En la era digital, el uso del teléfono celular se ha convertido en parte esencial de la vida cotidiana. Sin embargo, junto con sus beneficios surgen inquietudes sobre la radiación que emiten estos dispositivos y su impacto en la salud humana.Los celulares emiten un tipo de radiación no ionizante conocida como radiofrecuencia (RF). Este tipo de radiación no tiene suficiente energía para romper enlaces químicos o dañar directamente el ADN, a diferencia de la radiación ionizante (como los rayos X). Sin embargo, la preocupación radica en la exposición prolongada y constante a estas ondas.Hasta la fecha, la mayoría de los estudios científicos no han demostrado una relación concluyente entre la radiación de los celulares y enfermedades graves, como el cáncer. Sin embargo, la investigación continúa y algunos estudios han señalado posibles riesgos, especialmente con el uso intensivo y prolongado. Entre los efectos más discutidos están:La radiación de RF puede generar calor en los tejidos cercanos al dispositivo, aunque este efecto suele ser mínimo y difícil de percibir en condiciones normales de uso.Aunque los riesgos no están completamente confirmados, muchos organismos de salud recomiendan tomar precauciones para minimizar la exposición:Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) clasifican la radiación de los celulares como "posiblemente cancerígena para los humanos" (Grupo 2B), lo que significa que existe evidencia limitada y no concluyente. Por lo tanto, la recomendación es mantener un uso prudente y estar atentos a nuevos estudios.La radiación de celulares es una preocupación vigente que merece atención, aunque actualmente no existe evidencia científica definitiva que confirme efectos graves a largo plazo. Sin embargo, aplicar medidas simples para reducir la exposición puede ser una forma sensata de cuidar la salud mientras avanza la investigación.BB