Viernes, 26 de Abril 2024

Las ideas sí pueden cambiar al mundo

Este grupo de jóvenes jaliscienses quiere mostrar que su proyecto social y sustentable “T-chán” puede tener un impacto importante en la solución del problema de vivienda en el mundo

Por: Ruth Romero

T-Chán es un sistema de construcción de viviendas sustentables y económicas a partir de materiales ecológicos creado por estudiantes jaliscienses. ESPECIAL

T-Chán es un sistema de construcción de viviendas sustentables y económicas a partir de materiales ecológicos creado por estudiantes jaliscienses. ESPECIAL

La historia de la humanidad se ha construido, y continúa haciéndolo, gracias a la realización de ideas que en un principio fueron sólo sueños. Con perseverancia, tenacidad, entusiasmo, entre otras cualidades, una idea puede cambiar el curso de la historia. Conscientes del poder que puede llegar a tener un solo pensamiento si se lleva a la realidad, un grupo de jóvenes jaliscienses están listos para impactar al mundo entero con un proyecto social y sustentable: T-Chán.

T-Chán es un sistema de construcción de viviendas sustentables y económicas a partir de materiales ecológicos, creado por Cristóbal García, arquitecto; Michelle López, diseñadora industrial; Brenda García, administradora financiera; Itzel García y Luis Maravilla, mercadólogos, y Jaqueline Meléndez, ingeniera en empresas de servicio. Algunos de ellos todavía son estudiantes, pero eso no impidió que se aventuraran a intentar solucionar diversas problemáticas que enfrenta la humanidad en general.

En entrevista con Jaqueline Meléndez, joven de tan sólo 21 años, nos cuenta cómo nació la idea de una vivienda modular con materiales ecológicos y qué están haciendo para que dicho proyecto pueda ayudar a personas en situaciones marginales.

Todo surgió hace un año aproximadamente, en un laboratorio de emprendimiento social, donde íbamos a visitar comunidades, después de una semana, los encargados del programa formaron equipos, y fue así como nos conformamos, analizamos problemáticas y llegamos a la solución de viviendas”.

Meléndez se sintió atraída por el programa de emprendimiento social al verlo publicitado en redes sociales, porque ella anhelaba hacer algo para lograr un cambio social positivo, y “porque es una manera de ser un puente entre una población vulnerable y un modelo de negocios sustentable”.

La construcción de la idea

Una vez en compañía del equipo que seguiría unido tiempo después para lograr realizar el proyecto, las problemáticas con las que más se encontraban en la colonia que visitaban cada dos semanas (colonia Rehilete, en Zapopan), estaban relacionadas con la vivienda.

“Las personas nos comentaban que tenían problemas de salud, por lo mismo del cambio tan brusco de su hogar hacia afuera o viceversa, la mayoría de casas son hechas de aluminio o de madera pero en mal estado, entonces, esto les afectaba directamente en la salud diaria. También en la seguridad, se metían mucho a robar porque sus puertas no estaban fijas. Y sobre todo, lo económico, aunque suena obvio que las personas no tienen vivienda digna debido a los bajos recursos económicos. Nos empezamos a enfocar en el empoderamiento de las personas a través de este sistema constructivo”.

Poco a poco, se le dio forma a la intención de poder ofrecer casas en buen estado sin alto costo. Cristóbal pensó inmediatamente en la madera, ya que él tiene un taller de carpintería, y junto con Michelle, hicieron diversas propuestas de sistemas de construcción. “El reto era cómo hacer una casa sin construirla, refiriéndonos a que no quedara fija, entonces de ahí nacen los módulos triangulares, llamados chanes”.

La necesidad de no asentar las viviendas se da “porque las familias nos comentaban que ya tenían su casa pero querían hacer un segundo piso, pero no podían costearla por lo que buscaban recursos baratos; ni que el tiempo de construcción fuera largo. Entonces, con este sistema que es modular, que se puede quitar y poner, se puede hacer un segundo piso sin la necesidad de tantos materiales”.

Otro reto fue la propia madera, pues los ciudadanos de la mencionada colonia ya usaban casas de madera, sin embargo, éstas no duraban ni tenían recubrimiento. “Investigamos el tratamiento que tendría que tener la madera para que fuera duradera. En nuestro proyecto, la estructura tendría un recubrimiento tal cual de mortero, como una casa común y corriente. Nuestra propuesta es la madera económica y fácil de manejar”.

El sueño

Tras superar los obstáculos, surge T-Chán, un sistema basado en un envolvente muro-techo fabricado de un módulo triangular con madera y paja. Los módulos o paneles se unen entre ellos para formar las paredes y techos hasta construir una casa de 6 metros de frente y 15 metros de largo.

Con esta construcción, se pretende brindar seguridad, salubridad, protección y comodidad tanto en el proceso de construcción como en el momento de formar una vivienda. Además, al usar materiales más económicos que los que normalmente se usan para construir casas, da la posibilidad de acceso a mayor número de personas a una vivienda digna.

El sueño contenido en T-Chán comienza a ser una realidad, aunque “todavía no hay gente viviendo en este tipo de construcción, pero hemos ya hecho el esqueleto, la estructura en el Rehilete y en Lomas de La Primavera, para que la misma comunidad se acerque a apoyarnos en la construcción y se dé cuenta que es muy fácil hacerlo”.

El impacto real

Como la mayoría de sueños no se hacen realidad de la noche a la mañana, los jóvenes de T-Chán están luchando por ello, pues reconocen que su idea puede cambiar la historia. Ellos desean “establecer centros comunitarios en colonias vulnerables de la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde haya talleres para la creación de productos complementarios (lámparas, mesas, etcétera) con esto, emplear a personas, y por ende, unir a la comunidad; después, ellos mismos podrán hacer sus casas”.

Para lograrlo, participaron en la convocatoria “Una idea para cambiar la historia” de la cadena televisiva History Channel, donde son uno de los 10 finalistas de entre más de seis mil proyectos; para apoyarlos a ganar, se puede votar por su proyecto en la página web de dicho canal.

“Esta idea puede cambiar la historia. Nosotros lo consideramos como un proyecto de triple impacto, no sólo ofrece un producto para mejorar la calidad de vida de las personas, sino que también hace crecer a las personas a la par con el proyecto, ya sea, capacitándolos o uniéndose como comunidad para hacer el sistema constructivo, porque en realidad nosotros queremos el crecimiento personal tanto de cada individuo como de la comunidad, esto en el tejido social, sobre todo actualmente en México, sería un gran cambio”.

EL DATO

Ingresa a unaidea.tuhistory.com y vota por este que es uno de los 10 proyectos semifinalistas. El 26 de noviembre culmina la votación para elegir a los cinco ganadores cuya premiación se realizará del 5 al 8 de diciembre en la Ciudad de México. Se entregará a las ideas ganadoras un premio de $60 mil dólares, al segundo lugar $40 dólares, al tercer lugar $20 mil dólares, mientras que el cuarto y quinto lugar recibirán un reconocimiento de $10 mil dólares cada uno.

LEE EL SUPLEMENTO TAPATÍO cada domingo  en la edición impresa de EL INFORMADOR o navega la edición hojeable a continuación para conocer todos los detalles de estos temas:

 

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones