Miércoles, 24 de Abril 2024

Bolsonaro alista transición sin reconocer su derrota

“Nos van a extrañar”, señaló fuera de micrófonos el polémico jefe de gobierno

Por: El Informador

El mensaje de Bolsonaro a la nación brasileña fue breve y el aún mandatario lució serio, algo poco usual en sus apariciones públicas. AP

El mensaje de Bolsonaro a la nación brasileña fue breve y el aún mandatario lució serio, algo poco usual en sus apariciones públicas. AP

Rompió el silencio, pero no como se esperaba. Y es que el presidente brasileño Jair Bolsonaro autorizó ayer martes la transición a un nuevo gobierno y prometió “cumplir” con la Constitución de país, en su primer pronunciamiento tras perder el pasado domingo las elecciones contra el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, a quien ni siquiera mencionó.

“Como presidente de la República y ciudadano, continuaré cumpliendo con todos los mandamientos de nuestra Constitución”, anotó el ultraderechista en un breve discurso leído en la residencia oficial de la Alvorada, en Brasilia, capital de esa nación sudamericana.

Lo cierto es que en su mensaje no se refirió directamente a su derrota frente al exmandatario (2003-2010), aunque, antes de la declaración oficial, los micrófonos captaron unas palabras suyas sobre los resultados que fueron seguidas de una sonrisa: “Nos van a extrañar”.

Rodeado de ministros y allegados, habló por poco más de dos minutos antes de ceder el podio a su jefe de gabinete, Ciro Nogueira, quien dijo que Bolsonaro “autorizó” el inicio del “proceso de transición” con el equipo de Lula.

El mensaje era altamente esperado, pues Bolsonaro mantuvo al país en vilo durante dos días al guardar silencio tras perder en el balotaje por un estrecho margen (49,1% de los votos frente a 50,9% para Lula).

La victoria del exsindicalista fue reconocida por la comunidad internacional y varios aliados del gobierno.

Reunión con la corte suprema

Bolsonaro, de 67 años, ha afirmado reiteradas veces tener a “todo el sistema” en su contra, desde el sistema judicial hasta la prensa.

Y, durante meses, había cuestionado sin pruebas el sistema electrónico de votos, despertando temores de que no aceptaría una derrota.

El presidente se reunió después con varios magistrados de la corte suprema, incluyendo Alexandre de Moraes, quien conduce varias investigaciones que involucran al líder ultraderechista y sus aliados.

Bolsonaro “dijo ‘se acabó’” al referirse a la elección, afirmó el magistrado Luiz Edson Fachin, al término del encuentro, que no estaba en la agenda oficial.

La corte suprema, garante de la Constitución, subrayó tras la cita la “importancia” de que Bolsonaro “determinara” el inicio de la transición y “reconociera el resultado final de las elecciones”.

“Se trató de una visita institucional, en ambiente cordial y respetuoso, donde fue destacada por todos la importancia de paz y armonía para el bien de Brasil”, afirmó en un comunicado.

Llaman a que las protestas sean "pacíficas" en todo el país

El pronunciamiento del presidente saliente coincide con el segundo día de bloqueos de carreteras de camioneros y manifestantes bolsonaristas en todo el país para protestar contra el resultado electoral.

La policía dispersó más de 400 actos en las últimas horas, aunque sin precisar cuántos bloqueos se mantenían activos, según el balance del martes por la noche.

Bolsonaro atribuyó los cierres de rutas a la “indignación y sentimiento de injusticia” que se dio en el proceso electoral, pero pidió a sus seguidores que las protestas sean “pacíficas”.

“Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas, pero nuestros métodos no pueden ser los mismos de la izquierda, que siempre perjudican a la población, como invasión de propiedades, destrucción de patrimonio, cercenamiento del derecho de ir y venir”, anotó.

En las redes bolsonaristas, sus palabras eran interpretadas como un impulso a mantener las movilizaciones. “El sueño sigue vivo”, decía un mensaje repetido en Telegram. “Llenen las calles mañana” (hoy).El ultraderechista agradeció a los 58 millones de brasileños que lo votaron el domingo, es decir, uno de cada dos electores.Y recordó el triunfo de la derecha en las elecciones legislativas celebradas el 2 de octubre: su Partido Liberal será mayoritario en la Cámara de Diputados.Ese resultado muestra “la fuerza de nuestros valores: Dios, patria, familia y libertad”, afirmó.

