El cártel de "El Mencho" se encuentra en la mira de las autoridades por los ataques con drones artillados que ha llevado a cabo en al menos tres estados del país: Jalisco, Michoacán y Guanajuato.El pasado abril de 2021, el entonces fiscal estatal Gerardo Octavio Solís Gómez confirmó que en Jalisco se registró uno de estos eventos, pues se encontraron indicios para presumir la utilización de esa tecnología donde se usan explosivos."Hay un caso en donde se encontraron vestigios y datos de que podría haberse utilizado en el interior del Estado esta tecnología. Estamos muy al pendiente y en relación a este tema con todo el apoyo que hemos recibido por parte del Gobierno federal y desde luego de las diversas autoridades", dijo ese día.El 21 de abril, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, reconoció que en esas tres Entidades han ocurrido los atentados por parte del cártel que opera en Jalisco.Sin embargo, el funcionario minimizó los hechos; “No han sido efectivos (...) porque no pueden cargar las cantidades que pudieran ser dañinas para las personas o para una instalación”, dijo entonces Cresencio Sandoval.Cuatro de las agresiones más recientes han ocurrido en Michoacán. El pasado 29 de enero, personal del Ejército Mexicano fue atacado en la comunidad de Loma Blanca por criminales armados, presuntamente pertenecientes al Cartel Nueva Generación.Ocurrió en la zona limítrofe entre Tepalcatepec y Aguililla. Lo hicieron por diferentes puntos, comenzando entonces un enfrentamiento entre la célula delictiva y los militares, sin embargo, en la emboscada los criminales usaron también drones cargados con explosivos, llegando así por el aire.Esta no es la primera vez que el grupo criminal utiliza este tipo de artefactos para enviar granadas desde lo alto. Apenas el pasado 10 de enero se había registrado un ataque a la comunidad de Tepalcatepec bajo este modo de operación.A través de videos compartidos en redes sociales se aprecia cómo desde un dron se dejan caer artefactos explosivos con “pequeños paracaídas” sobre un campamento, al parecer de comuneros, en la localidad de El Bejuco, de donde salen corriendo las personas, mientras el dron graba lo que ocurre.Estos hechos recientes muestran que los ataques con drones se han convertido en un modo regular de operar del crimen organizado, especialmente en esta zona de Michoacán donde se ha reportado el desplazamiento de varias comunidades.Como un “show mediático” para atraer atención, lo calificó el pasado 5 de enero el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, durante una reunión con los alcaldes de Tierra Caliente.Lo anterior, fue expresado luego del ataque registrado la madrugada del 08 de diciembre pasado, cuando se difundieron varios videos de cámaras de seguridad de calles de la ciudad de Chinicuila, en ese mismo Estado. En las imágenes se aprecia como los artefactos dejan caer los explosivos en las viviendas durante un día entero.El 20 de abril de 2021 se dio a conocer también que dos policías estatales habían resultado heridos tras ser atacados por un dron en Aguililla, Michoacán, en la comunidad de El Aguaje. Esto, luego de que la Policía de Michoacán interviniera en el municipio para librar siete puntos carreteros que habían sido obstruidos durante varios meses por el crimen organizado.De las primeras veces que se supo de la existencia de drones cargados con explosivos fue en julio de 2020, cuando el CNG intentaba entrar a Tepalcatepec, pero las autodefensas no lo permitieron y enfrentaron a los criminales. En la huida, el grupo delictivo abandonó un vehículo con blindaje artesanal y varios drones cargados con explosivos.En julio de 2018 hubo también un ataque frustrado que presuntamente buscaba atentar contra el entonces secretario de Seguridad Pública en Baja California, Gerardo Manuel Sosa. Durante esa madrugada un artefacto de este tipo, cargado con dos explosivos, cayó en la casa de Sosa, sin embargo, estos no estaban activados y no hubo daños ni afectaciones.En diciembre del año anterior se había registrado lo que al parecer era el primer incidente de este tipo, cuando policías federales detuvieron un SUV robado en una carretera cercana a Salamanca, Guanajuato. Al registrar el vehículo encontraron dentro un dron listo cargado de explosivos preparados para detonar a través de control remoto.No obstante, hasta antes de estos tres últimos hallazgos mencionados, no se había dado a conocer algún hecho en el cual se hicieran detonar las bombas hasta el año pasado, en el ataque mencionado que fue perpetrado contra las fincas de habitantes de Chinicuila, mismos que, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, pueden ser considerados como “ataques terroristas”.Este tipo de ataques no solo han sido vistos en México, sino también en otros países donde por años ha existido guerra y el terrorismo. Un ejemplo de ello es el ataque perpetrado el pasado 17 de enero en cuatro objetivos en la capital de Emiratos Árabes Unidos, como represalia por una reciente intervención en Yemen.Ese día murieron tres personas y otras seis resultaron heridas tras los bombardeos, desde drones, hechos a un edificio en construcción que forma parte de la ampliación del aeropuerto internacional de esa ciudad.En junio del 2021, por orden del presidente estadounidense Joe Biden, Estados Unidos atacó instalaciones usadas por milicias proiraníes en la frontera entre Siria e Iraq para prevenir atentados contra el personal de EU en dicha frontera.La práctica también fue vista en Siria en 2018, cuando terroristas atacaron con drones bases militares rusas de Jmeimim y Tartus. De acuerdo con lo dicho entonces por la defensa rusa, lograron destruir siete de los 10 drones que estaban siendo utilizados para el ataque, que no dejó daños en sus instalaciones.Otro ejemplo es el de mayo del 2016, cuando drones estadounidenses atacaron al líder de los talibanes afganos en Pakistán, Akhtar Mansour, en una misión autorizada por el entonces presidente Barack Obama.De acuerdo con la organización internacional InSight Crime, los drones no solo son usados para atacar a sus adversarios, sino que también sirven para vigilar los territorios donde los cárteles operan.De hecho, explica en su análisis llamado “Cómo las redes del crimen organizado están empleando los drones para su ventaja” que esta actividad es la función principal que cumple este tipo de artefactos, que también ha sido observado en Brasil, Guatemala y Honduras.Su uso, señala, les permite monitorear patrullas cerca de las rutas de tráfico de drogas y de personas que desempeñan en las diversas zonas donde se desenvuelven los grupos del crimen organizado.“El Instituto Brookings predijo recientemente que una mayor restricción de movimiento asociada con la pandemia de COVID-19 solo serviría para acelerar la proliferación del uso de drones por parte de grupos criminales”, añade el análisis.OA
