Administraciones panistas olvidaron a la Secretaría de Cultura

GUADALAJARA, JALISCO (28/AGO/2012).- "Por lo menos en los últimos 18 años de gobiernos provenientes del PAN, la cultura no ha sido un eje rector ni prioritario para el Gobierno del Estado, prueba de ello es que los secretarios que han ocupado la titularidad de Cultura han surgido más por compromisos políticos de grupo o amistad con el Ejecutivo estatal en turno, que por la experiencia, conocimiento, capacidad y arraigo cultural con la comunidad de Jalisco". Con estas palabras, la directora del Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, Suny Ramírez, califica la presente administración.

Además, en una carta donde El Informador le solicitó que hiciera el ejercicio, a propósito de los primeros 20 años del decreto que dio vida a la Secretaría de Cultura, la funcionaria señala: "Ha sido ínfimo el presupuesto que se le destina al sector cultural, aunado a los recursos que en su mayoría se destinan al pago de salarios, prestaciones, viajes de la burocracia, sin que ello impacte de forma favorable en la cultura de nuestro Estado".

Ramírez critica la ampliación de infraestructura cultural (Bibliotecas, librerías, salas de lectura, salas de cine, galerías, museos, centros culturales, teatros), pues considera que "el crecimiento ha sido marginal, sobre todo en el interior del estado de Jalisco, con ello podríamos esperar que por lo menos la infraestructura existente se encontrara en óptimas condiciones para garantizar el buen servicio a la ciudadanía, pero lamentablemente no ha sido así".

Hablamos, dice en la carta, "de salas de lectura 'que no existen', de bibliotecas públicas con un catalogo bibliográfico no actualizado, sin tecnologías de la información al servicio del público, de galerías y museos en pésimas condiciones, sin personal calificado en museografía, curaduría e investigación estética; de centros culturales sin apoyos para construir oferta cultural, de patrimonio arqueológico en condiciones no convenientes ni del impulso necesario para crear corredores culturales".

Es ante este panorama en que se desprende el éxito de la UdeG, "ya que ha venido cubriendo el vacío del Gobierno del Estado en materia cultural, prueba de lo anterior es la FIL, el FICG, FIM, CCU, Cátedra Julio Cortázar, Papirolas, etcétera".

Entre las materias pendientes que señala Ramírez está la concepción e importancia de las Industrias Culturales como "detonadoras de fuentes de empleo y derrama económica", pues "no existe una política clara de impulso a las regiones del Estado, más allá de una lógica de 'pueblos mágicos' del turismo religioso y lo que representa el Tequila; el estado de Jalisco posee todas las condiciones necesarias gracias a su gran riqueza cultural, para potencializar el desarrollo del Estado".

Otro pendiente es la formación de públicos. "La cultura tiene que ser vista como una inversión y no un gasto bajo la premisa 'costo-beneficio'; si bien es cierto se tienen que administrar los recursos públicos de forma eficiente, (también) tiene que construirse el público".

Sobre su propuesta de perfil para ocupar la Secretaría de Cultura, Suny Ramírez dice que "en primer lugar tiene que darse no por pago de cuotas o entregarle el espacio a un grupo de poder por reciprocidad electoral, tiene que romperse este lógica, por el contrario tiene que tener las características propias de un 'gestor cultural', es decir, que tenga nociones de cómo se forma el presupuesto público y en la administración de los recursos; que tenga las capacidades, experiencia, habilidades y conocimiento para generar análisis, diagnósticos, implementación y evaluación de los resultados".

Entre las características especiales de este escaño, desde el punto de vista de la encargada del Museo de las Artes, es necesario que la persona designada "tenga arraigo y conocimiento con la comunidad cultural y artística de Jalisco, no puede ser un perfecto desconocido sin vinculación y conocimiento de las necesidades y fortalezas de la comunidad cultural; que tenga claridad en las metas y objetivos para los próximos seis años y que construya todas las condiciones necesarias para darle seguimiento al proyecto cultural, por encima de lógicas sexenales y partidistas. A la cultura se le tiene que dotar de una visión más allá de estas lógicas inmediatas, pero para ello tiene que existir claridad hacia donde queremos llegar".

EL INFORMADOR / OMAR GARCÍA