“En matemáticas yo corregía al maestro. Le tenía que explicar varias veces para que entendiera”, recuerda Diana Laura de su paso por quinto grado en una primaria tradicional. Ahora tiene 11 años y cursa sexto en el Centro Educativo para Altas Capacidades (Cepac), la primera escuela pública de educación básica en el país que trabaja con menores conocidos como niños genio.La alumna cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130 puntos, escala a partir del cual son considerados superdotados. Los 105 estudiantes que forman parte de la primera generación de esta institución, que comenzó a operar en septiembre pasado, tienen un IQ que va de los 130 a los 160 puntos.Diana manifiesta que en el Cepac “me va muy bien”. Aunque en la escuela anterior era reconocida por sus compañeros como la más inteligente, el problema al que se enfrentaba era que le enseñaban cosas que ya sabía. Ahora acentúa que en el Centro de Altas Capacidades trabajan todo el tiempo con computadoras. Algunos de los salones cuentan además con pizarras digitales interactivas y en el centro de éstos hay una isla con cuatro pantallas integradas.El director de la institución, Julián Betancourt Morejón, destaca que la atención a los menores es especializada, pues son grupos reducidos de 15 alumnos, y a tres meses de su puesta en marcha, la escuela ha despertado interés a nivel internacional, tanto de universidades como de personajes reconocidos en diferentes ámbitos.“Lo estamos enlazando con universidades y centros de otros países, como Chile, Australia e Israel. Estamos buscando (iniciativas) parecidas para que estos niños se empiecen a foguear (…). Nos llama la atención que personas de otros países dicen: ‘¿Cómo podemos integrarnos?’”El Gobierno del Estado e instituciones aliadas invirtieron 20 millones de pesos en la construcción y operación de esta escuela, que cuenta con siete aulas y cinco laboratorios altamente equipados. Además, forma parte del programa de Escuelas de Tiempo Completo.
