La información revelada el lunes por el gobierno estadounidense a través del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de que el líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, mandó construir un hospital en la comunidad de El Alcíhuatl, en el municipio de Villa Purificación, Jalisco, para atenderse un problema de insuficiencia renal, pinta de cuerpo completo el fracaso de los gobiernos federal, estatal y municipales pasados y presentes, en el combate a los grupos de la delincuencia organizada. La primera vez que el nombre de este municipio ubicado en la zona costa de la Entidad trascendió a nivel nacional e internacional como refugio de los líderes del CJNG fue hace más de cinco años, cuando el viernes primero de mayo de 2015, el gobierno atribuyó a los sicarios que forman su principal y más próximo anillo de protección, el derribo de un helicóptero del Ejército mexicano que sobrevolaba esa área en su búsqueda y que provocó la muerte de seis militares y un agente de la Fiscalía estatal.Antes de dar esa muestra de la enorme capacidad de fuego que ya tenían hasta para enfrentar a naves castrenses, la ciudadanía había sufrido, por la mañana de ese mismo viernes, una serie de narco-bloqueos que constituyó el mayor desafío del narco al Estado mexicano, y que el gobierno atribuyó también al CJNG, que desbordó la quema de autos y camiones de transporte público de la zona metropolitana y carreteras del interior del Estado, y alcanzó a las entidades vecinas de Colima, Guanajuato y Aguascalientes. Antes, desde 2012, a “El Mencho” se le culpó de los primeros narcobloqueos en Guadalajara, del asesinato del secretario estatal de Turismo en 2013, y del ataque a un convoy de más de una decena de patrullas de la Policía estatal en el que murieron 15 uniformados, días antes de ese 1 de mayo. Luego de ese ataque, el entonces secretario de Gobernación del gobierno priista de Enrique Peña Nieto, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció el Operativo Jalisco para detener al líder del CJNG. Vinieron en las semanas posteriores ostentosos operativos con tanquetas militares en toda la zona de Villa Purificación que se fueron diluyendo sin lograr capturar nunca a su objetivo, que los había desafiado como nadie.Todavía a finales del sexenio anterior, a este grupo mafioso se le responsabilizó también del atentado contra el ex fiscal general de Jalisco y entonces secretario del Trabajo, Luis Carlos Nájera.El gobierno de la 4T fue también ya tocado por el CJNG. Se le vinculó en la ejecución del juez federal anticrimen en Colima, Uriel Villegas, y de su esposa Verónica Barajas, a los que sicarios asesinaron delante de sus hijos, de tres y siete años, y de su trabajadora doméstica, y del atentado contra Omar García Harfuch, secretario de Seguridad de la Ciudad de México (quien apenas reapareció ayer), en junio pasado.La noticia del narco-hospital del “El Mencho” habla irrefutablemente de las omisiones del Estado mexicano, por complicidad o ineficiencia, y de la enorme base social que ha permitido que construyan estos grupos delincuenciales en prácticamente todo el territorio nacional, sin que haya un cambio en esta negativa inercia en el gobierno de la autollamada cuarta transformación.jbarrera4r@gmail.com
