Aunque no existieron contiendas internas o procesos democráticos para elegir a sus candidatos, el gasto de las precampañas en Jalisco fue de ocho millones 201 mil pesos (al corte del 14 de febrero). Esa fue la cifra reportada por 405 aspirantes a la gubernatura, alcaldías y diputaciones por mayoría relativa, de un total de 601 registrados ante el órgano electoral.Una tercera parte no transparentó ingresos y gastos ante el Sistema de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE), pese a que el periodo de las precampañas duró dos meses en el caso del gobernador, así como 40 días en los otros.Algunos de los que aspiran a las candidaturas por las presidencias municipales reportaron desembolsos menores a 100 pesos. Es más, hay reportes por erogaciones de entre 26 y 60 pesos por candidato.De los 8.2 millones erogados, cuatro millones 363 mil pesos corresponden a los gastos realizados por los precandidatos a gobernador, que representan poco más de la mitad del monto global. Y sólo cinco de 14 cumplieron con publicar la información.De éstos, el que más gastos reportó fue Enrique Alfaro (MC), con tres millones 80 mil pesos, seguido por Miguel Castro (PRI), con 911 mil pesos, aunque no realizó operaciones sobre ingresos.En el caso de Carlos Lomelí y Roberto Gómez Lamas (ambos de Morena) documentaron movimientos por 176 mil pesos cada uno. De los independientes, sólo Manuel Ponce confirmó erogaciones por 26 mil pesos.Los precandidatos del PRD no realizaron informes de gastos. Por su parte, en el PAN y Partido Verde no llevaron a cabo precampañas.Guillermo Alcaraz Cross, presidente del Instituto Electoral del Estado (IEPC), detalla que esperarán el dictamen del INE sobre la revisión de la transparencia y la fiscalización de los gastos. Destaca que rebasar los topes de precampaña (4.4 millones de pesos para gobernador, entre recursos públicos y privados) podría provocar la negativa del registro.Debido a que los abanderados fueron designados por unidad, el académico del ITESO, Alberto Bayardo, señala que hubo un mal uso de la ley: “Se suponía que esto de las precampañas era para evitar que se estuviera gastando demasiado en las campañas, la intención era regular el tema también de la exposición pública para que no fuera excesiva e indebida”.Por su parte, Andrea Bussoletti, integrante del Observatorio Electoral, comenta que el fenómeno de los precandidatos sólo ha extendido el tiempo de campaña, “resulta contradictorio, todos estamos conscientes de que se habla de una etapa de procesos internos de los partidos, que en realidad han sido públicos”.