La policía dispersó entre lunes y ayer más de 400 actos en las principales carreteras de esa nación sudamericana. AFP

Alckmin, de enemigo a vicepresidente 

Sus detractores, que no son pocos, lo han llamado “helado de chuchú” —una desabrida fruta tropical—, pero su nombre es Geraldo Alckmin, y si bien está lejos del carisma de Lula al ser un tecnócrata centrista con estrechos vínculos con el empresariado, es quien lo acompaña ahora como vicepresidente en el regreso de la izquierda al poder en Brasil.

Ayer martes, tras la victoria, adquirió un papel destacado al ser elegido por el líder izquierdista como coordinador del equipo de transición con el gobierno saliente.

Alckmin, un médico de 69 años, exgobernador de Sao Paulo y con fama de sólido gestor, vuelve a la primera línea de la escena política, de la que había quedado prácticamente desterrado.

¿La razón? Llegó a aventurarse en las carreras presidenciales de 2006, cuando fue derrotado por el propio Lula en la segunda vuelta, y de 2018, cuando captó menos del 5% de los votos.

“Debemos abrir los ojos y tener la humildad de entender que hoy (Lula) es quien mejor refleja las esperanzas del pueblo brasileño”, dijo a finales de marzo, cuando se afilió al Partido Socialista Brasileño (PSB), de centro-izquierda, que sentó las bases de su alianza con Lula.

Anteriormente militaba en el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), una histórica formación de centro-derecha que cofundó en 1988 y que gobernó Brasil de 1995 a 2002, con Fernando Henrique Cardoso como presidente.

El PSDB y el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula fueron las dos grandes organizaciones que se disputaron el poder desde el final de la dictadura militar (1964-1985). Ahora, los intereses y sobre todo la polarización de Brasil, los ha puesto lado a lado.

A sus 69 años, político de centro-derecha encontró su “resurrección” al forjar una alianza con Lula. FACEBOOK/ @GeraldoAlckmin

Telón de fondo 

Crisis climática, en la agenda de Lula

Luiz Inácio Lula da Silva, asistirá a la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP27), que se realizará entre el 6 y el 18 de noviembre en Egipto, según informó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, quien señaló en una rueda de prensa en Sao Paulo que Lula recibió la invitación del Consorcio Interregional de la Amazonía, órgano formado por los gobiernos de los nueve estados brasileños amazónicos.

“Irá, está viendo la mejor semana para ir”, señaló Hoffmann, quien fue la coordinadora de la campaña del líder socialista. Lula también recibió la invitación de las autoridades egipcias, en su condición de anfitriones de la COP27.

En vísperas de los comicios, la exministra y líder ecologista Marina Silva, que integró el comité de campaña de Lula y quien, según la prensa local, podría ser la ministra de Medioambiente del futuro Gobierno, ya manifestó su deseo de llevar las iniciativas del mandatario electo a la cúpula internacional. El presidente electo pretende impulsar metas climáticas más ambiciosas y reforzar la cooperación internacional para proteger la Amazonía, que ha alcanzado niveles récord de deforestación e incendios bajo la administración presidida por Bolsonaro.

Lula comenzará a trabajar en los lineamientos de su gobierno antes de tomar posesión del cargo de presidente. EFE

Estados Unidos busca entendimiento
Joe Biden, listo para retomar la relación con Brasil tras el cambio de gobierno

Para un domingo por la noche la reacción de la Casa Blanca fue veloz: 35 minutos después de que Luiz Inácio Lula da Silva fuera declarado ganador de las elecciones de Brasil, el presidente Joe Biden emitió un comunicado felicitándole.

El mandatario estadounidense, a quien se sumaron otros líderes occidentales, quiso adelantarse a cualquier posible movimiento antidemocrático del ultraderechista Jair Bolsonaro, que tardó 38 días en reconocer la victoria de Biden frente al magnate republicano Donald Trump, por quien siente admiración.

Con el cambio en Brasil, los dos países más poblados de América tendrán líderes con narrativas similares: políticos veteranos septuagenarios que regresaron a las urnas con el objetivo, según ellos, de salvar la democracia, y que derrotaron, aunque sea por poco, a populistas de derecha.

Lula y Biden hablaron desde el lunes por teléfono y están de acuerdo sobre temas importantes, comenzando por el cambio climático.

Liliana Ayalde, exembajadora de Estados Unidos en Brasil, estimó que Biden podría ofrecer ayuda tecnológica y de otro tipo para reducir la deforestación, pero advirtió que incluso con Lula, Estados Unidos debe tener en cuenta la sensibilidad brasileña sobre la soberanía de esa región.
 

CT

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