Cenar o comer pizza se ha vuelto un acto común en nuestra ciudad. Al ser un alimento fácil de encontrar, fácil de compartir y a precios para todos los bolsillos, el reto para los chefs es uno: Volver sus propuestas memorables.¿Cómo ser diferente de lo que todo mundo hace? ¿Qué agregarle a un platillo que parece imposible re reinventar? Con la creciente oferta gastronómica que hay en nuestra ciudad, especialmente en la vertiente italiana, el gran desafío es quedarse en la memoria y el gusto de los comensales…y Rupestre (Av. La Paz 1764-3) lo consigue.El slogan de este rinconcito medio escondido es “Comedor romano”, pero que esté inspirado en Roma no se traduce en que todo el menú sea pizzas (aunque eso sí, tienen un gran protagonismo), aquí encontrarás deliciosas ensaladas y postres que rebasan por mucho la línea de lo memorable para volverse legendario.Primero, el decorado es sobrio, elegante y sin pretensiones. No hay luces brillantes ni botargas para distraerte de una buena charla. Hay opción para sentarse en pareja, con amigos o en un comedor con quienes vayan llegando. Al estar en una zona donde abundan las opciones estridentes, se agradece que en Rupestre hayan apostado por algo más sobrio en su ambiente.¿El menú? Breve pero bien ensamblado. No son hojas y hojas de platillos, sino unas cuantas combinaciones que apuestan por sabores bien equilibrados e intensos. El propio Comedor Romano ofrece una explicación de la filosofía que se encuentra detrás de sus pizzas: “Nuestra pizza cuida la tradición romana. Una pizza crujiente y delgada abierta a mano. Nuestra pizza también cuida los procesos de una pizza saludable. 24 horas mínimo de fermentación para un mejor sabor y digestión, poca levadura y nada de azúcar, huevo ni leche”.Lo anterior no se queda en puras palabras bonitas que se las lleva el viento. Las reglas anteriores se siguen escrupulosamente. A la mesa llega siempre una pizza cuya masa es delgada y deliciosa, buena base que no le roba protagonismo en ningún momento a los ingredientes, que van mucho, pero mucho más allá del queso y el pepperoni.¿Las favoritas? La Doce (pizza vegana), que lleva salsa de tomate, berenjena, aceituna negra, calabacita, chía y ajonjolí. La Once por su parte lleva pomodoro, mozzarella fresca y albahaca fresca.Vale la pena darle más de una vuelta al recinto, porque hay combinaciones interesantes a reseñar en un futuro. Me intriga el sabor de Pizza Uno (base de habanero carbonizado, mozzarella, salami, cebolla morada y cascara de naranja congelada) y la Pizza Dos (pesto de albahaca con queso cotija, mozzarella, flor de calabaza, cebolla morada, queso de cabra y huevo orgánico con pimienta rosa). Todo a su tiempo, ya sabemos que hay más hambre que vida a veces.Mención aparte de las pizzas merece el postre estrella de la casa: Power Kiss, que es masa de pizza con Nutella, un verdadero bombazo de dulzura que es buen remate y contraste frente a los sabores salados previos.No queremos tampoco dejar de lado las pastas y sobre todo las ensaladas, tan creativas en sus ingredientes como la pizza y en porciones que son deliciosas. El comedor también suele sorprender con pizzas y entradas de temporada, para garantizar que no habrá dos visitas iguales, gracias a lo moldeable de su menú.¿Y las bebidas? Por estas fechas Rupestre ofrece una selección de cerveza artesanal cortesía de Cervecería de Colima, una de las más prestigiadas y celebradas por los amantes del lúpulo y la cebada. También hay opción de pedir vino de la casa o en su defecto, un sabroso vaso con agua de sabor.Acepta tarjeta de crédito, además de que vale la pena hacer reservación para asegurar tu lugar, pues suele llenarse por las noches.Rupestre Comedor Romano D: Av. de la Paz 1764-3. H: 14:00 a 23:00 horas. Acepta tarjeta
