Ubicada en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México, la Fuente de Tláloc es una de las obras más representativas del muralista Diego Rivera y un símbolo del vínculo entre el arte, la historia prehispánica y el abastecimiento de agua en la capital del país. Esta fuente monumental fue creada en 1951 como parte del Cárcamo de Dolores, una estructura hidráulica construida para recibir las aguas del Sistema Lerma, uno de los proyectos más importantes del siglo XX para surtir de agua potable a la Ciudad de México. La pieza central del conjunto es una escultura colosal del dios Tláloc, deidad mexica de la lluvia, tallada directamente sobre el fondo de una fuente. Mide aproximadamente 100 metros cuadrados y fue elaborada con mosaicos de piedra de colores que forman un impresionante diseño visible desde las alturas. El conjunto arquitectónico del Cárcamo fue diseñado por el ingeniero Ricardo Rivas, y cuenta con un mural interior de Diego Rivera titulado “El agua, origen de la vida sobre la Tierra”. Este mural, pintado con una técnica especial resistente al agua, decora el interior del edificio que originalmente funcionaba como cámara hidráulica. Rivera buscó representar en su obra no solo el valor del agua como recurso vital, sino también la cosmovisión prehispánica que giraba en torno a los dioses naturales, en este caso Tláloc, señor de la lluvia, los rayos y el trueno. La figura del dios fue plasmada con una mirada frontal y formas geométricas que recuerdan el estilo mexica. Hoy en día, la Fuente de Tláloc forma parte del Museo de Historia Natural y es un espacio cultural y turístico abierto al público. Además de su valor artístico, es un recordatorio de la importancia del agua en la historia, cultura y vida cotidiana de la Ciudad de México. EE