Miércoles, 24 de Abril 2024

Cerámica irrepetible

Sorprende por su versatilidad y la oportunidad que la cerámica le da a su creatividad

Por: Norma Gutiérrez

En sus inicios Sofía tuvo que migrar a Nueva York para ampliar sus conocimientos. EL INFORMADOR / E. Barrera

En sus inicios Sofía tuvo que migrar a Nueva York para ampliar sus conocimientos. EL INFORMADOR / E. Barrera

¿Qué tiene de espectacular la cerámica? Para Sofía Solamente esta disciplina es una caja de pandora, que durante su proceso de creación sorprende por su versatilidad e infinitas áreas creativas dispuestas para el artista.

La cerámica tiene algo que por años ha cautivado a Sofía: es irrepetible, única. Cada pieza hecha a mano es imposible de replicarla a la perfección y eso ha hecho que su obra adquiera reconocimiento no solo en Guadalajara donde ha forjado su trayectoria como una artesana que aboga por lo contemporáneo pero que también defiende a la escuela tradicional.

“La cerámica no me encajona en una sola técnica o manera de crear. La cerámica me da un montón de herramientas y de maneras, aunque sea la misma pasta tengo opciones (…) creo en las texturas de las cosas, en el poder acercarte a una obra. Habrá piezas delicadas, pero la mayoría de las que hago son firmes, rígidas, hago pruebas para checar la dureza de las pastas, no solo son piezas visuales, si tú las quieres tocar o usar, eso es posible”.

De nada me sirve tener una colección en mi taller empolvada y arrumbada, me gusta acercar el arte a la gente, que sea accesible

Sofía se la vive entre hornos y pastas. En el ir y venir de sus viajes su inspiración germina y al llegar a su taller es donde comienza la magia en la que no hay vuelta atrás, porque si otra cosa tiene la cerámica es el poco margen a los errores, a los arrepentimientos de dar por terminada y una pieza y después querer modificarla.

“El proceso o técnica no asegura una pieza, es un proceso egoísta, si estás trabajando quizá una escultura puedes medio terminar la pieza y taparla, eso te da pocos días para seguir trabajando. Tienes que tener muy preciso y calendarizado tu pieza para tener hasta tu pasta hecha y excelente. Dependiendo de los días que te tardes tienes pocos días para el secado y meterla al horno, si en la quema del esmalte hay algo mal ya no hay vuelta atrás, puedes reciclar tu pieza si no está horneada, pero una vez hecha no puedes regresar y hay que iniciar de cero, eso puede ser frustrante”.

Sofía destaca que la proyección de la cerámica va en aumento en la metrópoli tapatía, pero no olvida que durante sus inicios tuvo que migrar a Nueva York para ampliar sus conocimientos, pues no había nadie que pueda orientarla por completo en las inquietudes que tenía hacía esta disciplina.

“Sí hay un tema de ego y egoísmo, hay celo a veces en decirte o compartirte donde comprar materiales o cómo hacer una técnica, pero creo que eso está cambiando, yo trato de hacer lo opuesto, el proceso de la cerámica puede ser como una receta de cocina, te la puedo pasar pero cada quién hará algo diferente, le da su propio toque”.

Si bien la moda fue algo que atrapó a Sofía Solamente en su despertar creativo, las pocas opciones de expresividad que encontró en esta rama la llevaron a la cerámica, en donde en los últimos años se ha destacado como una artesana que lucha por impulsar al diseño mexicano sin caer en la obviedad del folclor y los colores tradicionales.

“Sí hay una diferencia entre lo contemporáneo y lo tradicional, las dos ramas son importantes. Lo que conocemos como cerámica clásica como en Tonalá, esos artesanos son unos verdaderos genios, pero hace falta propuesta, son muy buenos en sus técnicas, pero a veces la gente se aburre de ver la misma taza con los mismos colores o diseño, quizá se sienten amenazados con las propuestas más contemporáneas, pero hay mercado para todo”.

Sofía se considera más minimalista, una apasionada por la limpieza y por el viejo dicho de que “menos es más”. Hablar de fórmulas creativas tampoco es algo que le interese, al asegurar que su inspiración surge de sus emociones, de lo qué siente al momento de poner en acción al torno y dejar salir lo que sus manos le dictan al instante.

“Para mí la cerámica es un reflejo interno, un momento de expresión, de hundirme en el torno por horas y no pensar nada más que en las piezas que estoy haciendo, es una disciplina que te atrapa y necesita por completo”.

¿Trabajo sencillo?

Aunque el reconocimiento artístico para los ceramistas va en aumento, Sofía Solamente puntualiza que aún falta acercar al consumidor con fuerza a esta disciplina en ocasiones considerada como menor o sin mayor chiste. ¿Hacer una simple taza es fácil? Sofía dice que no, pues de detrás de un sencillo plato, vasija o lo que sea hay esfuerzo, tiempo, creatividad y pasión de por medio.

“Estamos acostumbrados a hablar de la cerámica y pensar quizá en una taza, algo cotidiano, pero la cerámica está en todos lados y de muchas diversas maneras. Ahora hay muchas maneras de transformar y crear. Mi cerámica es única, cada proyecto y colección tiene algo especial, tienes que innovar”.

Si algo ha sido clave en el posicionamiento de Sofía Solamente es su constante acercamiento con el mercado artístico a través de exposiciones y puntos de venta, en donde refleja que el arte no necesariamente tiene que tener precios exorbitantes ni tampoco ser costeado a la ligera con tal de vender.

“La gente se está acostumbrando, ya hay más aceptación, en el diseño y el arte hay cosas bellas, queremos que si es mexicano sea reflejo de calidad, que es algo bueno y no chafa (…) me gusta que la gente se pueda acercar al arte, busco un precio justo, que tenga un amplio rango, tengo piezas desde 500 pesos hasta 15 mil, no porque sea arte tiene que ser caro, tiene que costar el tiempo, talento, material y espacio”.

LA FRASE:
“”. -Sofía Solamente, ceramista.

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