''Así pasan'', estampa del teatro mexicano de época

GUADALAJARA, JALISCO (25/ENE/2013).- Para recrear una época en que el teatro era la máxima fuente de diversión no hay mejor foro que el Degollado. Por ello resulta acertado montar allí "Así pasan...", obra en tres actos que, escrita y ambientada en el Siglo XIX, cumple como apología al teatro. Esta obra desarrolla el contexto político que se vivía en México a través de la vida de una actriz.

Este jueves 24, la Compañía Estatal de Teatro, financiada por la Secretaría de Cultura, realizó el montaje de "Así pasan...", obra del jalisciense Marcelino Dávalos (1871-1923) en la que congenia tres bases para un buen drama decimonónico: contexto histórico, una protagonista en decadencia y un amor trágico por el que se pierde la fama.

Con un par de sillas Luis XIV al centro, Ana abre la puesta en escena. En su uniforme clásico de mucama francesa, cruza el escenario dando inicio a la historia de su patrona, la señorita Victoria de Alba, máxima actriz del teatro mexicano que, al comienzo de esta obra, acaba de estrenar un éxito que arenga en contra del conservadurismo de la época.

Época de entreguerras; sólo les queda el teatro como medio de expresión y liberación de tensiones entre liberales y conservadores. La obra presenta la creación de la dramaturgia como una herramienta para expresar ideales políticos en contra del virreinato.

Victoria debe huir de su país debido a su apoyo a la causa republicana. Su amigo, el general Ibarrondo y Arrillaga, le ayuda a escapar, a pesar de su diferencia de creencias políticas.

La ambientación de 1864 se logra a través del vestuario, como en el primer acto, que Doña Josefa, amiga de la actriz, entra en escena con un vestido azul pastel y la protagonista de la historia, Victoria de Alba, en un rosa claro, ambos con inmenso volumen en las faldas.

Aparte del conflicto político se presenta el drama de un triángulo amoroso. Máximo es un actor que se encuentra enamorado de Victoria de Alba, quien ama al poeta Gabriel Alcorta, autor de la polémica obra por la que son perseguidos.

El segundo acto inicia después de la caída del imperio, con un escenario más sencillo: un teatro tras bambalinas. Paredes crema y un rack lleno de vestuarios adornan el momento en que la historia de Victoria comienza a vivir su declive.

Como meta-teatro, el espectador ve sobre el escenario lo que sucede detrás de una obra que de Alba protagoniza. Mientras el espectador imaginario vanagloria la interpretación de la actriz, el espectador que toma las butacas del Degollado observa cómo el poeta confiesa a sus amigos que su amor es imposible porque el estrato social interfiere, y un burgués no puede mantener una relación con una "cómica".

La tragedia de de Alba se centra en que deberá decidir entre su amor profesional y su amor carnal. "Dicen que los actores nunca dejamos de ser teatrales", afirma Máximo cuando defiende el cariño que Victoria tiene por su profesión.

Fondo negro, un caballete en el centro, un gramófono a la derecha y un piano a la izquierda componen la escenografía del tercer acto. Comienza el Siglo XX. El cambio de época se marca a través de los vestuarios de un grupo de bailarinas que parecen prepararse para la llegada de nuevas modas.

Marcelino Dávalos personifica la decadencia del teatro en su último acto, pues con la llegada del nuevo siglo viene una nueva forma de pensar. Ya las actrices no responden a un glamour de otros años, ahora aprenden a venderse por su físico.

"Cigarra que pasaste cantando en el verano, baila en el invierno para no morirte de hambre", declara una Victoria adulta, quien ahora vive sin fama ni amor.

Dos de las corrientes que vieron su auge en el XIX congenian en "Así pasan...": Romanticismo, en el amor imposible de Máximo, y realismo, en la decadencia de la actriz prometedora: Victoria de Alba. Entre tragedia política y tragedia teatral, así pasan... las glorias de este mundo.

A DETALLE
''Así pasan...'' se presentará este 6 y 18 de febrero, a las 20:00 horas, en el Teatro Degollado. La entrada es con boletos de cortesía, los cuales se entregarán en la Secretaría de Cultura de Jalisco, en la oficina de Comunicación Social ubicada en avenida La Paz 875, esquina con 16 de Septiembre. Para mayores informes comunicarse al 3942 1200.

EL INFORMADOR / RUBÉN GIL