Martes, 19 de Marzo 2024

Moscú, ciudad imperial

Con esta condición de metrópoli, la capital rusa ofrece a los visitantes una amplia variedad de actividades posibles, desde relajarse en un bar, hasta visitar un museo

Por: El Informador

Plaza roja. Punto de encuentro para los paseantes. ESPECIAL / PIXABAY

Plaza roja. Punto de encuentro para los paseantes. ESPECIAL / PIXABAY

Monumental. La arquitectura de la época soviética le da un toque majestuoso a la urbe. ESPECIAL / PIXABAY

Monumental. La arquitectura de la época soviética le da un toque majestuoso a la urbe. ESPECIAL / PIXABAY

Moscú es una de las ciudades más grandes del mundo, con una población de al menos 12 millones de habitantes, más que la de muchos países que disputarán el Mundial.

Con esta condición de metrópoli, la capital rusa ofrece a los visitantes una amplia variedad de actividades posibles, desde relajarse en un bar, hasta visitar un museo, presenciar un espectáculo de ballet o jugar golf. Y pronto, una Copa del Mundo.

El colosal estadio Luzhniki será la sede del partido inaugural el 14 de junio y de la final el 15 de julio. El Spartak, más pequeño, albergará también partidos mundialistas. Ambos están en esta urbe, aunque son diferentes.

El Luzhniki tiene capacidad para 80 mil espectadores y ha sido el escenario de momentos relevantes en la historia deportiva de Rusia, incluidos los Juegos Olímpicos de 1980 y la final de la Liga de Campeones de 2008 entre Manchester United y Chelsea -recordada particularmente por el resbalón que sufrió John Terry en la tanda de penales para errar su tiro-.

Construido en el imponente estilo soviético, el estadio se inauguró en 1956 y fue sometido a una amplia remodelación para el Mundial. Se retiró la pista de atletismo para acercar el graderío a la cancha.

El momento más oscuro del Luzhniki llegó en 1982, cuando 66 hinchas del Spartak de Moscú murieron aplastados en una escalinata repleta.

Por su parte, el Spartak Stadium puede recibir a 45.000 aficionados y se inauguró en 2014, como la nueva casa del club moscovita más popular. Es el único de los 12 estadios mundialistas en el que no se erogó dinero del gobierno -el presidente multimillonario del Spartak, Leonid Fedun, financió la construcción-.

Es fácil llegar a los dos inmuebles por medio de la amplia red del tren subterráneo, donde un boleto cuesta 55 rublos (más o menos unos $20 pesos mexicanos).

Lo que no te puedes perder

La fortaleza amurallada del Kremlin representa el corazón histórico de Moscú, a un costado de la Plaza Roja. Es todavía el centro neurálgico del gobierno ruso, así que los turistas necesitan formar parte de una visita guiada para ingresar.

Como consecuencia del hecho de que Moscú haya sido capital de la Unión Soviética, hay grandes comunidades minoritarias de Europa Oriental y el centro de Asia en la ciudad. Ello se refleja en una amplia oferta culinaria.

Es posible disfrutar estofados georgianos, la sopa ucraniana conocida como borscht e incluso los dumplings de cordero, característicos de Mongolia.

Hay que tener en mente que los precios en Moscú son superiores a los de otras ciudades rusas. Generalmente resultan comparables con los de otras grandes capitales europeas.

Los juego imperdibles

En Moscú se realizará un total de 12 partidos mundialistas, siete en el Luzhniki y cinco en el Spartak.

El certamen comienza el 14 de junio en el Luzhniki, donde Rusia jugará ante Arabia Saudí, dentro del Grupo A. El sorteo favoreció a los anfitriones, que enfrentarán al único equipo que se encuentra peor ubicado que ellos mismos en el ranking de la FIFA.

Un duelo de un novato contra un histórico se llevará a cabo en el Spartak el 16 de junio. Islandia, debutante en el Mundial, se mide a Lionel Messi y a la selección argentina en el Grupo D. Alemania, campeona vigente, enfrenta a México en el Luzhniki el 17, dentro del Grupo F.

Lo que debes hacer

Para una muestra de la riqueza artística y cultural de Rusia, el teatro Bolshoi es uno de los centros más refinados de la ópera y el ballet en el mundo. Hay también una cultura hedonista que se refleja en los bares y clubes nocturnos, aunque hará falta obtener asistencia local para aventurarse por el vibrante submundo de la música.

Moscú es una ciudad de museos, aunque pocos edificios históricos quedan en pie fuera de la zona cercana al Kremlin y al cercano distrito de Kitai-Gorod. Ello se debe en parte a que muchas casas en los siglos previos se hacían de madera y a que numerosos edificios antiguos fueron demolidos cuando el gobierno soviético trató de reconstruir Moscú.

Se exhibirán en pantalla gigante los partidos del Mundial cerca de la Universidad Estatal de Moscú, en la otra margen del río, frente al Luzhniki. Algunos estudiantes no están muy contentos por el barullo que ello provocará.

SA

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