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Cultura | Martha Hickman celebra 25 años de trayectoria como coreógrafa y docente

Del estruendo al minimalismo

Martha Hickman celebra 25 años de trayectoria como coreógrafa y docente en el Teatro Degollado

Por: EL INFORMADOR

En constante movimiento. Originaria de Veracruz, la bailarina y coreógrafa no ha dejado de trabajar en torno a la danza. EL INFORMADOR /

En constante movimiento. Originaria de Veracruz, la bailarina y coreógrafa no ha dejado de trabajar en torno a la danza. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (11/SEP/2013).- Martha Hickman baja del escenario, la sala del Teatro Experimental de Jalisco (TEJ) está vacía, y comienza a subir las escaleras para salir del foro. Acaba de presentar Muerte del alma, su más reciente trabajo coreográfico, con el que está a minutos de titularse de la maestría en Educación y Expresión para las Artes.

Tiembla un poco, y con lo le queda de energía se dirige a la sala Stella Inda donde los sinodales decidirán su futuro. Horas más tarde, establece su estado en Facebook: “Oficialmente… YA SOY MAESTRA!!!!!!”.

El paso número dos, de los tres que la han tenido estresada en las últimas semanas, ya está concluido. Primero fue la reposición de Cubierta de Flores, una de sus coreografías –que dirige e interpreta junto a la bailarina Nandí Santana–, en el Estudio Diana el viernes pasado. Ayer, la presentación de su examen de maestría; ahora con título en mano (prácticamente), ya puede destinar el estrés a una sola preocupación: la celebración por sus 25 años de trayectoria como coreógrafa, que se llevará a cabo el sábado en el Teatro Degollado.

Veinticinco años parecen muchos, demasiados para dedicarse a una tarea tan complicada como lo es el arte, y en estos tiempos: la danza, que a veces parece verse tan poco en la ciudad, a pesar de la existencia de muchos grupos y espacios (los suficientes) para deleitar al mucho o poco público que hay en la metrópoli.

Pero eso es lo de menos. Hickman sigue en lo suyo: en la creación, dirección, interpretación y la enseñanza, y ahora ya es una “maestra-maestra” de verdad.

Hace apenas tres meses y medio (a finales de mayo) se festejó en su etapa de intérprete, para ello sucedió lo que pocas veces le ocurre a una coreógrafa: bailó obras de otros creadores (Larisa González, Alfonsina Riosantos y Cardiela Amezcua), bajo el nombre de Polvo de estrellas.

“Pero desde diciembre estamos preparando mi ‘festejote’ como coreógrafa y como maestra, que ha sido otra de mis facetas importantes”, expresa.

Para la gran fiesta se ha preparado una selección de fragmentos de algunas de las coreografías que Hickman ha hecho a lo largo de cinco lustros, entre ellas Detrás de mis frontales, que si bien no fue una de las primeras –data de 1994–, sí es una de las más apreciadas por la coreógrafa, pues con ésta rinde tributo a uno de sus músicos favoritos: Silvio Rodríguez.

Y así, se va de una a otra, por diferentes etapas de su vida, pues si hay algo que tienen las obras de Martha Hickman, es un claro reflejo de su personalidad y de sus estados de ánimo; en ellas (en prácticamente todas) se describen momentos de luz y oscuridad de la persona que es hoy.

En la función del próximo sábado en el Teatro Degollado, Hickman se quedará sentada (tal vez caminará de un lado a otro por los pasillos) y seguramente estará tan nerviosa como cuando ella sale a escena. Las obras ahora serán interpretadas por 80 bailarines, muchos de ellos jóvenes que han pasado por sus clases: egresados y estudiantes aún, pero de los niveles más avanzados.

“Son obras refrescadas –relata–, algunas, después de 15 o 20 años, al montarlas con chavos que traen otra dinámica de movimiento, se transforman, se actualizan. La obra más viejita que presento de mi trayectoria no es la primera que presenté a público, sino la que dije ‘ésta es la que quiero’, es del 94, y la más nueva (Muerte del alma) se va a presentar en multimedia, que es la obra que estreno este año. Entonces van a ver cómo fue evolucionando mi trabajo”.

