Martes, 23 de Abril 2024
Cultura | La rueda de prensa, al final se transformó en una clase de cómo vivir una vida de noche

El día que me quiten la noche me quitarán la mitad de mi vida: Ruy Sánchez

Presenta uno de los libros con los que más se ha divertido, la de sus experiencias en su vida nocturna, donde nunca ha estado solo

Por: EL INFORMADOR

Alberto Ruy Sánchez fue ganador del premio Xavier Villaurrutia en 1987  /

Alberto Ruy Sánchez fue ganador del premio Xavier Villaurrutia en 1987 /

GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2011).- Esta tarde el escritor y poeta capitalino presenta uno de los libros con los que más se ha divertido, la de sus experiencias en su vida nocturna, donde nunca ha estado solo.

La cita era a las 13:00 horas en la sala de prensa de la Feria Internacional del Libro. Él ha llegado temprano pero no su presentadora ni tampoco la gente de prensa para que lo presenten. En las mesas hay dos personificadores, uno con su nombre, Alberto Ruy Sánchez y otro con el de Marcela González. El reloj avanza y él saluda. Se pone a platicar con un par de periodistas que más que reporteras bien pueden pasar como sus grupies. Ellas sacan sus libros, él plasma su autógrafo. Y el reloj avanza.

“Bueno, como nadie más llega yo voy a contestar las preguntas fáciles y Marcela las difíciles, ¿ok? Y todos le aplauden la ocurrencia”. Esta tarde Alberto está contento, pero dice que “el frío allá afuera está impresionante, parece que la sala de prensa es el lado más calientito de la feria… bueno es normal, donde hay prensa siempre hay fuego. O de plano le metieron rayos de sol a esta sala?” y las sonrisas no paran. Hoy por la noche el autor ganador del premio Xavier Villaurrutia en 1987 presenta su más reciente titulo Elogio del insomnio.

Entre la gloria y el paraiso

Conforme los periodistas van tomando su lugar para una rueda de prensa, que al final se transformó en una clase de cómo vivir una vida de noche, Alberto se distrae con facilidad. Es que en el fondo, detrás de los camarógrafos, está su esposa. “Una vez me lastimé un musculo y me dijeron que tenía que dormir más, pero mi esposa siempre me vio despierto. Aunque me empieza a dar miedo que de dormir tres horas ahora tenga que dormir una hora y media más. ¿Verdad Maggie?” y su esposa dibuja en su rostro una sonrisa cómplice en una cara roja de vergüenza. Y es que, en el libro está contenido un capítulo de su experiencia de tener de vecinos a un hotel de paso llamado El Paraíso y un cine de mala muerte llamado La Gloria.

El futuro del libro no está en las maquinitas

Si alguien le pregunta a Alberto para él la mutación del libro hacia las tabletas electrónicas es un tema “al que nos tenemos que subir los editores, porque esta nueva dinámica nos está terminando. Ya no hay editores”. Alberto Chimal fue uno de los escritores que publicó hace poco un texto sacado de sus twitts. Al respecto, Ruy Sánchez dijo que “a mí me tocó hacer muchas cosas desde hace mucho. Utilicé las computadoras desde 1982 cuando estaba haciendo mis prácticas del doctorado, entonces no tengo complicaciones porque desde entonces ya estaba viendo cómo dar el salto”.

Según la teoría de Ruy Sánchez, el problema de los libros electrónicos no tiene que ver precisamente con los libros sino con los soportes en donde se pueden leer “están haciendo que compremos maquinitas cada rato. Y a la nueva le agregan cosas nuevas y entonces lo importante no es el contenido”.

Antes de finalizar Ruy Sánchez ve que su esposa ya no está donde mismo. Y sólo dice “gracias, los espero hoy en la noche, en el salón 2 (a las 20:00 horas) para que vean como hace ocurrencias Xavier Velasco, aunque bueno, hoy no trae su muñequito”.

Perfil

Alberto Ruy Sánchez


Nació en la Ciudad de México el 7 de diciembre de 1951. Vivió en París ocho años, donde estudió entre otros profesores, con Roland Barthes, Gilles Deleuze, Jacques Rancière, terminó un doctorado y se hizo editor y escritor. Desde 1988 dirige la revista Artes de México, que en dos décadas obtuvo más de ciento cincuenta premios nacionales e internacionales al arte editorial. En 1987, con su primera novela, Los nombres del aire recibió el más importante premio literario mexicano, el Xavier Villaurrutia, y se convirtió inmediatamente en un libro de culto. En él inicia una exploración poética y narrativa del deseo que continúan las novelas En los labios del agua (1996), que recibió en su edición francesa el prestigioso Prix des Trois Continents; Los jardines secretos de Mogador (2001), Premio Cálamo/La otra mirada (Zaragoza, 2002); La mano del fuego: un Kama Sutra involuntario (2007), y Nueve veces el asombro (2005).

EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA

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