Viernes, 19 de Abril 2024

Flechado por Praga

La capital de la República Checa es dueña de un encanto único y fascinante, con arquitectura asombrosa y enorme carga cultural

Por: Francisco González

La capital checa es una metrópoli donde dos cosas son seguras: Jamás te deja de sorprender y jamás te dará un momento de soledad. EL INFORMADOR / F. González

La capital checa es una metrópoli donde dos cosas son seguras: Jamás te deja de sorprender y jamás te dará un momento de soledad. EL INFORMADOR / F. González

Iglesia de Týn. Hermosa iglesia de rasgos góticos, que domina la ciudad antigua de Praga. También es un punto altamente turístico. EL INFORMADOR / F. González

Iglesia de Týn. Hermosa iglesia de rasgos góticos, que domina la ciudad antigua de Praga. También es un punto altamente turístico. EL INFORMADOR / F. González

Reloj astronómico de Praga. Una de las joyas medievales de la ciudad. Se encuentra en la pared Sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja. EL INFORMADOR / F. González

Reloj astronómico de Praga. Una de las joyas medievales de la ciudad. Se encuentra en la pared Sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja. EL INFORMADOR / F. González

Kafka te mira. La estatua creada  por el controvertido artista David Cerný es un irresistible atractivo de la urbe. EL INFORMADOR / F. González

Kafka te mira. La estatua creada por el controvertido artista David Cerný es un irresistible atractivo de la urbe. EL INFORMADOR / F. González

Moldava. El río define el contorno de la ciudad y le otorga a los paseantes vistas espectaculares, tal como esta. EL INFORMADOR / F. González

Moldava. El río define el contorno de la ciudad y le otorga a los paseantes vistas espectaculares, tal como esta. EL INFORMADOR / F. González

Bienvenido a Praga. Comienza la aventura por una ciudad que parece haber sido creada para ser el marco de un cuento de hadas o albergar una aventura legendaria. Urbe donde sus torres medievales acarician el cielo y estatuas monumentales observan en secreto el paso de los siglos. Espacio donde las plazas abiertas se convierten a la menor provocación en callecitas estrechas, cuyo empedrado no deja de sonar con el andar apresurado de un soñador tras otro. Una joya en el corazón de Europa.

Capital de la República Checa, la ciudad es dueña de una historia antiquísima que vale la pena descubrir con la mayor calma del mundo. Elige el calzado más cómodo que tengas para salir a descubrir sus castillos, palacios y mansiones. Toma rumbo a sus bellas plazas sembradas con espectaculares estatuas o a sus modernas avenidas, franqueadas con el ambiente más glamoroso que puedas imaginar.

Praga recibió de noche a quien escribe estas palabras. ¿Lo primero que recuerdo? La Torre de la Pólvora, justo a la entrada de la Ciudad Vieja. Asombrosa, la recorrí largamente con la mirada, primero a ella y luego a la Casa Municipal, cuyo contraste de fachadas (una al lado de la otra, la primera gótica, oscura y medieval; la segunda brillante, elegante y en la corriente del art noveau), ofrecen una idea de la riqueza arquitectónica que tiene esta ciudad paso a paso.

La capital checa es una metrópoli donde dos cosas son seguras: Jamás te deja de sorprender y jamás te dará un momento de soledad. Las plazas y calles que llevan de la Ciudad Vieja al Castillo de Praga (un magnífico conjunto de palacios y edificios) son un hervidero de turistas provenientes de toda latitud posible. No podía ser de otra forma, ya que el Centro Histórico está sembrado con incontables restaurantes, cafeterías, cervecerías, hoteles, ofertas de guías y tiendas de recuerdos. Seguro escucharás muchas veces el saludo checo “Dobrý den” (un “hola” informal). ¿Lo segundo que más suena? “Pivo”, que es “cerveza”.

Porque Praga también se trata de sabores. Con restaurantes de gastronomía internacional o de autor por un lado; con puestos de comida callejera donde sirven la deliciosa Špekáček (tradicional salchicha checa) o el Trdelnik (un curioso pan en forma de rollo relleno de chocolate). Para redondear, la cocina checa, en porciones siempre generosas.

Todo lo anterior palidecería sin la cerveza, invitada constante en la mesa de todo restaurante y cafetería. Suave y ligera, pero de un sabor característico, es una bebida que se enraizada profundamente en la cultura checa. Los “Pivovar” siempre serán una tentación tras una larga caminata por el corazón de la urbe.

Cada viajero es diferente. Habrá quien guste de conocer una ciudad a bordo de un auto (y en Praga es posible hacerlo incluso en limosina), pero para quien teclea estas palabras, nada se compara a caminarla. Regalarle un poco de nuestro cansancio y andar a una urbe que, en pago, nos ofrece estampas que roban el aliento y una aventura que se atesora eternamente.

La exploré un día completo a pie, a través de sus castillos, museos, plazas, palacios y avenidas. La disfruté con toda su gente, con sus cisnes chapoteando en el río Moldava y la sonrisa de los niños posando felices sobre el Puente de Carlos. La saboree en sus bares y cafeterías. Y ahora sé que esta es una ciudad a la que siempre se vuelve. Para la que no existen los adioses y siempre habrá un…Bienvenido a Praga.

Sabor checo en Guadalajara

Podremos estar lejos en el mapa, pero hay algo que une a República Checa con México: Su amor por la buena cerveza. En esa nación europea, la tradición cervecera se remonta a la Edad Media, y se mantiene como un país dinámico en la producción. Para brinda como un buen checo, debes levantar el tarro, mirar a los ojos a la otra persona y chocar suavemente los vasos, exclamando “Na zdraví”.

Toda esa delicia no nos es ajena, ya que en Guadalajara podrás encontrar algunas de las marcas checas más representativas en Bräu Boutique de Chelas (calle Calderón de la Barca 45). También cuentan con tarros especiales para disfrutar la intensidad de su aroma y sabores.

De momento, en la tienda podrás encontrar etiquetas de chela. Una es la Pilsner Urquell ($46 pesos), una clásica lager con fuerte presencia de malta y sabores suaves. Dorada, suave, cristalina y filtrada, es una excelente opción para aquellos que desean comenzar a explorar las variedades checas. Esta variedad se comenzó a elaborar desde 1842.

También se encuentra a la venta la Czechvar Original ($54 pesos), una lager Premium, con aroma a lúpulo y un sabor muy bien logrado. Sus ingredientes son elegidos con cuidado y la fermentación dura como mínimo 90 días, otorgándole una interesante complejidad, con un gusto suavemente amargo.

Guía de calidad

Una ciudad con la cantidad -y variedad- de atractivos de Praga puede conocerse de muchas formas. ¿Necesitas una guía? La recomendación PASAPORTE es que busques a Jitka Jirátová, quien cuenta con una larga experiencia con turistas latinoamericanos. Ella podrá armar una ruta según los intereses, días de paseo y presupuesto que tengas. Puedes encontrar más información de ella en su página oficial: www.guiaprivadadepraga.com.

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