Aprender a ser un doctor del corazón

GUADALAJARA, JALISCO (19/AGO/2012).- Cuando entres a la sala, estarás en tu propio laboratorio. Serás tu propio cardiólogo y te auto diagnosticarás los padecimientos emocionales que se incuban en tu corazón. No será una exposición más en el Trompo Mágico: las imágenes y esculturas te servirán como herramientas de trabajo para aliviarte.

Primero te internarás en urgencias; debes enterarte de los malestares físicos que son reflejo de tus sensaciones, tanto positivas como negativas. Descubrirás que tus cinco sentidos están en sincronía y lagrimean, se constipan, dejan de gozar al tacto y al gusto cuando el corazón reprimido enferma.

Un corazón enfermo es desobediente, refleja desequilibrios en la salud, trastornos o síndromes y  provoca que el enfermo no esclarezca su propia identidad.

Allí, en el centro de la sala de urgencias, un caballete compuesto por las garras de un león con un cuadro del test de Rorschach te recordará la furia de ese animal y su fuerza al enfrentar cualquier empresa. El artista plástico Álvaro Cuevas ha creado dicha pieza para que tomes al rey de la selva como ejemplo durante tu examen emocional.

Más tarde te dirigirás a la zona de análisis, donde te verás reflejado en una escultura de pollo. Ese pollo te ayudará a analizar los motivos causantes de tu malestar, de dónde provienen las emociones y cómo benefician o perjudican a la humanidad. Quién diría que un pollo te ayudaría a reconocer las amarguras y odios que te invaden como epidemia viral.

Al explorar tus males estarás listo para el diagnóstico. A través de unas gafas de contacto observarás más detalladamente cómo el amor ayuda a amortiguar, al caer y sufrir una lesión. Con un estetoscopio escucharás lo que tu cuerpo requiere para mejorar. Aprenderás que un microscopio puede ayudarte a maximizar la vista ante esas pequeñas cosas que alteran nuestra salud y que las probetas te invitan a arriesgarte, a probar cosas diferentes.

Finalmente serás dado de alta. Pero, para mejorar, deberás visitar una botica, donde un lápiz te incitará a que escribas lo que sientes, que mediante él te despojes de lo que se esconde dentro de ti. La receta depende de cada mal: deberás recordar que los sentidos son los primeros que se ven afectados cuando hay un mal emocional, por eso deberás incitarlos a sanar. Ingresarás tus manos a envases que recogen diversos sentimientos, olerás esencias que te remontarán al pasado y resolverás tu propio rompecabezas emocional. Si encuentras la cura, serás el dueño de un corazón sincero.

Para vivir esta experiencia tienes que visitar la muestra ''Salu2 Corazón: Laboratorio de sensibilización emocional'', realizada por Álvaro Cuevas, que se encuentra montada en la galería del Trompo Mágico,  hasta el 28 de octubre.

EL INFORMADOR / RUBÉN GIL