yo podré creer que la reconstrucción es un hecho. Mientras tanto, no canto victoria, puesto que no hay nada en firme. El que no vuelva a construirse el puente es una posibilidad muy real”.

Durante un recorrido por la ciudad se comprobó el mal estado en el que se encuentran La Gran Puerta (1969), la Plaza Fuente (1973), la Fuente de la Hermana Agua (1970), la plaza del Parque González Gallo (1972), la Fuente del Federalismo (1975), usada incluso como mingitorio y dormitorio por indigentes, así como El Triunfo de la Tierra (2002).

El Ayuntamiento de Guadalajara sabe de estos daños y afirma que en la Fuente del Federalismo y en la Plaza Fuente son mayores. La primera tiene un problema en la cisterna y, la segunda, tiene seccionada la tubería. En 2014 se proyectaba rehabilitarlas, pero no hay avance.

Por su parte, la Dirección de Mantenimiento Urbano de Zapopan no tiene una agenda de conservación cultural y atiende la zona de Los Cubos cada cuatro meses.

Expertos concuerdan y apuntan la importancia y potencial de la obra, incluso como un atractivo turístico. El arquitecto Ignacio Gómez Arriola, erige al arquitecto como el creador más importante del arte urbano contemporáneo en la ciudad, a la par de Mathias Goeritz.

El arquitecto Álvaro Morales lo define como heredero de una tradición artística que viene desde las estelas prehispánicas de la región maya: “Además de que fue alumno de Mathias Goeritz, es el que más ha heredado esta tradición”.

Añade que si su obra estuviera cuidada y catalogada, podría formar parte de una ruta para atraer más visitantes a la ciudad.

Ambos arquitectos resaltan la necesidad de cuidar el entorno urbano y dignificar la obra de González Gortázar.

DERRIBAN PUERTA DE ZAPOPAN POR OBRAS DEL TREN LIGERO
Sin fecha ni lugar

El pasado 25 de julio comenzó el desmantelamiento de la Puerta de Zapopan (1984). Según el Sistema de Tren Eléctrico Urbano (Siteur), las piezas serán entregadas al Ayuntamiento, que todavía no define el punto en el que reconstruirá el puente.

Fernando González Gortázar comenta que, a pesar de la buena voluntad del Ayuntamiento y de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el que no se cuente con un cálculo estructural ni con un calendario para la reconstrucción, deja todo el proyecto en el aire.

En el sitio de reubicación en Avenida Américas a la misma altura en la que estaba, agrega, los elementos estructurales actuales encajan a la perfección.

“La autorización está exactamente en los mismos términos. El compromiso de Comunicaciones y Transportes, la cual tiene la última palabra, es únicamente verbal. Pienso que para iniciar la demolición debería contarse con un calendario de demolición y de obra perfectamente claro, con el cálculo estructural terminado, con el presupuesto aprobado… y nada de esto es así”. Cuando se termine el desmantelamiento, la Puerta de Zapopan se unirá a la Unidad Deportiva Prisciliano Sánchez, a la plazoleta Orozco y a la fachada del Cementerio del Sur, obras de González Gortázar que fueron destruidas.

POSTURAS DEL AYUNTAMIENTO
Dan “mantenimiento mayor”

Antes de que González Gortázar recibiera el Doctorado Honoris Causa (2013), el Ayuntamiento de Guadalajara dio mantenimiento a La Gran Puerta, a la plaza de acceso al Parque González Gallo y a la Fuente de la Hermana Agua. La Dirección de Mejoramiento Urbano afirmó que las obras de González Gortázar reciben un “mantenimiento mayor” cada seis meses y cada mes y medio revisan el estado de las esculturas y las fuentes.

