Lunes, 21 de Octubre 2024
Cultura | Diego recorre en su pintura el amor y sus relaciones sentimentales

Diego Rivera cambió la forma de cómo se ve a México

Su primer cuadro lo hizo a los 12 años, en la Academia de San Carlos

Por: NTX

PERU,LIMA.- El pintor mexicano Diego Rivera, uno de los principales muralistas, cambió la forma de cómo ahora se ve a México, revalorizó la cultura, se comprometió en lo político y en lo social y viajó por el mundo con la sencillez de su arte.

Al dictar una conferencia magistral aquí sobre el célebre mural "Sueño de una tarde dominical en la Alameda", del legendario Rivera, el curador mexicano de arte Gregorio Luke concluyó que Diego paseó por el mundo el expresionismo mexicano.

"Diego podía ser violento y, al mismo tiempo, tenía la ternura de un niño. Tenía la capacidad de la invención, podía crear historias y convencer a la gente de que eso realmente sucedió", indicó Luke, en una charla en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.

El muralista fue capaz de crear, de hacer un recorrido por el arte universal; de pintar murales tan poderosos y polémicos, señaló.

Indicó que Rivera fue un hombre que, a veces, mentía tras sus 1.90 metros de estatura y lo que a la gente le impresionaba eran sus ojos. Su risa era aterradora y su conversación arrasadora.

El era capaz de inventar algo, como que pudo haber luchado al lado de Lenin, en las estepas. Inventaba algunas teorías al tiempo que era como ningún otro artista un gran amante y en uno de sus cuadros retrata a sus amores, dijo.

Y es que el artista nació cerca al Callejón del Beso, en Guanajuato, centro de México, de donde de repente le vino el enamoramiento permanente, porque, como asegura ahora el pintor peruano Fernando de Zyslo, lo opuesto a la muerte es el amor, dijo.

El 8 de diciembre de 1886 nació Diego junto con su hermano Carlos, que murió a los dos años de edad y el otro se convertiría en un pintor mundialmente famoso. Su nombre completo: Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera Costa y Rodríguez.

Diego generó su primer escándalo a los cinco años de edad, cuando lo llevó su tía Vicenta a la iglesia y le dice a Rivera que pida a la Virgen para que lo haga bueno, pero él dice que la imagen no lo puede escuchar porque no tiene agujeros en las orejas. "Además está hecha de palo (madera)".

La tía insistió en que la imagen concede cualquier cosa, a lo que el futuro artista respondió: es como si le pidiera mi domingo a la foto de mi papá. Tras ello, lo sacaron de la iglesia y desde allí fue considerado como el primer ateo mexicano.

Este artista lo experimentó todo: el expresionismo, el cubismo y rescató la técnica del fresco y la hizo contemporánea; fue capaz de crear murales muy poderosos.

Desde muy temprana edad demostró un gran talento en el dibujo que hizo a los tres años, cuando pintó un tren. A los 11 años inició sus clases en la sección nocturna y luego en la escuela de artes de San Marcos.

Su progreso fue notable y su primer cuadro lo hizo a los 12 años, en la Academia de San Carlos, donde tuvo como maestro a Félix Parra, que le enseña a amar el arte prehispánico.

El curador de arte Gregorio Lucas analizó la vida y obra del famoso pintor mexicano y sus proyectos de vida de sus murales, entre ellos uno que hizo en Estados Unidos, que le generó problemas porque se negó a retirar el retrato del líder revolucionario ruso Lenin.

En su obra maestra "Sueño de una tarde de domingo en la Alameda" pone detalles de su infancia, de su amor con Frida Kalho y con su hija; retrata a Benito Juárez, a Francisco I. Madero, a Emiliano Zapata, a los pobres o a los indígenas mexicanos.

Diego recorre en su pintura su amor y sus relaciones sentimentales, como Angelina Beloff, Guadalupe Rivera Marín y Frida, quienes en ciertos momentos le dan vida al pintor.

El cubismo, el realismo, el surrealismo que Diego pinta en diversas formas fue analizado aquí por Luke, quien dijo que el artista vio en cada rostro radiante, en cada niño luminoso, en cada pueblo, en cada mercado una gran belleza.

"El estilo de Diego nació como nacen todos los niños, después de un embarazo de 35 años", recordó el curador. El México al que había regresado Diego, tras su viaje por Europa, cambió sustancialmente y Rivera vuelca su arte luego de que México viviera postrado ante los europeos.

El mural "Sueño de una tarde de Domingo en la Alameda" es una de las obras cumbres de Rivera, en la que plasma la historia de México con prostitutas, un carterista, religiosos, José Martí, la muerte llamada "La Catrina" y la niñez de Diego.

El curador de arte mexicano Gregorio Luke dijo que Diego pintó el equivalente a tres kilómetros cuadrados, que consagran su visión de los indígenas, el pueblo, la muerte, los colores tropicales preñados de amor y dolor, con gran influencia de Picasso.

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