Este lunes responsables locales informaron que más de 130 personas fueron asesinadas en los últimos tres días en ciudades del centro de Malí en ataques atribuidos por el gobierno a yihadistas afiliados a Al Qaeda.No obstante, estas muertes tuvieron lugar en Diallassagou y en dos pueblos cercanos, Diaweli y Dessagou, según la explicación de las fuentes. "También queman cabañas, casas y roban ganado", declaró, por teléfono, un responsable local que pidió el anonimato. Cabe resaltar que tanto ese político como otro indicaron que el recuento de muertos proseguía este lunes. Ambos tuvieron que huir de sus aldeas.A su vez, se informó por redes sociales que el número de víctimas era mucho mayor al balance oficial del gobierno, de 132 muertos, por parte, Nouhoum Togo, presidente de un partido fuertemente implantado en Bankass, principal localidad del sector. El jefe de la junta que gobierna Malí desde agosto de 2020, el coronel Assimi Goita, decretó tres días de luto nacional.Según explicó Togo, hace dos semanas el Ejército fue desplegado en la zona, lo cual dio lugar a enfrentamientos con los yihadistas. Varias decenas de estos últimos habrían regresado en moto el viernes, explicó el representante electo, para vengarse de la población."Llegaron y le dijeron a la gente: 'Ustedes no son musulmanes', en lengua peul, y se llevaron a los hombres, a un centenar.A unos dos kilómetros, mataron a la gente de forma sistemática", afirmó. El gobierno acusó al grupo Katiba Macina, liderado por el predicador peul (fulani) Amadou Kouffa, de los ataques.Desde que en 2015 apareció en el centro de Malí esta organización afiliada al grupo Al Qaeda, la región ha sido escenario de agresiones yihadistas, de milicias autoproclamadas, de autodefensa y de combates intercomunitarios. Gran parte del área escapa al control del Gobierno central.MV
