Cien años de vistas naturales y urbanas en el Cabañas

CIUDAD DE MÉXICO (10/SEP/2010).- La rica vista natural y urbana de México se devela esta noche en el Instituto Cultural Cabañas (ICC) dentro de la exposición Horizontes. Pasión por el paisaje, conformada por 58 obras de reconocidos artistas internacionales que fueron líderes en su momento y supieron plasmar y reflejar el realismo de la plataforma biodiversa que existe en el país.

El acervo que se ha presentado en otros puntos del país en los últimos cinco años, pertenece a la empresa financiera ING.

Gerardo Murillo “Dr. Atl”, Joaquín Clausell, Paul Fischer, Augusto Löhr, Johann Moritz, Armando García Núñez, José María Velasco y otros artistas plásticos protagonizan la magna exposición que se inaugura hoy por la noche en el Instituto Cultural Cabañas.

Horizontes. Pasión por el paisaje se encuentra distribuida en seis salas del recinto clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y dividida temáticamente en dos apartados: El paisaje como certidumbre y El paisaje como indagación.

“El tema del paisaje nos acerca a muchas cosas, hay una gran parte de historia, que data de finales del siglo XIX hasta finales del XX. Hablamos de artistas viajeros y extranjeros que llegaron a México atraídos por los escritos realizados por Alexander von Humboldt, quienes plasmaron todo lo que veían en el territorio mexicano: costumbres, tipos, paisajes, arqueología y retratos, es decir, todo lo que estimulaba la imaginación y creatividad de los artistas europeos”, explica Consuelo Fernández, curadora de la colección privada de ING México.

La presente muestra es un vínculo excepcional entre la profundización de la percepción y el amor al paisaje, en la íntima comunicación del hombre con su entorno natural, “que es al mismo tiempo el espejo en que los artistas proyectan sus estados de ánimo”, agrega.

Las 58 obras (49 óleos, cinco acuarelas, dos carbones, una mixta y un Atl colors, una técnica de pasteles grasosos) evidencian el periodo comprendido entre 1860 y 1989, con escenarios que resaltan la riqueza de color y diversidad de trazo que existe en México.

Radiografía de la muestra

El apartado de la exposición titulado El paisaje como certidumbre propone cuatro subtemas. El primero es Testimonios: artistas viajeros y diletantes románticos, que gira en torno a la revelación de información histórica, arquitectónica y humanista, y artistas como Johann Moritz Rugendas, Augusto Lörh, Paul Gustave Fischer y Charles Michel.

Realismo: la oficialización del arte en la academia de San Carlos incluye detalles naturales registrados en escenas realistas, que son puntos de referencia en tiempo e historia. Fueron necesarios los ojos extranjeros para que los artistas mexicanos pintaran el paisaje con perspectiva de una herramienta técnica para proporcionar volumen y profundidad al paisaje. Destacan los trazos de los mexicanos José María Velasco, Cleofás Almanza y Félix Parra Hernández.

En Registro: calles y plazas en el paisaje urbano del siglo XIX hay escenarios naturales y urbanos donde lo arquitectónico es esencial, lo que se evidencia en la obra de Francisco Morales van den Eynden y en dos obras anónimas.

Finalmente, Estereotipos: vestigios académicos en la Escuela Nacional de Artes es una prolongación de la enseñanza académica que privilegia los detalles histórico-realistas de la pintura con un discurso nacionalista. Destaca el trabajo de Armando García Núñez y Guillermo Gómez Mayorga.

El segundo apartado de la exposición El paisaje como indagación incluye Interpretación: ecos de vanguardia entre dos siglos, el cual narra la etapa del impresionismo y el modernismo que se caracterizó por plasmar el estado de ánimo con el que los artistas perciben la realidad y luego la interpretan. Los artistas son Joaquín Clausell, Rufino Tamayo, Fermín Revueltas, Alfredo Zalce y Rosario Cabrera.

En Interpretación: Ecos de vanguardia a mediados del siglo XX se recrea el interés por la pintura de vanguardia, inspirada en el surrealismo y la metafísica, con obras alejadas del mundo natural. Carlos Orozco Romero y Guillermo Meza Álvarez brindan un toque monocromático, así como una infinita gama de colores que oscilan entre imágenes nuevas, eternas e irreales.

El siguiente subtema está dedicado al tapatío Gerardo Murillo, en Símbolo: las visiones atmosféricas del Dr. Atl, en la que se aprecian aeropaisajes, exploraciones que hacía desde helicópteros de los volcanes. Una gran parte de su trayectoria la dedicó a replicar con su paleta el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl, además de ser el inventor de sus propios pigmentos aplicados sobre fibracel llamados Atl colours (pasteles grasos).

A través de Símbolo: luz y transparencia en Luis Nishizawa se percibe el lenguaje propio del artista de origen japonés, quien gozó de un gran sentido de observación de la naturaleza.

El recorrido también incluye Reflexión: el legado de la escuela mexicana de la pintura, con los nuevos rumbos de la pintura pos revolucionaria, y el nacimiento y desarrollo de grupos encabezados por Raúl Anguiano, José Chávez Morado, Federico Cantú y Antonio de la Barra.

Al final de la muestra, pero no menos importante, señala Consuelo Fernández, se encuentra Evocación: la influencia de la academia y la escuela mexicana de pintura en los años sesenta, que es protagonizada por artistas plásticos como Raymundo Martínez, Demetrio Llorden, Francisco Casanovas y Gorehs, Eduardo Castellanos, Féliz Newman Flores y Gilberto Guerra González.

Horizontes. Pasión por el paisaje / Hoy, 20:30 horas / Instituto Cultural Cabañas, entrada libre / Permanece hasta el 9 de enero de 2011