“No perdamos la fe en la humanidad, que para tener paz sólo se necesita un mundo de serenidad, armonía y amor”** “Cristo Resucitado es nuestra esperanza” fue el tema elegido esta semana por el Papa Francisco y señaló que el cristianismo es vida y alegría. Por eso se dice que las personas felices viven más, porque la risa sana es una de las mejores terapias para mantener una buena salud.Y como la Pascua nos da la oportunidad de reflexionar en la reconstrucción de uno mismo, es importante trabajar en la “Tolerancia”, algo que frecuentemente dejamos de lado pero que significa comprender y respetar las acciones, opiniones y sentimientos de los demás, sin quejas ni egoísmos al enfrentarse con algo diferente a lo esperado.La Pascua es una exhortación a recomponer nuestras vidas acercándonos con quienes crecemos al unísono en un camino de equilibrio emocional.La Tolerancia es un valor moral fundamental en la vida de una sociedad, se considera que constituye la base de convivencia entre personas de diferentes estilos de vida.En esta etapa otoñal donde la vida se escapa con mayor velocidad y muchos de los amigos se han adelantado en la partida, amanecer es hermoso porque se nos regala la oportunidad de vivir y comenzar nuevamente; los días buenos nos dan felicidad, los malos nos dan experiencia, las pruebas nos mantienen humanos, las caídas nos mantienen humildes… pero solo Dios nos mantiene de pie.** El pasado miércoles acudió a su encuentro con El Altísimo, el estimado GERMÁN DE ZULUETA CORREA, hombre de recia personalidad empresarial basada en el respeto en sus relaciones laborales y humanas.De corazón nos solidarizamos con la pena de su esposa la apreciada MARÍA ELENA ORTÍZ DE ZULUETA, de sus hijos SILVIA, GERMÁN, ILEANA, MARÍA ELENA, ALFREDO, MARIO, MAURICIO Y ARTURO, hijos políticos, nietos y demás familiares.Hoy mi columna se engalana con personas cuya tolerancia ha sido clave en el entendimiento y la sana convivencia.
