Miércoles, 17 de Abril 2024
Cultura | Autoridades y miembros de la Armada de Chile celebraron la hazaña durante una ceremonia

Chile celebra los 400 años del hallazgo del remoto Cabo de Hornos

Centenares de autoridades y miembros de la Armada de Chile celebraron la hazaña durante una ceremonia

Por: EFE

El remoto y enigmático lugar fue descubierto el 29 de enero de 1616 por Willem Cornelisz Schouten y Jacob Le Maire. EFE / S. Silva

El remoto y enigmático lugar fue descubierto el 29 de enero de 1616 por Willem Cornelisz Schouten y Jacob Le Maire. EFE / S. Silva

CABO DE HORNOS, CHILE (29/ENE/2016).- Chile celebró hoy los 400 años del descubrimiento del Cabo de Hornos por parte de la expedición holandesa comandada por Willem Schouten y Jacob Le Maire, que en 1616 logró cruzar el promontorio que apadrina el duelo entre el Océano Pacífico y el Atlántico, los más extensos del planeta.

Dos centenares de autoridades y miembros de la Armada de Chile y los Países Bajos conmemoraron la hazaña este viernes en una ceremonia celebrada en la Isla Hornos, delante del mismo lugar donde hace cuatro siglos "se logró unir el mundo", dijo el acto.

Al contrario de lo que creen la mayoría de los navegantes, para Chile este hostil promontorio, rodeado de naturaleza agreste y golpeado constantemente por el embate de la ventisca subantártica, representa "el inicio del planeta", desde donde se "mira hacia el horizonte para avanzar tanto en la paz como en el desarrollo del país austral", agregó Gómez.

Cabo de Hornos es la lengua de tierra más meridional de la isla Hornos y del archipiélago de Tierra del Fuego, tradicionalmente considerado la cumbre del continente americano, aunque este honor corresponde a un islote situado a unos 100 kilómetros al suroeste del temido hito geográfico que ha marcado la historia de la náutica mundial.

Este remoto y enigmático lugar fue descubierto el 29 de enero de 1616 por los holandeses Willem Cornelisz Schouten y Jacob Le Maire, miembros de la Compañía Austral, quienes bautizaron el peñón en honor a la ciudad portuaria holandesa que los vio zarpar.

Ellos fueron los líderes de una expedición de circunvalación de la Tierra que se adentró en los mares australes con una misión que solo fue comunicada a la tripulación en medio del Atlántico.

"Descubrir un paso alternativo al Estrecho de Magallanes, que por aquel entonces era controlado por la empresa holandesa rival, la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales", explicó el contraalmirante chileno Ivo Brito durante el acto de celebración.

Ocho meses después, tras sobrevivir al hambre, el frío y el escorbuto, Schouten y Le Maire se encontraron con este cabo y, además de inaugurar una nueva ruta comercial, dibujaron la forma definitiva del mapa planetario.

"El viaje de estos aventureros marcó el inicio de las relaciones culturales y comerciales entre Chile y los Países Bajos, dos pueblos que hoy en día siguen compartiendo un espíritu de búsqueda e intercambio incesante", aseveró la embajadora del país europeo en Chile, Marion Kappeyne van de Coppello.

En junio de 1615, Le Maire y Schouten, acompañados por unos 85 tripulantes, zarparon con dos embarcaciones de 34 metros de eslora, convencidos de que la Tierra del Fuego no formaba parte de la mítica Terra Australis Ignota y de que existía un paso interoceánico que aún no había sido descubierto.

Solo una de las dos naves de esta épica expedición -la sexta en lograr dar la vuelta al mundo- logró completar el viaje, pues la más pequeña naufragó en las costas del actual Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, en Argentina.

El Eendracht, el bergantín que consiguió doblar el cabo, arribó triunfante al puerto holandés en 1617, después de recalar en las islas Molucas, en Indonesia, en ese entonces conocidas como "islas de las Especias", para hacer acopio de condimentos como la nuez moscada, la canela o la pimienta.

La isla de Hornos, habitada solo por albatros y petreles, fue testimonio de grandes hazañas pero también escenario de más de 900 naufragios que acabaron con la vida de más de 10.000 navegantes, tragedias que ahora son difíciles de imaginar, pues las aguas plomizas que rodean el legendario paso interoceánico presentan una aparente mansedumbre.

La alcaldesa de Hoorn, Yvonne van Mastright, que también acudió a la cita, manifestó a Efe su emoción por surcar las mismas aguas por las que un día navegaron esos amantes de lo desconocido que vincularon para siempre este inhóspito lugar con la pequeña ciudad holandesa.

El Cabo de Hornos, que durante muchos siglos fue un hito de la ruta mercante por la que circulaba la mayor parte del comercio mundial, sigue teniendo, según el ministro Gómez, "una importancia trascendental para ejercer soberanía en Chile".

De ahí que, desde hace años, la isla esté habitada de forma permanente por una familia, liderada este año por el sargento de la Armada José Aguayo y su familia, que se encarga de operar el faro que guía a los miles de intrépidos navegantes que sueñan con cruzar el cabo más austral del planeta.

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