Jueves, 18 de Abril 2024

Toma de posesión de Joe Biden: ¿Quién es el nuevo presidente de Estados Unidos?

El político nacido en Pensilvania, católico practicante, llega a la presidencia luego de tres intentos

Por: AFP

A sus 78 años, Joe Bide se convertirá en el 46° presidente de Estados Unidos. AP/ARCHIVO

A sus 78 años, Joe Bide se convertirá en el 46° presidente de Estados Unidos. AP/ARCHIVO

Se le criticó por ser muy reacio a hacer campaña durante la pandemia y demasiado mayor, pero Joe Biden superó a los escépticos y se convertirá en el 46° presidente de Estados Unidos con la toma de posesión el miércoles 20 de enero. Pero, ¿quién es Joe Biden?

La tercera es la vencida

Tras competir por la presidencia de Estados Unidos en 1987 y 2008, Joe buscó una tercera oportunidad en 2020, convencido de que podía restaurar el "alma" de su país. 

Pese una campaña llevada a cabo principalmente desde su casa por la pandemia y mientras su rival Donald Trump hacía actos multitudinarios por todo el país, logró desbancar al republicano.

Cuando tome el juramento del cargo, Biden, de 78 años, será el jefe de Estado estadounidense de mayor edad en ser investido en la historia del país.

Católico de Pensilvania

Joseph Robinette Biden Jr. nació el 20 de noviembre de 1942 y creció en Scranton, Pensilvania, en una familia de origen irlandés muy católica. 

Su padre era vendedor de autos, pero en la década de 1950 perdió su trabajo y la familia se mudó al vecino estado de Delaware cuando él tenía 10 años. 

"Mi papá siempre decía: 'Campeón, cuando te tumban, te pones de pie'", cuenta Biden. 

En Delaware, Biden trabajó de joven como salvavidas en una piscina de un barrio negro y allí aprendió de las injusticias y desigualdades que afectan a esta comunidad, lo que despertó su interés por la política. 

Biden estudió en la Universidad de Delaware y en la Escuela de Derecho de la Universidad de Syracuse, y ha expresado su orgullo por no ser un producto de la élite de la Ivy League.

Mi papá siempre decía: 'Campeón, cuando te tumban, te pones de pie

De niño sufrió por un tartamudeo muy fuerte, pero lo superó y desde entonces apoya a otros del "mismo club", como contó un adolescente en la convención nacional demócrata al agradecerle sus consejos.

En la actualidad, Biden, católico practicante, acude casi todos los domingo ,a misa en St. Joseph on the Brandywine, una histórica iglesia en su acomodado vecindario de Wilmington. 

Biden ante la muerte de su esposa y dos hijos 

El demócrata llegó a la política nacional con solo 29 años, tras una sorpresiva victoria como candidato a senador por Delaware en 1972.

Pero un mes después, la tragedia lo golpeó: su esposa Neilia y su hija de un año Naomi murieron en un accidente de tráfico mientras estaban de compras navideñas. 

El accidente dejó a sus hijos Beau, de 4 años, y Hunter, de 2 , gravemente heridos. Biden conoció a su segunda esposa, la profesora Jill Jacobs, en 1975, y se casaron dos años después. Tienen una hija, Ashley

Sus hijos se recuperaron de sus heridas y Beau siguió a su padre en la política, convirtiéndose en fiscal general de Delaware, pero la estrella demócrata en ascenso murió por un tumor cerebral en 2015 a los 46 años. 

Joe Biden (d)cargando a su hija en Ashley en una imagen de 1985, durante un ensayo de una ceremonia de toma de posesión como senador en Washington. También se ven sus hijos Beau y Hunter. AP/ARCHIVO

Biden suele destacar el respaldo de su esposa Jill, hoy de 69 años, la mujer que "volvió a unir" a su familia.

Pero dijo que convive con el dolor tras la muerte de Beau. "Nunca desaparece", aseguró. Esta pérdida lo hizo descartar una candidatura presidencial en 2016.

Incluso hoy, a menudo se detiene para saludar a los bomberos, recordando que fueron ellos quienes salvaron a sus hijos cuando ocurrió el accidente. 

También lo salvaron a él. En 1988, los bomberos lo llevaron de urgencia al hospital después de que sufriera un aneurisma. Biden estaba tan grave que llamaron a un sacerdote para darle los últimos ritos. 

Hace un año, Biden confesó cuánto influye Beau en su vida. "Cada mañana me levanto (...) y me pregunto: ¿Estaría orgulloso de mí?". 

Político hábil y sociable

Las habilidades políticas de Biden en el mano a mano son incomparables: puede encantar a estudiantes universitarios, compadecerse de los maquinistas desempleados de la zona industrial del Medio Oeste y hacer una crítica feroz de sus rivales. 