La Fuente del Federalismo, cuyos alrededores son utilizados como retrete y dormitorio de personas en situación de calle, fue alterada durante la administración de Aristóteles Sandoval. El entonces titular de la Secretaría de Servicios Públicos, Mauricio Gudiño, ordenó la creación de un cárcamo para que el agua de la fuente no se derramara por las escalinatas de la plaza, sin importar que ese detalle traicionara el concepto original de la obra y violara la Ley de Derechos de Autor. Actualmente, el Ayuntamiento sabe que los daños en la Fuente del Federalismo y en la Plaza Fuente son mayores. La primera tiene un problema en la cisterna y la segunda tiene seccionada la tubería.

“De lo aceptable a la ruina”

Fernando González Gortázar afirma que el estado de su obra urbana en Guadalajara varía desde lo aceptable hasta casi en la ruina, porque de la docena de obras que dejó desde finales de los sesenta hasta principios del siglo XXI, sólo una pieza se encuentra en buen estado: la Torre de los Cubos, que desde 1972 se cuadra ante el irreductible ensanchamiento y caos de la metrópoli.

Otra cuyo estado es aceptable es El Resplandor (1995), que forma parte de la colección del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA).

González Gortázar asegura que la Fuente del Federalismo (1975) está cerca de su destrucción total, pues la plaza que la rodea, a un costado de la Estación Washington del Tren Ligero, ha desaparecido por completo.

Cuestiona que La Gran Puerta (1969), donde se invirtieron tres millones 400 mil pesos, ubicada en la Colonia Jardines Alcalde y restaurada durante la alcaldía de Alfonso Petersen, esté de nuevo en condiciones lamentables.

Contrasta que la Fuente de la Hermana Agua (1970) esté bien físicamente, pero con un funcionamiento errático. Comenta que la Plaza Fuente (1973) es otro caso vergonzoso, pues lleva décadas seca.

Apunta que las esculturas del Parque González Gallo (1972) se mantienen, pero han cambiado los colores, la plaza está en condiciones lamentables y el pórtico del fondo, “importantísimo y esencial”, ha sido deformado.

“En pocas palabras, hacer un recorrido por lo que yo hice en Guadalajara en materia de arte urbano, de lo único que habla es de descuido, de incuria, de desinterés… y en el fondo hay una falta de respeto por la ciudad, porque yo no soy el dueño de esas obras, es la ciudad y la ciudadanía, y cuando se mantienen las obras en semejantes condiciones vergonzosas, a quien se ofende es a la ciudad y a la ciudadanía. No puede ser que una ciudad con dignidad y con respeto por sí misma permita el deterioro de su imagen a ese nivel, pero esta es una larga y triste historia tapatía”.

PERFIL
¿Quién es Fernando González Gortázar?

Fernando González Gortázar nació el 19 de octubre de 1942 en la Ciudad de México. A los cuatro años de edad se trasladó con su familia a Guadalajara. Es viajero, conversador extraordinario, amante de la poesía y la naturaleza.

Cuando la UdeG le otorgó el Doctorado Honoris Causa en febrero de 2013, se le destacó por su excepcional trayectoria en la arquitectura y el arte, manifestada en sus obras y aportes.

Estudió arquitectura en la Universidad de Guadalajara, donde obtuvo el título profesional en 1966. Paralelamente, había tomado cursos de escultura con el maestro Olivier Seguin, en la Escuela de Artes Plásticas. Entre 1967 y 1968 vivió en París, donde estudió Estética en la Escuela de Arte y Arqueología (actualmente Instituto de Arte y Arqueología), y Sociología del Arte, en el Colegio Francés.

Otras estancias prolongadas en el extranjero las ha tenido en Londres (1982), donde enseñó Estética Urbana en el Politécnico de Oxford, y en Madrid (1986-1988), donde realizó trabajos de arquitectura y de escultura monumental urbana; éstas han sido las dos vertientes rectoras de su actividad profesional, que ha dejado obras en México, España y Japón.

En 1965 obtuvo el primer premio en escultura en la Exposición-Concurso de la Plástica Jalisciense; en 1984 recibió la medalla “José Clemente Orozco”; en 1989 ganó el “Gran Premio Henry Moore” y el Utsukushi-ga-hara del Museo al Aire Libre Hakone, en Japón, así como el “Premio Jalisco” en Artes Plásticas. En 2012 le entregaron el Premio Nacional de Ciencias y Artes.

