Cultura | Las palabras de un intelectual comprometido Carlos Fuentes por sí mismo Diversos fueron los temas que le interesaron llevar a la literatura, así como al debate Por: EL INFORMADOR 16 de mayo de 2012 - 01:36 hs ''Soy mexicano y hablo más de México que de otros países'', dijo en alguna ocasión el novelista Carlos Fuentes.CORTESÍA FIL / GUADALAJARA, JALISCO (16/MAY/2012).- “Soy mexicano y hablo más de México que de otros países”, dijo en alguna ocasión el novelista Carlos Fuentes, quien ayer falleció a los 83 años en la capital del país que hizo suyo: México. Diversos fueron los temas que le interesaron llevar a la literatura, así como al debate. La novela Ninguna novela que dure tiene fin. La literatura es una ocupación de por vida: hasta el último suspiro uno está imaginando, deseando, escribiendo. La novela se sostiene en el desafío de jugar con la simultaneidad del tiempo, sin verse condenada a la linealidad; toda novela fracasa en ese sentido, pero el intento es lo que importa, porque la novela moderna es rebelarse contra eso. En las novelas se escribe lo que no se puede decir de otra manera. El idioma La lengua era como un río caudaloso a veces, apenas un arroyo otras, pero siempre dueño de un cauce, toda una profusa corriente de oralidad que corre entre dos riberas: la memoria y la imaginación. El idioma quería decir para mí nacionalidad: era un conjunto opresivo de significados sujetos siempre a lucha, a reconquista. La región pasó de la población a la ciudadanía, a conocer a cada uno. Un colombiano, un mexicano, un argentino saben qué cosa los identifica, y el idioma es muy importante, pero aún no hay demasiado respeto por lo que nos diferencia, en religión, en creencias políticas o en sexualidad. El escritor Los escritores tenemos que ser orgullosos, porque es una labor muy solitaria y si no hay un parapeto de distancia y de orgullo en lo que se hace, es muy fácil irse por otras avenidas, dispersarse. El escritor no escribe en el vacío y hay que aceptar la buena crítica, no en el sentido de ser favorable, sino de calidad y eso no se da todo el tiempo. Tengo una idea que a veces se toma por extravagante: puedo considerar que un libro es una gran obra, sin coincidir políticamente con el autor; hay que saber separar la ideología de la obra. Las nuevas tecnologías Las novelas dicen lo que no dice el periodismo o el arte pictórico. Hay un poder de creación y de perdurabilidad en la novela que no tienen otros modos de conocimiento. Las nuevas tecnologías no van a poder cumplir esa función. Estamos ante una nueva edad, aún sin nombre pero con continuidad de cultura; hay nueva música, nuevos medios, nuevos libros, pero la imaginación y la memoria se siguen casando. He visto a la novela amenazada por el cine, la televisión y la radio: la novela siempre permanece, se transforma. Ni la ciencia, ni la lógica, ni la política nos darán una respuesta. Tampoco nos la dará la novela. Lo que hace la novela es plantear la pregunta de una manera equívoca, de una manera cómica, transgresora que las otras disciplinas no nos permiten. Se suponía que la radiotelefonía, a su vez, mandaría a la prensa escrita al gran cementerio de las antigüedades. No fue así. Radio y prensa convivieron y aunque Marshall McLuhan anunció la muerte del libro y la conversión del medio en mensaje, la televisión no enterró ni a la literatura, ni a la prensa, ni a la radio. Los capos mexicanos El crimen organizado está muy ligado a la relación con los Estados Unidos; hay millones de jóvenes sin estudio ni trabajo; una clase pobre que es la mitad del país y una clase civil intelectual social que ansía tener una democracia mejor que la que nos ofrecen. Hay factores de poder que pueden interrumpir el proceso y hay un ejército que está en el margen por el momento. Hoy la situación nacional es un enorme insulto a la ciudadanía, una enorme afrenta. ¿Cómo vamos a salir de esto? No sé, exactamente no lo sé. Temo realmente por una solución autoritaria, no la quiero. La seguridad es algo que depende mucho del tráfico de drogas y el mercado de la droga está en Estados Unidos. México es un país de tránsito, ahora es un país de producción y de tránsito, pero los capos mexicanos son Cantinflas, son gente muy secundaria... En cambio, los grandes intereses ya sabemos que están en Estados Unidos. ¿Adónde va el dinero generado por la droga? Va de México a Estados Unidos, y allí lo limpian los bancos. ¿Y quiénes son los grandes capos? No se sabe. Hay una responsabilidad muy grande de los norteamericanos al no atacar realmente este problema, y una responsabilidad nuestra al no lograr la unión de seis, siete, ocho países que despenalicen el uso de la droga, que sería el primer paso. Yo no sé bien cuál sea el futuro político de mi país. Sólo sé que mes con mes, semana con semana, día con día, hora con hora, el narcotráfico y el crimen asesinan, decapitan, ocupan ciudades, se adueñan de territorio y ponen en entredicho no sólo la vida política sino la vida misma de México. Textos tomados de : El País, El Mundo, El ABC, El Tiempo, y El Universal. Temas Literatura Escritores Carlos Fuentes Lee También Destacan empresarios aportación de Carlos Álvarez Bermejillo No hay que ser ni pesimistas ni optimistas, hay que guardar el equilibrio: Carlos Álvarez Bermejillo Calaveras literarias: qué son y cómo escribir una para celebrar el Día de Muertos 2025 Asiste a la presentación de "Cuando cierro los ojos se van los santos" de Marin Maichen Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones