Estados Unidos entró de manera abrupta en la guerra de Israel contra Irán con un bombardeo a las tres principales instalaciones del programa nuclear iraní, mientras que el presidente Donald Trump amenazó al régimen de Teherán con más ataques si “la paz no llega rápido”.Trump sorprendió al mundo al anunciar que las Fuerzas Armadas acababan de completar un “exitoso ataque en tres instalaciones nucleares de Irán, incluidas Fordó, Natanz e Isfahán”. Después, fuentes de Defensa revelaron que en la fortaleza de Fordó, el principal centro de enriquecimiento de uranio iraní, se lanzaron varias bombas antibúnker GBU-57, nunca antes usadas en combate real.En un mensaje a la nación dos horas después, Trump instó a Teherán a no responder militarmente y optar por la paz. “Irán, el matón de Oriente Medio, ahora debe hacer la paz. Si no lo hace, los futuros ataques serán más grandes y más fáciles”, aseguró el presidente estadounidense, en tono desafiante y acompañado por su vicepresidente, JD Vance; el secretario de Defensa, Pete Hegseth; y el secretario de Estado, Marco Rubio.Trump dijo que ahora el régimen iraní debe elegir entre “la paz o una tragedia más grande que la que han visto en los últimos ocho días”. Acentuó que hay otros objetivos en Irán que podrían ser atacados si así lo deciden. Según fuentes de la Casa Blanca, Estados Unidos alertó previamente a Israel de los ataques y, posteriormente, Trump habló por teléfono con Netanyahu, dejando claro que ambos países han mantenido una estrecha colaboración desde que Israel decidió atacar las instalaciones nucleares iraníes y decapitar a la plana mayor militar.El presidente añadió: “Quiero agradecer al Ejército israelí por el maravilloso trabajo que han hecho y, lo que es más importante, quiero agradecer a los grandes patriotas estadounidenses que pilotaron esas magníficas máquinas (los cazas)”.Según fuentes del Pentágono, los bombarderos estratégicos B-2, cargados con bombas antibúnker de gran tonelaje, apuntaron a varios puntos débiles en la fortaleza subterránea de Fordó. En una demostración de la capacidad de proyección de fuerza de Estados Unidos, el ataque se completó con el lanzamiento de hasta 30 misiles Tomahawk desde submarinos de la clase Ohio contra Natanz e Isfahán.Estados Unidos mantuvo el secreto durante la preparación y ejecución de esta operación, que se produjo en un día de luna menguante y escasa luz lunar en la noche iraní. Ayer, en un ejercicio de despiste, la Fuerza Aérea permitió que los observadores detectaran varios B-2 camino al Pacífico, lo que suponía una ventana para el ataque mucho más tardía que la que finalmente fue. Según Fox, en realidad, de manera subrepticia, otro grupo de bombarderos tomó rumbo hacia el este desde la base aérea de Whiteman, en Misuri, de manera más directa y rápida hacia Irán.La Organización de la Energía Atómica de Irán confirmó los ataques, pero afirmó que esta “industria nacional” continuará “con los esfuerzos de miles de sus científicos y la motivación de sus expertos revolucionarios”.La organización dijo en un comunicado que “tras los brutales ataques del enemigo sionista en los últimos días, al amanecer de hoy, las instalaciones nucleares del país en Fordó, Natanz e Isfahán fueron atacadas”.