Su propensión afable y sociable se vio restringida por el coronavirus, que en marzo lo obligó a quedarse en casa y lo volvió más cauteloso. 

Aunque ya no tiene el dinamismo de cuando era vicepresidente de Barack Obama, Biden mantiene su sonrisa deslumbrante. Su andar sin embargo es más delicado y su cabello blanco luce más fino.

Beau Biden (d), Hunter Biden y Ashley Biden en una imagen de 2012. AFP/ARCHIVO

"Joe el dormido"

Sus opositores, e incluso algunos demócratas, se preguntaban si Biden, locuaz y propenso a cometer errores, tropezaría en su larga campaña contra Trump. El presidente de 74 años lo llamaba regularmente "Joe el dormido" y llegó a decir que tenía sus capacidades mentales disminuidas.

Pero Biden se encogía de hombros ante los ataques, y en septiembre, en un arranque de frustración por las incesantes interrupciones de Trump durante su primer debate, llegó a pedirle que se callara.

Biden y Obama

El demócrata comenzó su carrera en el Congreso de los senadores más jóvenes de la historia norteamericana. Pasó más de tres décadas en la Cámara Alta antes de ser la mano derecha de Barack Obama de 2009 a 2017. 

El mensaje de Biden durante la campaña se basó en gran medida en su asociación con el todavía popular primer presidente negro de Estados Unidos, y en su capacidad para negociar con muchos líderes mundiales. "Conozco a estos tipos", solía decir.

Me veo a mí mismo como un puente, no como otra cosa

Su propuesta de política moderada en un momento de gran polarización fue un bálsamo para un electorado agotado de los escándalos y el caos en la Casa Blanca de Trump. 

Pero Biden también prometió tomar medidas progresistas sobre el cambio climático, la injusticia racial y el alivio de la deuda estudiantil universitaria. 

Joe Biden y Barack Obama en un acto en 2008. AP/ARCHIVO

Cuando asuma, muchos se preguntarán posiblemente si el anciano estadista irá más allá de un segundo mandato.

"Me veo a mí mismo como un puente, no como otra cosa", dijo Biden en marzo en un mitin en Detroit, Michigan, junto a otros líderes demócratas, incluida la mujer que se convertiría en su compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris, de 56 años, vicepresidenta electa. 

"Hay toda una generación de líderes que llegaron después de mí", dijo. "Son el futuro de este país".

La remontada histórica de Biden

Algunos lo consideraban demasiado viejo o demasiado centrista. Y, a pesar de ser el favorito del 'establishment' demócrata, la campaña de Biden parecía encaminarse al desastre a principios de este año, tras decepcionantes derrotas en las primarias demócratas ante el fogoso Bernie Sanders, mucho más radical.

Pero Biden, a quien Obama llamó un "león de la historia estadounidense", regresó rugiendo en las internas en Carolina del Sur gracias al apoyo abrumador de los votantes negros, una base crucial para todo demócrata. 

Lograr la nominación marcó un fuerte contraste con su retirada en 1988, cuando renunció en medio de acusaciones de plagio de un discurso del político británico Neil Kinnock. 

En 2008 no le fue mejor, y abandonó la pugna después de reunir menos del 1% de los votos en las asambleas de votantes de Iowa. 

Ese año finalmente fue elegido compañero de fórmula por Obama, quien le asignó supervisar la recuperación económica durante la Gran Recesión. 

Como senador, fue cuestionado, incluso por Harris, por asociarse con conocidos segregacionistas y oponerse a las políticas de transporte de la década de 1970 para que niños negros asistieran a escuelas predominantemente blancas. 

También fue criticado por ayudar a redactar una ley contra el crimen en 1994 que, según muchos demócratas, aumentó los encarcelamientos y afectó de manera desproporcionada a los afroestadounidenses. Biden recientemente calificó esto como un "error". 

Otros episodios del Senado también amenazaron con estropear su campaña presidencial: su voto de 2003 a favor de la guerra de Iraq y su presidencia de controvertidas audiencias en 1991 en las que la profesora Anita Hill acusó al nominado a la Corte Suprema Clarence Thomas de acoso sexual. 

Acusaciones de Trump

El hijo de Biden, e abogado y cabildero Hunter, recibió un salario lucrativo como miembro de la junta directiva de una compañía de gas ucraniana acusada de corrupción mientras su padre era vicepresidente. 

La presión de Trump para que Ucrania investigara a los Biden derivó en el juicio político al presidente por parte de la Cámara de Representantes de mayoría demócrata, pero terminó absuelto por el Senado liderado por los republicanos. 

Hunter no fue acusado de ningún cargo, pero Trump siguió sacando el tema en la campaña, asegurando que los Biden eran una "familia criminal" que se enriquecía con la corrupción.

Esas acusaciones no afectaron a unos votantes más preocupados por otros asuntos, como la pandemia y la crisis económica que provocó. 

IM

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