Viernes, 29 de Marzo 2024

Atoyac, sendero de pureza

Al Sur de nuestro Estado es posible encontrar uno de los rincones más bellos y tradicionales de todo México

Por: Francisco González

Un lugar pacífico, con aire puro, con iglesias de arquitectura hermosa y comida exquisita. ESPECIAL / J. Monroy

Un lugar pacífico, con aire puro, con iglesias de arquitectura hermosa y comida exquisita. ESPECIAL / J. Monroy

Sin la necesidad de observar un mapa les diré donde se encuentra Atoyac. Se encuentra allá donde los amaneceres son más intensos, la sonrisa nace con más facilidad y el sabor de la comida es más profundo. Donde el tiempo camina sin las prisas de la gran ciudad y el canto de las aves suena sin la competencia de los automóviles. Está donde la gente se conoce, se saluda y se estima.

Si nos apegamos a la ubicación geográfica, se puede decir que Atoyac se encuentra al Sur del Estado de Jalisco, entre los municipios de Zacoalco de Torres, Sayula y Gómez Farías, entre pinos, encinos y madroños. Su clima es suave y templado todo el año, lo que convierte a este rincón de nuestra Entidad en un lugar predilecto para aquellos que buscan un momento de genuina paz.

Con ganas de explorar un rincón jalisciense siempre dispuesto a recibir visitantes, llegué a Atoyac. Lo primero que agradezco es el aire puro. Luego noto que aquí el invierno ya es un mero recuerdo. El Sol brilla espléndido, enseñoreado entre los campos, creando un espléndido juego de sombras a la distancia. Es una temporada donde los campos circundantes lucen coloreados en tonos verdes y dorados.

La curiosidad por conocer un lugar siempre me lleva a husmear un poco en su historia. Así descubrí que los primeros pobladores que llegaron lo hicieron por allá del año 1300, atraídos por la inmensa riqueza natural de la región. La sal que había en las lagunas cercanas a la ciudad le dio fama inmediata entre aquellos pueblos, que lucharon por establecerse como los amos de la región.

Pero como la historia ha demostrado una y otra vez, todo conflicto a la larga es estéril. Lo que tanto lucharon los pueblos mesoamericanos por poseer les fue arrebatado a la llegada de los españoles. Alonso de Ávalos llegó en 1521 y hacia 1568 los franciscanos ya estaban establecidos, ocupados en la conquista espiritual (y material) de esta zona.

Relativamente tranquila desde entonces, Atoyac despertaría de sus sueños de tranquilidad con la llegada de la lucha independentista. Sus pobladores, desde entonces bravos patriotas, crearon contingentes que se unieron a las fuerzas de José Antonio “El amo” Torres en la lucha por la libertad nacional.

A conocer

La parroquia del Señor de la Salud y la Capilla de San Pedro brillan como dos puntos a visitar para los viajeros, no solamente por la belleza de ambas construcciones, sino por ser punto de encuentro para los oriundos de la región.

De hecho, estamos en un buen momento para visitar Atoyac, debido a que se celebran las tradicionales fiestas patronales en honor al Señor de la Salud. Se realizan en el primer viernes de Cuaresma y pintan el pueblo de mil colores, el repique de las campanas y la “quema del castillo” le dan a esta festividad un insuperable sabor popular.

La gastronomía de Atoyac es un fiel reflejo de la riqueza de sabores que ofrece el Sur de nuestro Estado, generoso en tradiciones y recetas. El pozole y las enchiladas figuran por su deliciosa preparación, pero hay mucho más por disfrutar, especialmente unos supremos tamales por la noche. Entre los postres tradicionales se encuentran los borrachitos y el ponche de granada, popular en la región.

Paraíso en las cercanías

Caminando más allá de Atoyac y sus templos, calles y fondas, la zona es una de las más ricas en cuanto a belleza y recursos naturales. Estamos cerca de la Sierra del Tigre y sus insuperables paisajes naturales, con ese olor almizclado y el eterno coro de aves que lo enmarca.

También está cerca Sayula, tierra de leyendas y tradiciones que invita a armar a los paseantes una pequeña y emocionante ruta por los senderos más tradicionales de Jalisco.

A viajar

Desde Guadalajara una ruta es tomar camino a Tlaquepaque, hacia La Calera. Toma el macrolibramiento y luego la carretera 54D hacia la Laguna de Sayula. Allí toma la desviación a Atoyac. El camino en automóvil propio te debe tomar menos de 2 horas.

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