Ciudad de larga historia, atractiva para los aventureros, de enorme imán para los emprendedores e irresistible para aquellos que tienen buen diente. Saltillo ha jugado un papel clave en la construcción del México actual, pero también busca presentar a los viajeros una nueva cara, donde se combine el entretenimiento, la cultura, su rica cocina y una que otra sorpresita para sus visitantes.Enclavada en una zona semidesértica, la ciudad se ha ganado a pulso la fama de ser extremosa en cuanto a su clima. Esta temporada, por ejemplo, no sería extraño que en la periferia de Saltillo caiga incluso un poco de nieve, un dato a tomar en cuenta si estás planeando viajar a este rincón de México en próximas fechas.Además de su clima, otra estampa que caracteriza a esta ciudad capital es su espíritu emprendedor. Saltillo es una ciudad clave en la economía del Norte de México, sede de diversas armadoras automotrices y punto de encuentro para la distribución de manufacturas. Si nuestro país tiene un músculo financiero a destacar, sin duda lo podemos encontrar aquí.Pero cuando hablamos de ocio y entretenimiento, Saltillo tiene también mucho por presumir. Comencemos por hacer un recorrido por su Centro histórico, construido en su mayor parte en hermosa cantera rosa, mismo combina un cierto aire colonial con arquitectura de principios y mediados del siglo XX. En el horizonte de la urbe destaca especialmente la Catedral de Santiago Apóstol, cuya combinación de arquitectura barroca y churrigueresco (especialmente su gigantesca torre) es todo un clímax visual.Si andamos por las cercanías del corazón de la ciudad inevitablemente llegaremos a la Alameda Zaragoza, con sus bellas fuentes, jardineras y estatuas. Todo en conjunto es un auténtico oasis en el desierto, perfecto para disfrutar de una buena sombra en los días calurosos y entregarse al placentero verdor de la madre tierra al ritmo del canto de las aves.Dentro de los recintos culturales a visitar en el primer cuadro, te recomendamos el Paraninfo del Ateneo, el Teatro de la Ciudad Fernando Soler y el Centro Cultural Vito Alessio Robles. No en el Centro, pero sí un infaltable si visitas la ciudad, es el Museo del Desierto (Blvd. Carlos Abedrop Dávila 3745), uno de los más completos del país en lo que se refiere a fósiles de dinosaurios.Con tanto caminar, el apetito siempre despierta, y si en algo se distingue Saltillo es en su oferta gastronómica, que combina la cocina norteña con la sazón del Centro de nuestro país.La recomendación en estas latitudes es la barbacoa de borrego y de res, ambas con un sabor inigualable. También los jugosos cortes juegan un papel clave en este espacio. En el primer cuadro de la ciudad encontrarás varias ofertas de cocina tradicional que bien vale la pena explorar, aunque en años recientes han nacido espacios más sofisticados.Un punto gastronómico que ha ido ganando la atención de los amantes de la buena cocina en Saltillo es Il Mercato Gentiloni (Blvd. La Gran Vía 1454, colonia Parque Centro), un espacio gastronómico bajo la batuta de los hermanos Gentiloni Arizpe con capacidad para 800 comensales y que en su interior oferta diversos conceptos gastronómicos, como Il Giardino (especializado en brunch), La Cantina (cortes) y El Giro (vinos). Además, en este espacio se proyectan cintas y hay música en vivo. Descubre más en facebook.com/MercatoGentiloni/.Te tenemos un par de recomendaciones: Villa Ferré (Blvd. Venustiano Carranza 8550) y Quinta Real (José Sarmiento 138). El primero, con decoración rústica, bien equipado para albergar eventos y deliciosa gastronomía. El segundo ofrece un decorado tipo colonial, con amplios espacios y ambiente íntimo.Desde Guadalajara, una opción es hacer el traslado vía aérea, aunque siempre tendrás que hacer conexión en Ciudad de México o Monterrey. Una línea que ofrece vuelo a este destino es Aeromar.Otra manera de llegar es vía terrestre. La empresa ETN ofrece el viaje desde nuestra ciudad hasta la capital coahuilense, siendo de poco más de 10 horas.
