“Maravilloso”. Esa palabra puede ser perfecta para definir las sensaciones que despiertan en la mente al observar por primera vez el Pueblo Mágico de Loreto. Quizás también fueron las primeras que vinieron a la mente de los misioneros jesuitas que se aventuraron por estas tierras en la época de la Conquista, abriendo paso a la cultura Occidental.Separada por 300 kilómetros de La Paz y en pleno corazón de la Península de Baja California, Loreto se distingue entre los viajeros por el fascinante equilibrio de opciones que tiene para aquellos que se aventuran en sus tierras. ¿Buscas contacto con la naturaleza? Aquí tienes una combinación de desierto con playa. ¿Quieres algo con historia? Admira el Museo de las Misiones Jesuíticas con su arte sacro y herramientas antiquísimas. ¿Quieres cultura? En la Sierra de la Giganta (a 15 kilómetros) hay pinturas rupestres con 10 mil años de antigüedad.Si visitas la ciudad tienes qué probar la machaca de carne saturada con hierbas aromáticas o las almejas chocolatas (que bien pueden venir preparadas en escabeche, tatemadas o rellenas). Los camarones rellenos y los pescados tatemados son otros imperdibles en un paseo por la ciudad.Entre los dulces tradicionales se cuentan las jaleas, el guayabate y las conservas de dátil, que aquí tienen un sabor único. A lo anterior se suma la creciente oferta de restaurantes de corte internacional que se han asentado en la zona.