"María” y sus vientos de 200 kilómetros por hora dejó a los boricuas con el agua hasta los aparejos, y El Festival de la palabra en su VIII edición (celebrado del 12 al 14 de octubre) no ha podido llevarse a cabo en Puerto Rico. Se inauguró en Nueva York por su organizador el escritor José Manuel Fajardo quien enfatiza su intención de hacer presente la palabra de Puerto Rico en Estados Unidos. Para Fajardo el español como lenguaje “es una nación nomádica sin fronteras y se solidariza con el personal de la isla quienes tras la cancelación ha dedicado su tiempo a realizar lecturas de poesía y recopilar libros”.El tema principal del Festival de la palabra llevó como titulo “Historias compartidas”, una reflexión de la relación cultural entre países colonizados y sus colonizadores.Alberto Manguel director de la biblioteca nacional de Buenos Aires comienza su relato poco después de las 18:00 horas exponiendo su preocupación ya que no ha logrado contactar al director de la biblioteca Nacional de Puerto Rico Carlos Ruiz Cortez, puesto que “María” ha destruido los sistemas de comunicación. Pide ayuda a los presentes para hacerle llegar el mensaje de que la biblioteca nacional de Buenos Aires los apoyará en todas las formas posibles, donando libros, enviando bibliotecarios y ayudando a la reconstrucción.Para Manguel una biblioteca nacional forma parte de una red de bibiliotecas Universal, (consigna Borgiana) “que nos ofrece nuevas formas de pensar y dialogar"."Borges”, explica Manguel, quien se lamentaba de la idea tan estrecha de lo nacional: Argentina para los Argentinos o América para los Americanos. Nacional es una negación de la humanidad, que es por definición una comunidad Universal de seres humanos.Las bibliotecas explica Manguel son lugares de evidencia, donde hay un documento para cualquier pregunta del usuario, no solo guardan relatos, cuenta como él siempre ha encontrado en los libros las palabras para explicar lo que va a ocurrir, las historias que van a suceder. La biblioteca, agrega Manguel, “es la colección que excede el espacio que le damos”.Manguel se expresa con la satisfacción de quien toma asiento en la silla que fue momento ocupada por Borges, aceptó el cargo de director de la biblioteca condicionándolos a que no fuera un cargo político, ya que etimológicamente político es lo que representa la sociedad y no tiene porque ser sectario, y lo ve como una oportunidad para regresar al mundo algo de lo que ha recibido de la cultura de los libros.Confiesa que el azar es el mayor bibliotecario y cayó en sus manos por casualidad una edición de un texto de Galeno que se creía perdida, y que le gustaría dedicar en este momento a Puerto Rico. El libro fue encontrado dentro de otro manuscrito por un joven estudiante francés en la Biblioteca Nacional de Atenas.-No quiero sonar pedante, -dice, escuchen el relatoContextualizando, Galeno, gran médico griego que se instaló en Roma, ávido lector que construía apuntes a partir de la lectura y cuyos textos continúan siendo referentes actuales.Para proteger su biblioteca la traslada al Puerto de Ostia junto a unos graneros custodiados por soldados romanos y en el año 192 arde en llamas. Tras el incendio un amigo de Galeno, como hacen los amigos en caso de desgracia, le envía una carta donde se solidariza con su perdida, y la respuesta de Galeno es precisamente el documento encontrado por el joven estudiante francés, actualmente uno de los libros que atesora la biblioteca Nacional de BA. titulado “No desesperar” y y se lo dedica Mangel a los puertorriqueños.Explica Manguel que aunque cualquier esfuerzo de consuelo es impertinente invita a Puerto Rico pensar en lo que tienen y no lo que han perdido envia el mensaje de que -no están solos-, a pesar de la infame actitud del Estados Unidos de Trump.