La evolución de Martha Hickman se ha dado de la misma forma en que ha crecido como mujer, “desde una creatividad desbordada a una conciencia más orgánica, a una contención de energía”.

La coreógrafa e intérprete asegura que los brincos y la locura de obras como El despertar de la conciencia ya no puede ser como lo fue antes. “La veo ahora y pienso que no podría hacerlo; creo que el mismo cuerpo me lo ha pedido, asentándome en otro tipo de movimientos; también la vivencia, lo que ha sucedido con la danza en todo el mundo. Entonces, creo que he evolucionado de algo muy estruendoso a algo más concreto y minimalista, pero también me he dado el gusto de trabajar la forma en algunas obras, la forma estética”.

Movimientos desde la oscuridad


Muerte del alma es el trabajo más reciente de Martha Hickman, aunque aún no lo ha presentado públicamente, sólo para los sinodales que le dieron ya el título de “maestra” y para algunos invitados, sus amigos más cercanos.

“Es una obra cuyo tema es el sinsentido en la vida y el suicidio como única salida para la depresión extrema”, cuenta, y advierte que se basa en dos personajes creados por Virginia Woolf (1882-1941).

“Tomo la esencia de esos dos personajes, de la misma Virginia, y me apropio de ellos; o sea, no es una representación de Virginia ni de los personajes, soy yo con ellos dentro de mí, y cómo percibo y vivo actualmente esta situación”.

A pesar de que algunos cuadros coreográficos de las obras de Martha Hickman abordan temas duros: ruptura, muerte, decepción, tristeza; al final, la combinación del movimiento, la música, la iluminación, la escenografía, convierten los espectáculos en momentos de luz, como lo es el espíritu de la creadora.

“Creo que la oscuridad ha estado en mí, me gana la luz, pero la oscuridad está en mí… Exploro las dos facetas en mi vida, y ésta es una obra que así fue, que no tiene salida. La gente que ha visto algo de ella dice que tiene una poética muy bella, con toda la tristeza y la densidad. La belleza de la tristeza, podríamos decir”.

De Muerte del alma podrá verse apenas un fragmento en video (la parte inicial de la obra) en el Teatro Degollado; para el resto habrá que esperar a finales del año, a lo mejor porque Hickman quiere descansar del estrés y las preocupaciones por un momento, para dedicarse de lleno al nuevo ciclo escolar que ha comenzado en la Universidad de Guadalajara, donde desarrolla su papel de docente.

Por lo pronto, antes y después del festejo de aniversario, queda la oportunidad de verla como ejecutante en el Estudio Diana con Cubierta de Flores, obra que –por cierto– no está contemplada en el programa del sábado.

“No podía quitarle nada y presentar un pedacito”, dice la bailarina y coreógrafa.

Ese montaje parte de tres escenas: Madre, Muerte y Cadencia orgullo, y es el resultado de un taller con Cecilia Lugo.

“El ejercicio coreográfico que hicimos con ella me llevo a escribir un texto y explorar un primer germen de movimiento. Quedó ahí, y después de una pérdida personal, me remite a ese ejercicio y decido hacer Cubierta de flores, asentándolo en una temática que ubico como la exaltación de los valores y fortalezas de la mujer contemporánea, expresados a través de la metáfora escénica”.

La obra se estrenó en octubre de 2009, y desde entonces ha repetido funciones prácticamente cada año; incluso, en 2012 estuvo en algunos festivales de danza del país y en Pinar del Río, Cuba.

TOMA NOTA
Las funciones


“Martha Hickman, 25 años en la escena de la danza”

Día y hora: sábado 14 de septiembre, 19:00 horas.

Lugar: Teatro Degollado (Belén, entre Morelos e Hidalgo).

Boletos: desde 50 pesos.

“Cubierta de Flores”

Día y hora: viernes de septiembre, 20:30 horas.

Lugar: Estudio Diana (Av. 16 de Septiembre 710, esquina Mexicaltzingo).

Boletos: 120 pesos general; 80, para estudiantes, profesores y adultos mayores.

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