Como artista plástico ha efectuado exposiciones individuales en México, España y Hungría, y participando en abundantes colectivas. Entre las primeras, pueden destacarse “Fracasos monumentales”, Palacio de Bellas Artes, 1970; “Arquitectura y escultura 1965-2001”, Fundación Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y Kévés Studio Galéria, respectivamente en Madrid y Budapest, y “Resumen del fuego”, Museo de las Artes, Guadalajara, 2013.

Destacan legado

Para el arquitecto Ignacio Gómez Arriola, Fernando González Gortázar es el creador más importante del arte urbano contemporáneo en la ciudad, que convive en importancia con la obra pionera de Mathias Goeritz.

Gómez Arriola destaca que el descuido y la falta de mantenimiento afectan seriamente la obra del arquitecto y escultor. Considera que tampoco se cuidan los entornos de sus obras, como en la Fuente del Federalismo.

Lamenta que, como en el caso de la Puerta de Zapopan, se tengan que desmontar obras que la comunidad y la metrópoli ya tenían en funcionamiento.

“Lo más benéfico es garantizar que vuelvan a ser ubicadas en los espacios que puedan seguir dignificando a la metrópoli y, sobre todo, que haya un cuidado y conservación del patrimonio con el que cuenta la ciudad”.

El arquitecto Álvaro Morales celebra las influencias de González Gortázar, que le permitieron definir su concepto y plasmarlo en sus obras no sólo en México sino a nivel internacional:

“Él dice que se debe establecer entre la ciudad y el ciudadano una relación erotizada, basada en el sentido de pertenencia mutua, en el placer y en el amor. Fernando tiene el principio de que la escultura urbana establece una relación con el ciudadano que va más allá de algo estético”.

Acentúa que si la obra urbana del arquitecto Fernando González Gortázar estuviera cuidada y catalogada, podría formar parte de una ruta que podría atraer más visitantes a la ciudad. Sin embargo, apunta que Guadalajara se ha destacado por negarles el valor a las obras, destruyéndolas o modificándolas a su antojo.

Las obras del arquitecto y escultor

En buen estado

La Torre de los Cubos.

El Resplandor.

En mal estado

La Gran Puerta.

Fuente de la Hermana Agua.

Plaza de acceso al Parque González Gallo.

Plaza Fuente.

Fuente del Federalismo.

El Triunfo de la Tierra.

Destruidas

Puerta de Zapopan.

Plazoleta Orozco.

Unidad Deportiva Prisciliano Sánchez.

Plaza del Cementerio del Sur.

ACCESO DEL PARQUE GONZÁLEZ GALLO
La obra más acabada

Mario Schjetnan resalta que una de las creaciones más importantes de la fase temprana de González Gortázar es la plaza de acceso al Parque González Gallo, considerada la obra más acabada del escultor, que también recibió los embates de la incuria gubernamental.

“Es una obra de tres enormes vigas sostenidas a manera de patas que levitan en el espacio de esa plaza surreal. Esta obra única, paradigmática, de vanguardia, tiene una enorme fuerza expresiva, plástica y poética y tuvo en nuestra generación un enorme impacto”.

Otra de las obras favoritas de Schjetnan es la Plaza Fuente, cuyos cubos grises sólo se mojan cuando llueve.

“Fernando crea una arquitectura topográfica, una topología a escala del peatón y del habitante. Es una verdadera floristería de cubos que explotan en múltiples módulos repetidos. Todo ese paisaje mineral se suaviza con múltiples chorros de agua que lamen y chorrean las paredes, creando un ambiente de humedad agradecido”, añadió.

Por otra parte, Mathias Goeritz escribió en 1986 que la Fuente de la Hermana Agua “es una de las fuentes más hermosas y originales que conozco… al combinar el concreto con los chorros de agua logró descubrir una belleza del material que no ha sido superada”.

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