Miércoles, 24 de Abril 2024

Desabasto de gasolina une a viejos amigos

Los amigos de la secundaria tenían al menos un par de años que no tenían contacto entre ellos

Por: Rubí Bobadilla

Alrededor de ellos hubo quienes consiguieron algunos bancos mientras otros aprovecharon para dormir dentro de sus autos. EL INFORMADOR/ R. Bobadilla

Alrededor de ellos hubo quienes consiguieron algunos bancos mientras otros aprovecharon para dormir dentro de sus autos. EL INFORMADOR/ R. Bobadilla

Este viernes Luis Alfonso y Juan Ernesto volvieron a reunirse después de varios años de no verse, todo gracias a que se encontraron en la fila de espera para cargar combustible en una gasolinera de la colonia Barragán Hernández.

Luis Alfonso llegó a las 8:30 horas a la estación ubicada en el cruce de R. Michel y Calzada Independencia, una de las despachadoras le informó que podía quedarse pues el combustible sería abastecido por una pipa que llegaría “en una media hora” y él sería de los primeros en ser atendido.

Detrás de él, sólo esperaba un taxi y una señora a quienes la mujer convenció con el mismo discurso, sin embargo, transcurridas tres horas, en el punto había al menos unos treinta vehículos esperando, entre ellos el de Juan Ernesto, quien llegó alrededor de las 9:30 horas.

Al ver que la pipa no llegaba a abastecer la estación, algunas personas aprovecharon para dormir dentro de sus vehículos, mientras que otros se bajaron y comenzaron a convivir entre ellos. Esta situación hizo que Luis Alfonso y Juan Ernesto, amigos en la secundaria se encontraran, la última vez que se vieron fue hace dos años y medio, pero fue hasta hoy que tuvieron tiempo de conversar.

“Tanto tiempo y no nos habíamos visto. Encontrarnos aquí nos sirvió para platicar, ponernos al día y distraernos del tiempo que hemos estado esperando por la pipa que parece que no va a llegar”, contó Juan Ernesto.

Alrededor de ellos hubo quienes consiguieron algunos bancos mientras otros aprovecharon para dormir dentro de sus autos, incluso, no faltó el taxista que aprovechó para lavar su vehículo en espera de la pipa que abastecería la estación.

Tras poco más de seis horas en el punto y haber perdido un día de trabajo por promesas cada 30 minutos de que la pipa se encontraba a pocas cuadras, Luis Alfonso se cansó de esperar y se retiró de la gasolinera, sin embargo, agradeció la oportunidad de haberse encontrado con su amigo después de no haberlo visto en tanto tiempo.

NM

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