Villa Corona se le descubren nuevos rostros en cada visita. A la primera, puede que quedes encantado con su deliciosa y versátil cocina. A la siguiente, es probable que el camino de la aventura te dirija a una fiesta con música banda, plagada de colorido y alegría. Quizás después tomes la decisión de sumergirte en las cálidas aguas de alguno de sus parques acuáticos. Y no será extraño que en algún momento quedes maravillado por sus construcciones religiosas. Era apenas un niño la primera vez que anduve por los senderos, sinuosos y empedrados del Centro Histórico de Villa Corona. Desde entonces ha crecido de forma inmensa este rincón, antaño llamado “Tizapanito”. Recuerdo el Templo de Cristo Rey y de la Virgen del Rosario. Mi memoria también se nutrió con la birria, el ponche y el pescado en adobo más delicioso que jamás haya probado en la vida.Hoy, con múltiples senderos acumulados en mis ojos, vuelvo a este municipio al Sur de la ZMG que siempre está listo para sorprendernos. Regreso a Villa Corona para descubrir un nuevo rostro. ¿Me acompañas?Uno de los espacios religiosos más peculiares de Jalisco -si no es que de México-, es el llamado “templo de arena”, aunque su nombre oficial es el Templo de Nuestra Señora de Lourdes. Se comenzó a construir con ese material en 1939, a instancias de don Jesús Navarro y su familia, justo debajo de un cerro y usando nada más que palas, picos y las manos.En su momento la obra levantó un gran revuelo, y de acuerdo la página México Desconocido, el entonces presidente Lázaro Cárdenas se dio una vuelta para conocer las obras (y conceder el permiso oficial). Hoy en día, la familia Navarro sigue siendo la encargada de mantenerlo limpio y en buenas condiciones. Lo puedes visitar pagando una pequeña cooperación para mantenerlo en pie.Visitar Villa Corona es darse una vuelta por lo más granado de la cocina estatal. Desde el menudo hasta las tortas, pasando por tacos y hasta mariscos, no son pocos los que toman su automóvil y llegan de visita nada más para desayunar o comer.La versatilidad culinaria del municipio queda plasmada en sus fiestas populares, donde destacan entre otros, el Festival del Elote, que este 2019 tuvo su primera edición (en octubre) con un pabellón gastronómico delicioso. Si quieres descubrir un poco más sobre este tipo de actividades, vale la pena visitar la página www.facebook.com/VillaCoronaCulturayTurismo.La diversión acuática le ha dado fama desde hace décadas a Villa Corona, con parques que se han vuelto toda una tradición para los visitantes que buscan una diversión altamente hidratada, un poco de emoción en sus interminables toboganes o sencillamente presumir un buen bronceado sin alejarse demasiado de la Zona Metropolitana de GuadalajaraEntre los más tradicionales se encuentran Chimulco (Av. Vicente Ruiz Sahagun No.75, Villa Corona) y Agua Caliente (Km. 56 de la carretera Gdl-Barra de Navidad), aunque claro, por la zona encontrarás muchos más. Una cualidad de ambos -además de su ambiente familiar- es que puedes quedarte en bungalows, utilizar un tráiler park o sencillamente hospedarte en alguno de los hoteles con los que cuenta la ciudad.
